Indicador de la ZBE en la ronda Litoral

Indicador de la ZBE en la ronda Litoral EFE

Movilidad

Europa retoma la investigación de la Zona de Bajas Emisiones de Barcelona

El barcelonés Martin Gurría fuerza, mediante una petición al Parlamento Europeo, que la Comisión deba emitir un informe actualizado sobre la posible vulneración de derechos fundamentales en la aplicación de la ZBE en Barcelona

20 marzo, 2024 23:34

La Zona de Bajas Emisiones (ZBE) ha vuelto a ser objeto de debate en Europa gracias a la iniciativa de un barcelonés. Martín Gurría, quien ya denunció la vulneración de derechos relativa a las restricciones circulatorias en el Parlamento Europeo en 2021, intervino este martes en una Comisión de Peticiones en la que contó con el apoyo mayoritario de los grupos de la Eurocámara.

Gurría enumeró los perjuicios sobre la ciudadanía que ha ocasionado la ZBE, cuya primera ordenanza se llevó un revés judicial que tendrá un coste millonario para el Ayuntamiento de Barcelona. Los votos de los parlamentarios tras la petición han facilitado que Europa deba estudiar de nuevo un posible quebrantamiento de los derechos fundamentales de los barceloneses debido a las prohibiciones marcadas por la ZBE, por lo que la Comisión Europea tendrá que emitir un informe actualizado sobre las medidas tomadas por el consistorio para cumplir con los índices de contaminación que marca la Unión Europea.

Daños a los barceloneses

Durante su intervención en el Parlamento Europeo, Gurría lamentó los “graves daños que ha causado la aplicación de la ZBE a una parte muy significativa” de los barceloneses, especialmente a aquellos con “menor poder adquisitivo”. El ponente también criticó el criterio utilizado para vetar la circulación de los vehículos, que castiga a los automóviles y motocicletas más antiguos en lugar de hacerlo a los “más contaminantes”.

Martin Gurría durante su intervención en la Comisión

Martin Gurría durante su intervención en la Comisión PARLAMENTO EUROPEO

El respeto a la “legalidad, la proporcionalidad y los derechos de los ciudadanos” ante las restricciones fue otro de los puntos defendidos por Gurría. En este sentido, aseguró que “prohibir el uso del vehículo a un segmento de ciudadanos es una expropiación radical”, y apuntó que “si una propiedad o derecho es expropiado, el perjudicado debe ser compensado adecuadamente”.

En la ponencia, este barcelonés recordó que “el Ayuntamiento de Barcelona ha aumentado la red de carriles bici y ha disminuido los carriles de motos y coches, pero no ha invertido ni en Park&Ride ni en un aumento de la capacidad del transporte público”. “Se ha llevado una política de guerra a la movilidad del ciudadano, atacando al coche y la moto, constriñendo la capacidad viaria”, destacó.

Barcelona, portuaria y aeroportuaria

Gurría explicó que “Barcelona es una ciudad portuaria y aeroportuaria”, motivo del “45% de contaminación de la ciudad”. A todo ello, además, se deben sumar otros contaminantes, como “las calefacciones, la incineradora y las zonas industriales”, sobre las que no se han aplicado medidas restrictivas.

El ponente lamentó que la Unión Europea no tenga “la empatía necesaria ni entienda el sufrimiento de miles de perjudicados, ni la intención de compensarles por la expropiación radical del uso de sus vehículos”, lo que supone “graves violaciones de derechos fundamentales como ciudadanos europeos” y demuestra que “la lucha contra la contaminación es arbitraria”.

Indicador de la ZBE en la ronda de Dalt

Indicador de la ZBE en la ronda de Dalt AJ BCN

Límite de contaminantes

Daniel Fernández, representante de la Comisión Europea, remarcó en respuesta a Gurría que “los valores límite de contaminantes que entraron en vigor en 2010 son de obligado cumplimiento”, unas cifras que Barcelona y Madrid sobrepasaron y por las que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) castigó al país.

En este sentido, Fernández destacó que Europa valoró positivamente las restricciones ciruclatorias como medida para reducir la contaminación, e insistió en que la Comisión “seguirá vigilando” el cumplimiento de la sentencia emitida por la justicia europea contra España.

Cuestión reabierta

Pese a que a mediados de 2023 la Comisión Europea desestimó la petición que realizó Gurría en 2021 en términos similares, el apoyo mayoritario de la Eurocámara a la iniciativa trasladada este martes obligará a Europa a realizar un informe actualizado sobre la adecuación de las medidas tomadas por el Ayuntamiento de Barcelona para cumplir con los índices de contaminación europeos.

Gurría valora como “muy positivo que el caso se mantenga abierto”, porque significa que “la lupa de Europa se mantiene en lo que se está haciendo en Barcelona”. En declaraciones a Metrópoli, este barcelonés explica que el caso de la capital catalana “está sirviendo como ejemplo de lo que no se tiene que hacer en Europa”.

En este aspecto, Gurría subraya la importancia de que no se vulneren las “leyes fundamentales de la Unión Europea”. Además, lamenta que el Ayuntamiento haya “vendido que todo va bien” respecto a las restricciones, obviando las problemáticas que ha cuasado a los barceloneses.