Barcelona está sumida en una oleada de pacificaciones. En la recta final del mandato, la capital catalana cuenta con numerosos proyectos en ejecución y otros ya realizados para restar espacio al vehículo privado y cederlo a nuevos carriles bici, la ampliación de las aceras y otras transformaciones que colaboran a incrementar el caos circulatorio que reina en la ciudad.
Entre los últimos ejemplos de esta tendencia, se encuentran las futuras obras para culminar una pacificación en el distrito de Sant Martí, así como los trabajos ejecutados en el barrio de Navas que han contado con oposición vecinal.
Al margen de las modificaciones ya proyectadas, el gobierno municipal ya estudia pacificaciones futuras. Una de ellas es la correspondiente a la calle del Cardenal Reig, unos trabajos sobre los que el Ayuntamiento ya ha elaborado un estudio previo con propuestas que no convencen al barrio.
PROPUESTAS
Carlos Hornero (PSC), consejero del distrito de Les Corts, presentó el pasado jueves una sesión en la que invitó a los vecinos a reflexionar sobre el futuro de la vía. En la sesión recibió el acompañamiento de dos arquitectos que han elaborado un estudio previo con tres propuestas para transformar esta arteria que se encuentra junto al Camp Nou. La primera proposición barajó la posibilidad de eliminar un carril en cada sentido de circulación y el establecimiento de una "rambla de siete metros" de ancho en el centro de la calle, donde actualmente se encuentra la mediana.
La segunda opción incluyó un carril bici. La idea pasó por la creación de una ciclovía bidireccional de cuatro metros de ancho en sustitución de la mediana, un espacio conseguido a base de suprimir un carril de circulación por sentido.
El tercer caso, como los anteriores, conllevó la eliminación de un carril por sentido y el mantenimiento de los carriles de servicios existentes. El carril bici bidireccional se conservó, pero en este caso la planificación lo situó en el lado montaña, al tiempo que se proyectó la ampliación de la acera mar.
RECHAZO VECINAL
El más de medio centenar de vecinos presentes en la sesión se mostraron en contra del proyecto. Muchos de ellos propusieron que el consistorio barcelonés pusiera una cuarta opción sobre la mesa, basada en el mantenimiento de la calle del Cardenal Reig en su estado actual, entre las insistencias de Hornero por buscar propuestas de transformación entre los presentes.
Andrés Quílez, presidente de la Asociación de Vecinos de Sant Ramon, explica que la mayoría de residentes pide que la calle "no se toque", y reclama que antes de tratar cualquier modificación se lleve a cabo un "estudio de movilidad" de la zona.
El líder vecinal insiste en que la distribución actual permite "pasear por las aceras tranquilamente", y señala que en la vía "no hay un tráfico excesivo". "Si quitamos carriles tendremos más atascos, cuando el bus pare los vehículos de detrás tendrán que esperar. No podemos anular al coche", relata Quílez.
NO TOCAR NADA
Marta de Prats, presidenta de la Asociación de Vecinos de l'Avinguda de Xile, se muestra partidaria de "no tocar nada" en la calle del Cardenal Reig, y recuerda que el consistorio ya ha llevado a cabo otras "chapuzas" como la transformación de la calle del Pisuerga, donde se suprimió un carril de circulación y se incluyó un carril bici bidireccional por el que pasan escasos ciclistas.
La presidenta del colectivo vecinal también referencia la problemática circulatoria durante los días de partido del Barça. En este aspecto, recuerda el caos que supone que más de un centenar de buses utilicen la avenida de Xile para salir tras el encuentro, una circulación para la que el consistorio cambia el sentido de la vía y ocasiona problemas de movilidad. En su lugar, reitera que estos vehículos utilicen otras vías para salir de la zona, como la avenida del Doctor Marañón.