Motos en Barcelona / METRÓPOLI - HUGO FERNÁNDEZ

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Movilidad

Estos son los puntos negros para motoristas en Barcelona

La capital catalana cuenta con numerosos riesgos para los conductores de estos vehículos

16 enero, 2022 00:00

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Barcelona es la ciudad líder en Europa en lo que a motos se refiere. Colectivos como la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras confirman este dato, que coloca a la capital catalana por delante de otras grandes ciudades del continente como París o Berlín.

Este dato no parece relevante para el actual gobierno municipal de Barcelona. La ciudad presenta muchas carencias en materia de seguridad para los motoristas, lo que provoca un incremento de la siniestralidad que, en los peores casos, finalizan con víctimas mortales como Martí Estela, el joven que falleció tras impactar con un bloque de hormigón tipo New Jersey.

El urbanismo táctico de Colau se ha sumado a los riesgos ya existentes, lo que ha generado un aumento de la peligrosidad y los puntos negros para los motociclistas a los que no se pone solución.

Cojines berlineses degradados en Barcelona / METRÓPOLI - RP

Cojines berlineses degradados en Barcelona / METRÓPOLI - RP

MAYOR RIESGO

El colectivo Motoristes BCN lamenta que el "urbanismo táctico" haya aumentado el "riesgo" para los motoristas, por lo que los puntos de la ciudad que suponen un peligro no han dejado de multiplicarse. Los cojines berlineses son unos de los principales señalados. Según apuntaron fuentes municipales a este medio, en Barcelona se han instalado 557 elementos de este tipo. "Son alegales y resbalan mucho. En días de lluvia la caída es segura", indican desde el grupo motociclista.

Las pacificaciones de las escuelas también preocupan entre los conductores de motocicletas, tanto por la pintura con la que se señalan como por las peligrosas barandillas que delimitan las zonas para los alumnos. "Están poniendo pinturas no reglamentadas para indicar el espacio de las escuelas, y colocan barandillas a escasos cinco o 10 centímetros de la calzada, por lo que un niño puede sacar la mano y hacerse daño" afirman desde Motoristes BCN. Además, remarcan el riesgo que supone para los vehículos de dos ruedas: "Estas barandillas acaban en una punta recta, si una moto o una bici impacta a 25 kilómetros por hora es como si se cayera desde una altura de 3,6 metros".

Pacificación ante una escuela en la confluencia de la calle dels Castillejos con la calle del Consell de Cent / METRÓPOLI - RP

Pacificación ante una escuela en la confluencia de la calle dels Castillejos con la calle del Consell de Cent / METRÓPOLI - RP

En líneas generales, el grupo motociclista remarca que "hay errores en la ejecución del plan de movilidad de Barcelona", y destacan elementos al margen de los ya mencionados como son las "otras marcas viales inexistentes, bandas sonoras y calzadas en mal estado" por toda la ciudad.

VÍAS CONFLICTIVAS

Motoristes BCN define numerosas vías conflictivas en la capital catalana. Entre los puntos negros para los conductores existen algunos que ya se han convertido en clásicos, como la Ronda de Dalt, la Ronda Litoral y la calle de Aragó. "Las motos son tan reducidas de tamaño que hay un gran ángulo muerto", explica el colectivo motorista. En otros puntos, como la confluencia de la Ronda del General Mitre con vía Augusta al salir de la Ronda del Mig, la problemática se encuentra en la combinación semafórica: "El semáforo está alejado del cruce, y mucha gente pasa ámbar cuando el otro ya está en verde".

La calle del Bruc se ha convertido en otra vía conflictiva. A la altura del Mercado de la Concepció, la reducción de un carril y la presencia de un cojín berlinés a escasos metros ha provocado una gran inseguridad. Tampoco ayudan las rotondas de Francesc Macià ni la ubicada en el cruce entre la calle de la Marina y la avenida Meridiana, que son "de las más peligrosas de Barcelona".

Confluencia de la Ronda del General Mitre con la vía Augusta / METRÓPOLI - RP

Confluencia de la Ronda del General Mitre con la vía Augusta / METRÓPOLI - RP

El cruce entre las calles de la Marina y del Consell de Cent se suma a la lista al ser un emplazamiento en el que "faltaría una delimitación más concreta", una problemática que se añade a otras como el estado de la señalización en la Bonanova. Las confluencias entre la calle de Balmes y Gran Via, así como ésta última con la calle de Amadeu Oller.

CARRILES BUS Y PAVIMENTO

Algunos carriles bus también contribuyen a la peligrosidad en la ciudad. Ejemplo de ello, según Motoristes BCN, se encuentra en el carril bus/bici de la calle de Sants. En muchos otros, la estrechez de la vía resulta un inconveniente, ya que "el bus tiene que invadir el carril contiguo".

El estado "lamentable" del pavimento barcelonés es otra preocupación más. El colectivo destaca la importancia del "mantenimiento de las calzadas", con medidas como la "limpieza" de las mismas, hace especial hincapié en los pavimentos resbaladizos como el existente en la calle del Torrent de l'Olla.

Pintura deslizante que indica la cercanía de una escuela / METRÓPOLI - RP

Pintura deslizante que indica la cercanía de una escuela / METRÓPOLI - RP

El nuevo túnel de Glòries tampoco se libra. El pavimento "irregular de cemento" no ayuda a disponer de una calzada firme, lo que penaliza, una vez más, a los motoristas.

DESASTRE EN EL EIXAMPLE

El grupo motociclista destaca que el Eixample se ha consolidado como el distrito que mayor peligrosidad reviste para todos aquellos que circulen en moto por Barcelona, ya que es la zona en la que se concentra el mayor número de puntos negros y en la que ha habido una fuerte irrupción de las medidas de urbanismo táctico.

Rotonda de la calle de la Marina con la avenida Meridiana / METRÓPOLI - RP

Rotonda de la calle de la Marina con la avenida Meridiana / METRÓPOLI - RP

La actual trama, además, ha facilitado la existencia de espacios crimípetos. Como apunta un informe del Observatorio de Criminología Vial, en estos emplazamientos que se extienden por la capital catalana se mezclan intersecciones para peatones y ciclistas como "usuarios más vulnerables del entramado vial". Pese a que la finalidad es proteger a éstos, se genera el efecto contrario, provocando un "aumento de la siniestralidad" y un mayor "riesgo de atropellos".