Hartazgo por el colapso de tráfico provocado por el carril bici de vía Augusta: "Estamos indignados"

Una de las obsesiones del gobierno municipal en el presente mandato ha sido la modificación, a marchas forzadas, de la movilidad en la ciudad. La guerra al vehículo privado en Barcelona se ha escenificado en la vía pública mediante múltiples cambios, entre los que destacan la pérdida de plazas de estacionamiento y el incremento de la red de carriles bici.

La previsión municipal es ambiciosa. La administración barcelonesa quiere llegar a los comicios del próximo mes de mayo con 308 kilómetros de ciclovías en la ciudad, con algunas proyectadas en calles principales para el tráfico como la calle de Mallorca, la avenida Diagonal o la Gran Via de les Corts Catalanes.

La vía Augusta es otra de las arterias en las que la bicicleta ganará terreno al coche. El carril bici que ya se inició en un primer tramo continúa su extensión hasta alcanzar el acceso a la capital catalana desde el túnel de Vallvidrera. Las obras son causantes de un caos circulatorio en horas punta por la supresión de un carril de circulación en sentido Besòs, y la movilidad en la zona cuenta con un futuro poco halagüeño previsto por los vecinos afectados.

PRIMERA FASE

Una de las arterias señaladas por el gobierno municipal para restar espacio al vehículo privado en este mandato ha sido la vía Augusta. Para lograrlo, el Ayuntamiento proyectó este carril bici en dos fases, que se inició entre las confluencias de esta arteria con las calles de Laforja y de Ganduxer.

Esta transformación se ha traducido en la supresión de espacios de servicios con sus debidos estacionamientos y zonas de carga y descarga, pero la incidencia ha sido mayor en cuanto a los carriles de circulación se refiere. En algunos tramos, la pérdida ha alcanzado cuatro carriles con la suma de los dos sentidos de la marcha.

El proyecto, que dispuso de luz verde municipal a finales de abril de 2022, ha contado con una asignación económica que ha alcanzado los 2.143.622,72 euros.

Tráfico en la vía Augusta / RP

SEGUNDA FASE

El acecho al coche en la vía Augusta no se ha limitado al anterior tramo. La segunda parte impulsada por el gobierno municipal ha abarcado el trayecto entre los cruces de vía Augusta con las calles de Ganduxer y de Dolors Monserdà, donde las supresiones derivadas de la ciclovía están teniendo una gran afectación.

Los trabajos, que rozan el millón de euros, han restado más de 150 plazas de aparcamiento, entre las que se encuentran 35 estacionamientos de zona azul, 57 de área verde y 64 para motocicletas. Pese a estas elevadas cifras, el cambio que ha provocado un mayor impacto ha sido la reducción de un carril en sentido Besòs ya materializada por las obras, una problemática que conductores y vecinos sufren a diario.

"ESTAMOS INDIGNADOS"

La Asociación de Vecinos de les Tres Torres expresa la "indignación" vecinal por los colapsos ocasionados a raíz de las obras del carril bici. Su presidenta, Julia Herrero, lamenta que esta situación se repita en las horas punta. "Habrá que ver cuando acaben las obras, pero ahora hay una mayor ocupación y desorden", afirma.

El colectivo vecinal lamenta que la implementación del carril bici sea una "decisión prioritaria" del gobierno de Colau, y denuncia que el consistorio no haya facilitado la participación de los vecinos para decidir sobre esta transformación: "La convocatoria no ha llegado al ciudadano, han decidido mil personas de toda Barcelona, y no del barrio. Denunciamos la falta de participación de todos los afectados", señala.

Colapso en la vía Augusta / RP

La líder vecinal detalla que no se trata de una oposición a un "cambio de movilidad", pero insiste en que esta modificación no se puede realizar "a costa de perjudicar a los demás".

CONTRA COCHE Y TRANSPORTE PÚBLICO

Algunos de los conductores afectados expresan su rechazo a los trabajos del carril bici a este medio. Uno de los perjudicados, que realiza el trayecto entre Sant Cugat y Les Corts frecuentemente con un utilitario por motivos laborales, denuncia el colapso que sufre diariamente en esta ruta, tanto en su entrada a la capital catalana como al circular por la ciudad. "Lo más difícil ya era entrar a primera hora de la mañana y el carril bici nos ha rematado", asegura tras remarcar que también sufre atascos en arterias como la "Ronda General Mitre y la Diagonal".

Una motorista barcelonesa que hace uso de este vehículo para llevar y recoger a su hijo de la escuela tampoco es optimista con la situación. Aunque reconoce tener "menos problemas" con este vehículo que quienes optan por el coche, garantiza que tarda "mucho más" desde que el consistorio eliminó el carril de circulación en sentido Besòs, y no espera que la situación cambie con la finalización de las obras.

La problemática también alcanza al transporte público. Así lo explica un taxista que circula con un cliente por el carril contiguo a la futura ciclovía. "El tráfico está peor desde las obras del carril bici, los atascos ya se han convertido en normales a determinadas horas", señala. El chófer lamenta que los trabajos hayan afectado a la velocidad comercial de este medio, pero también a la de los autobuses. "Antes pasábamos por ese carril, y ahora ya no podemos", sentencia.