Cierran la polémica discoteca Wanasah de la zona alta de Barcelona. Según confirman fuentes municipales a Metrópoli, este local de ocio nocturno --que pertenece a la cadena hotelera Meliá-- bajó la persiana el pasado marzo y la empresa hotelera ampliará sus lujosas instalaciones.
En enero, el distrito de Les Corts precintó el local, ya que, "después de varias inspecciones, se encontraron irregularidades relacionadas con la seguridad del establecimiento", asegura el Ayuntamiento de Barcelona. Paralelamente a esta actuación, la propiedad actual pidió judicialmente el desahucio del inquilino que estaba explotando la discoteca, algo que se hizo efectivo hace escasos dos meses.
Fuentes del consistorio aseguran que el dueño de este espacio es el hotel Meliá de la avenida de Sarrià, situado a pocos metros de la discoteca. Anteriores propietarios y fuentes vecinales explican a este digital que el proyecto que tiene en manos la empresa de Jaume Gabriel Escarrer pasa por la ampliación del Serena Spa Collection, que se encuentra dentro del prestigioso hotel. Este pequeño espacio de relax cuenta, hasta ahora, con dos saunas y una piscina interior con jacuzzis.
Julià Gabriel Escarrer abandonó la presidencia del grupo Meliá a los 88 años. Dejó el legado a su hijo, CEO de Meliá Hotels International desde el 22 de junio de 2023, cuando la empresa hotelera hizo pública la decisión.
La ampliación del Melià Sarrià
No obstante, desde Meliá insisten en que "no hay ningún proyecto en marcha". Preguntados por el motivo del cierre y el futuro de la discoteca Wanasah, no han contestado a las peticiones de este digital. No obstante, tal como confirma el Ayuntamiento de Barcelona, ya se han licitado las obras para hacer una cubierta y, por lo tanto, el consistorio confirma que sí que hay un plan de ampliación del hotel, situado en el número 50 de la avenida de Sarrià.
La discoteca Wanasah, de ambiente árabe, estaba en el número 44 de la misma calle y tanto la Guardia Urbana como los Mossos d'Esquadra han hecho varias redadas. En febrero del año pasado, en uno de estos macrodispositivos, detuvieron a dos personas, identificaron a otras 37 que acumulaban 72 antecedentes policiales y levantaron cuatro actas por la presencia de sustancias estupefacientes, armas y por incumplimiento de las medidas de seguridad.
Una discoteca conflictiva muy cerca del hotel
En noviembre, se hizo otro dispositivo conjunto de más de 60 agentes de la policía autonómica y municipal, que se saldó con nueve denunciados por posesión de drogas y un detenido por traficar con ellas. Arrestaron a una persona, identificaron a otras 84 y se levantaron ocho actas administrativas por varias infracciones. Dos meses después de esta redada, fue cuando la Guardia Urbana precintó el local y, en marzo, cesó definitivamente al inquilino que explotaba el espacio.
Algunos de los clientes de este local han denunciado públicamente varios problemas de incivismo: "Servicio indecente, ambiente para delincuentes y peleas en la calle", lamenta un usuario en las reseñas de Google. Uno de los comentarios que más se repite hace referencia a la presencia de ladrones, menores de edad y agresiones en las inmediaciones de la sala.
Un antiguo 'strip club'
Los problemas de este establecimiento no empezaron con la apertura de la sala Wanasah. Anteriormente, a pesar de que su licencia era de discoteca, fue un strip club que, tras la ruptura empresarial entre sus propietarios, pasó a manos de otros dueños, entre los que se encontraba el clan de Los Solsona. Tal y como avanzó Crónica Global, refundaron el local, que siguió siendo un club de estriptis rebautizado como Sarrià 44 BCN. Este grupo de proxenetas estaba siendo investigado por la Audiencia Nacional por blanqueo de capitales en varios prostíbulos cuando se afincaron en Barcelona. El polémico club cerró, dando pie a lo que más tarde se convirtió en la discoteca árabe Wanasah, que también ha acabado bajando la persiana.
Metrópoli se ha puesto en contacto con Wanasah, pero a fecha de publicación no ha obtenido respuesta.