Esteve Riambau
Tras 14 años al frente de la Filmoteca de Catalunya, Esteve Riambau da un paso al lado. El veterano cineasta y crítico cultural cerrará una etapa en la que ha programado 14.000 películas y ha congregado a un millón y medio de espectadores. Durante este tiempo, el gestor ha sobrepasado toda clase de socavones: el traslado a la nueva sede del Raval, la crisis del Covid-19, las tensiones políticas y hasta una grave inundación que malogró parte del equipamiento.
El adiós de Riambau supone, sin embargo, una añorada victoria. Una de sus históricas reclamaciones se ha cumplido. El día de su partida, en julio, la Filmoteca dejará de estar adscrita al Institut Català d’ Empreses Culturals (ICEC) para convertirse en un equipamiento con autonomía y con personalidad jurídica propia. La entidad se emancipa, en palabras del propio Riambau, que ha conseguido hacer crecer a la institución hasta el punto de darle vida propia.
Quizás, el mayor reto de su mandato fuera el traslado al Raval. La nueva sede de la institución se ubicó en la plaza Salvador Seguí, una zona muy castigada por las drogas y la prostitución. No era fácil, por supuesto, mudarse de la acomodada avenida de Sarrià a Ciutat Vella, pero el traslado ha sido un "éxito", según Riambau, y nunca ha habido ningún problema dentro de las instalaciones. Es más, el veterano cineasta considera que el equipamiento “se ha integrado a la perfección en la zona y ha podido mejorar la calidad de vida y la oferta de ocio de los vecinos”.