Fotomontaje de Ernest Maragall, Ada Colau y Jaume Collboni, en el Ayuntamiento de Barcelona / METRÓPOLI

Fotomontaje de Ernest Maragall, Ada Colau y Jaume Collboni, en el Ayuntamiento de Barcelona / METRÓPOLI

Información municipal

Colau, Maragall y Collboni empatan en la carrera por la alcaldía de Barcelona

La candidata de los comunes es la peor valorada, pero sigue en la lucha por la primera posición frente a republicanos y socialistas

12 enero, 2023 00:00

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Máxima igualdad, justo cuando ha arrancado la carrera electoral, con todos los candidatos ya enfrascados en la oferta de iniciativas y proyectos. Ada Colau, Ernest Maragall y Jaume Collboni protagonizan un triple empate según el último sondeo de Electomanía para Metrópoli. Los tres alcaldables por Barcelona logran 12 concejales,  mientras que Xavier Trias queda por detrás, con cinco ediles, que son los mismos que obtuvo JxCat en las elecciones de 2019.

El empate, en este mes de enero, constata que será alcalde, realmente, el que saque la cabeza, aunque sea por la mínima. En un escenario de máxima igualdad, quien gane las elecciones tendrá la legitimidad para pedir otros apoyos. No fue lo que sucedió, sin embargo, en los comicios de 2019, cuando el ganador fue Ernest Maragall, y los votos de la formación de Manuel Valls sirvieron para que fuera alcaldesa Ada Colau, con el apoyo de los socialistas.

El sondeo de Electomía deja primera, por la mínima, a Ada Colau, con el 22,4% de los votos, lo que supondría un ascenso respecto al 20,7% que logró en las elecciones de 2019. Y lejos, sin embargo, de su victoria en 2015, cuando obtuvo el 25,21% de los sufragios. En este caso se trata de una décima más que el segundo, que sería el republicano Ernest Maragall, con el 22,3%. El tercero en liza es Jaume Collboni, con el 21,7%. Todos muy igualados, con 12 concejales.

 

 

El sondeo refleja una fotografía, la de ahora, con un trabajo de campo realizado entre el 16 de diciembre y el 5 de enero. Se trata de una muestra que se va renovando a lo largo de los meses, y que cuenta con 6.370 respuestas. Y lo que ofrece es una competición entre tres candidatos con opciones reales para conseguir la alcaldía de Barcelona, y con un cuarto alcaldable más, Xavier Trias. El resto, según la encuesta, no lograrían pasar el filtro mínimo del 5%, el necesario para obtener representación.

Estarían a punto de entrar en el consistorio tanto la CUP como el PP, que ya tiene candidato en la figura de Daniel Sirera. Las dos formaciones consiguen un 4,5%. Lejos queda Ciudadanos, con 3,3%; Valents, de Eva Parera, con el 3,1%; Vox también con el 3,1%. Con algo menos de apoyo, aparece Sandro Rosell, con el 2,9%, y el abogado Daniel Vosseler, al frente de Barcelona ets tu, con el 1%.

 

Y con esa fotografía comienza la carrera, que ha venido protagonizada en los últimos días con un encuentro singular, el de Xavier Trias con Ada Colau. Los dos comieron juntos para evidenciar que se pueden discrepar, pero siempre guardando las formas. Sin embargo, los dos candidatos quisieron trasladar un mensaje que les beneficia: la alcaldía de Barcelona es ‘cosa de dos’, de dos proyectos, el de Trias o el de Colau, haciendo luz de gas al resto de alcaldables.

Las valoraciones de candidatos no indican eso, precisamente. Y esas valoraciones son clave a la hora de establecer porcentajes. La cocina de toda encuesta tiene en cuenta dos factores, el recuerdo de voto y la valoración personal. Difícilmente un candidato obtiene un buen resultado con un suspenso clamoroso en la valoración. Pero Colau presenta batalla, con esos doce concejales, pese a ser valorada con un 3,8, por debajo de los otros tres candidatos de partidos grandes, Ernest Maragall, con un 4,6; Xavier Trias, con el 4,3; y Jaume Collboni, con el 4,2.

 

Si esta fotografía se mantuviera, las opciones de gobierno municipal se clarificarían, con los comunes y ERC muy proclives a gobernar juntos. Lo que estaría en juego es la propia alcaldía, y los republicanos reclamarían esta vez su oportunidad, después de ser desbancados en 2019.

Para los socialistas sería un mal resultado, porque tanto republicanos como comunes mantienen un idilio para llegar a acuerdos tanto en el Ayuntamiento de Barcelona como en el Parlament de Catalunya.