Román Sanahuja
Román Sanahuja Escofet, miembro de la saga de multimillonarios Sanahuja, es tan rico que se da el lujo de tener una empresa de seguridad para ricos y otra para pobres. Con un largo historial de escándalos en asuntos inmobiliarios, sobornos a políticos y especialista en escurrir el bulto ante Hacienda, él y su familia son propietarios de los centros comerciales L'Illa Diagonal, en la zona rica de Barcelona, y del Màgic Badalona, en la periferia. En la primera, se encarga de la vigilancia y la seguridad Prosegur, con buena reputación en el sector. En la segunda, se ocupa su empresa de bajo coste Davos Protección SL, que se ha visto salpicada por violaciones y otros delitos cometidos en el centro comercial. Pensó el potentado que despidiendo a la jefa de seguridad del Màgic taparía el descontrol y limpiaría su imagen. Pero ni así ha logrado escapar de los malos sucesos mediáticos ni de su fama de “cueva de impunidad de los agresores”, según las madres de las víctimas violadas.
Por el contrario, en L'Illa Diagonal, Prosegur, considerada una de las mejores empresas de seguridad del mundo, no para de evitar hurtos y carteristas que acechan a un público más selecto y adinerado, lo que permite presentar rendimientos económicos saneados a la empresa de los Sanahuja. De ahí que para la saga de multimillonarios, que antaño aparecieron en la revista Forbes aún hay clases y clientes de primera y de tercera. Por eso su catadura moral está de rebajas.