Solo durante el 2023, el trabajo remoto experimentó un crecimiento de casi 20% en España, desafiando las expectativas de quienes prevén su desaparición.
Para muchos, la pandemia del coronavirus no es más que un recuerdo de hace ya varios años, sin embargo, para la gran mayoría, sigue siendo un evento que transformó no solo las fibras sociales, sino incluso las laborales.
El posicionamiento del trabajo remoto es sin duda uno de esos cambios que podría mantenerse durante generaciones.
Mientras que se estima que hasta 4 millones de españoles trabajan de forma remota, solo en el 2023 esta modalidad laboral experimentó un crecimiento de casi 20%. Pero el trabajo remoto no es solo el que realizamos desde casa, sino todo aquel que se realiza fuera de las inmediaciones de la empresa que nos emplea.
Por eso, al hablar de trabajo remoto hacemos referencia principalmente a dos vertientes: quienes trabajan desde su casa, y quienes lo hacen desde centros de coworking, establecimientos de trabajo compartido que brindan ciertas comodidades similares a las que encontraríamos en una oficina.
Pero, ¿cuál modalidad es mejor?
¿Qué se necesita para el trabajo remoto?
Antes de estudiar si una modalidad es superior a la otra, es importante comprender qué necesitamos para poder trabajar (y mantener la productividad) de forma remota:
-Contar con una buena conexión a internet, con esta siendo estable y de alta velocidad.
-Tener dispositivos de trabajo capaces de realizar las labores correspondientes a tu rol en la empresa. Esto puede incluir una cámara, micrófono y una computadora o laptop con los componentes adecuados.
-Utilizar las herramientas adecuadas para asegurar la protección de los datos privados de la empresa.
-Tener una estación de trabajo adecuada, con buena iluminación y mueblería que brinde comodidad, así como la capacidad de trabajar durante la jornada sin desarrollar problemas físicos.
-Contar con un teléfono inteligente para una comunicación fluida y para realizar algunas actividades.
-Crear un ambiente con pocas distracciones para no comprometer la productividad y mantener la motivación.
Aunque puede haber algunas otras comodidades y beneficios necesarios para trabajar de manera remota (como un monitor adicional, impresora, escáner, organizadores), sin duda estos son los más importantes.
Ventajas y desventajas del coworking
Ahora, hablemos sobre los centros de coworking:
Ventajas
La principal ventaja que debemos tener en cuenta al elegir un centro de coworking, es que estos están diseñados para eliminar las distracciones, facilitando el desarrollo adecuado de las actividades y el cumplimiento de metas.
Estos espacios también proveen espacios diseñados para la comodidad de los trabajadores, así como un internet estable y de alta velocidad. Algunos cuentan con generadores eléctricos para evitar que una falla eléctrica afecte tu trabajo.
También cuentan con un amplio número de medidas de seguridad para evitar el extravío y robo de equipos. Desde soluciones clásicas como las cámaras de seguridad tipo domo hasta sistemas de control de acceso modernos, estos espacios hacen inversiones importantes para optimizar sus protocolos de seguridad.
Desventajas
Su principal desventaja es el precio, con estos centros requiriendo de una suscripción mensual o anual que puede ser muy costosa para aquellas personas que trabajan de manera independiente.
Adicionalmente, al ser espacios compartidos, la privacidad se ve comprometida, dificultando la comunicación fluida en reuniones, e incrementando el riesgo de la filtración de información confidencial.
Ventajas y desventajas del trabajo desde casa
En cuanto al trabajo desde casa, esto es lo mejor y lo peor que tiene:
Ventajas
La ventaja principal es que no tendremos que salir de casa para poder cumplir con nuestras actividades. Esto quiere decir que no tenemos que gastar tiempo y dinero en el transporte, no es necesario invertir en un uniforme particular, y podremos manejar mejor la planificación de nuestras actividades hogareñas, desde la cocina hasta la limpieza.
También nos brinda flexibilidad para realizar actividades más allá del hogar y del trabajo, por ejemplo, llevar a los peques al colegio o continuar con nuestra educación. Del mismo modo, nos brinda un espacio seguro para buscar trabajo adicional en caso de necesitar ingresos extra.
Desventajas
Aunque existe un ahorro importante en transporte y vestimenta, también es posible que tengamos que realizar grandes inversiones en el reacondicionamiento de espacios. Desde el cambio de la mueblería y la iluminación, hasta la compra de dispositivos para trabajar.
Trabajar desde casa también tiende a difuminar las líneas entre el trabajo y la vida hogareña, con las distracciones constantes y la destrucción de rutinas básicas siendo los problemas más reportados. La soledad, la falta de actividad física y el sentimiento de desgaste pueden intensificarse sin las rutinas adecuadas.
En última instancia, puede ser solitario y trastocar algunas dinámicas con el resto del equipo de trabajo si no se planifica de manera concienzuda.
Así, una opción no es mejor que la otra, sino que se adaptan a las necesidades de cada trabajador y empresa. Por suerte, ambas opciones se encuentran disponibles y es sencillo implementarlas sin demasiados compromisos, por lo que te recomendamos probarlas antes de tomar una decisión.
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Artículo elaborado en colaboración con Sandra Quezada