Barcelona invierte más de 250.000 euros en reducir la población de palomas
- El consistorio suministrará métodos anticonceptivos con nicarbacina en varios puntos de la ciudad para mitigar la proliferación de estas aves
- Así utiliza Barcelona las águilas y halcones para acabar con las palomas del Camp Nou
La batalla para acabar con la invasión de palomas persiste. El Ayuntamiento de Barcelona ha invertido 265.893 euros para reducir la población de estas aves. En concreto, suministrará métodos anticonceptivos con nicarbacina para controlar su fertilidad en puntos donde han detectado una alta densidad de colonias.
El contrato se ha adjudicado a la compañía barcelonesa ZOOETHICS, Ethical Animal Projects SL, que tiene la sede en el municipio de Òdena. Actualmente, la capital catalana cuenta con 44 dispensadores, que cubren 36 colonias de palomas.
Reducción de un 60%
Desde la implementación de este sistema en 2017, la plaga de columbas se han reducido un 60% en los puntos de la ciudad donde se ha administrado el fármaco, según el último balance realizado por el consistorio (2021).
Fuentes del consistorio explican a Metrópoli que pese a la efectividad de este método, éste debe aplicarse juntamente con con otras medidas como la reducción de alimento para evitar interferencias y aumentar la eficacia del tratamiento.
Mercados municipales
El consistorio también invirtió recientemente medio millón de euros en la implantación de medidas para expulsar a las palomas de los mercados municipales. El proyecto se aprobó el pasado abril.
El gobierno municipal instalará sistemas de puntas, hilo o cable metálico de protección, malla de protección y chapa metálica inclinada. A su vez, repasará y reparará redes perimetrales existentes y limpiará las superficies afectadas.
De todos los mercados analizados se han planteado actuaciones en los de Besòs, Provençals, Sant Martí, Barceloneta, Concepció, Guinardó, Clot, Canyelles, Fort Pienc, Sant Antoni, Galvany, Guineueta, Ciutat Meridiana, La Mercè, Vall d’Hebron, Hostafrancs, Sants, La Marina, Les Corts, Trinitat i Ninot.
Halcones y águilas
La cetrería es un programa más que llevó a cabo el Ayuntamiento para disuadir la población de palomas que actualmente alcanza los 85.000 ejemplares en la ciudad. La prueba piloto con halcones y águilas comenzó en marzo de este año, en la periferia del Camp Nou, en el distrito de Les Corts. Esta zona incluyó los Jardins de la Maternitat, Jardins de Bacardí y toda la zona colindante de calles estrechas del área.
La empresa que realizó estos vuelos con aves rapaces, contratada por el consistorio, fue Soma. Una de las zonas donde operó fueron los Jardins de la Maternitat. Metrópoli pudo desplazarse hasta este parque para ver como los técnicos hacían volar las águilas y halcones para disuadir a las palomas.
Alex Tomás, técnico de la empresa, explicó a este digital que utilizaron uno o dos ejemplares de águilas de Harris de Perú que son de bajo vuelo y un halcón de alto vuelo para que las palomas vieran que no es un sitio seguro para comer y se fueran. Metrópoli ha verificado que en el área previamente ocupada por estas aves, actualmente no se registra la presencia de ninguna de ellas.
Alimentadores de palomas
Carmen Maté, directora de Bienestar Animal del Ayuntamiento, señala que evitar la alimentación de palomas "es otro factor clave para evitar la fidelización de estas". "Son muy fieles a los espacios donde encuentran comida", apunta. Por ello, trabajan en las interacciones con los grandes alimentadores y la detección de otras tipologías de alimentadores con el servicio de gestión de conflictos.
"Son personas que interpelan, hacen un diagnóstico, establecen un vínculo con estas personas e intentan saber cuáles son las motivaciones y los perfiles para poder ajustar la estrategia", explica. Hay tres tipologías de alimentadores: los pasivos, activos pero esporádicos y los grandes alimentadores. Algunos perfiles, según Maté, "presenten una vinculación con la soledad, aunque también hay otros".
Además del trabajo con la detección de alimentadores, también "se aborda el evitar que los bares y restaurantes dejen comida fuera para evitar esta fidelización y llevar a cabo actuaciones con turistas y visitantes". Sobre la prohibición de alimentarlas, ha aclarado que quieren hacer "todo lo posible para no hacer el decreto". Sin embargo, si la cetrería y demás medidas no dan los resultados esperados, "se aplicará esta opción".