Septiembre llega a Barcelona en un momento complicado. La crisis sanitaria por el Covid-19 sigue sin cesar, pese al descenso de casos que hubo tras el confinamiento. El parón del verano ha hecho que se vuelvan a disparar las alarmas por el número de infectados, pero la vida continúa y el ritmo frenético del primer trimestre volverá a notarse en la capital catalana.
Entre el lunes y el martes, que coinciden con el final de agosto y el principio de septiembre, está previsto que la ciudad condal recupere su trajín habitual. Aunque el Govern de la Generalitat haya pedido encarecidamente a las empresas que modifiquen e intenten reducir los horarios de sus trabajadores, se espera que la movilidad se incremente notablemente.
FRECUENCIA DE PASO EN EL METRO
Todavía se espera que el ejecutivo catalán concrete como se aliviarán las aglomeraciones habituales que se cifran en el metro de la ciudad. Tras la prohibición de realizar reuniones de más de diez personas, aunque lleven mascarillas, el uso del suburbano podría complicar la situación.
Meritxell Budó, consellera de la Presidencia y portavoz de la Generalidad de Cataluña, especificó en una rueda de prensa que la frecuencia de paso de los trenes será "tan alta como permita la red del suburbano", por lo que el número de viajeros será elevado, aunque en menor cantidad debido a la petición que el Govern hizo a las empresas.
Un vagón de metro lleno de usuarios con mascarilla / EFE
MEDIDAS HIGIÉNICOSANITARIAS
Rosa Alarcón, regidora de movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, confirmó que el metro de la ciudad cumplirá con las medidas higiénicosanitarias exigidas por la situación excepcional del coronavirus. Especificó que los pasamanos de los vagones se descontaminan con luz ultravioleta, mientras que la ventilación de los convoyes transporta compuestos virucidas para la conservación de la esterilidad del ambiente.
Antes de la pandemia, TMB aprobó una ambiciosa inversión de 400 millones de euros para comprar nuevos vagones de metro, mucho más modernos para poder sustituir a los antiguos con la intención de aumentar la frecuencia de paso. Es por eso que en las líneas L1 (roja) y L5 (azul), que son las más demandadas del entramado, se notará una mayor circulación de trenes. La línea cinco, durante las horas de más afluencia, aumentará su frecuencia con un convoy cada tres minutos, teniendo 35 trenes en ruta, mientras que en la línea uno habrá 33.
BUSES, VEHÍCULO PRIVADO Y CARRIL BICI
Alarcón también aseguró que los autobuses interurbanos cuentan con medidas que los convierten en uno de los transportes más seguros ante la pandemia.
Las medidas que ha llevado a cabo el consistorio durante este verano han dejado en segundo plano al vehículo privado. También el notable crecimiento del carril bici propicia que esta sea una de las vías por las que más vayan a optar los barceloneses en su "vuelta a la rutina".