La capilla 'dels Segadors', el icono nacionalista de Sant Andreu que se cae a pedazos

La antigua capilla dels Segadors, ubicada en el barrio de Sant Andreu de Barcelona, corre un serio riesgo debido a la degradación de la estructura. A pesar de tratarse de uno de los iconos más importantes del nacionalismo catalán y ser una edificación emblemática de la historia de Catalunya, ni está ni se espera a corto plazo su rehabilitación.

Esta misma semana se ha aprobado una actuación de urgencia por parte del Ayuntamiento de Barcelona, un proyecto participado por el Col·legi d'Arquitectes de Catalunya, por el que se apuntalarán las paredes de la capilla y se construirá un techado para evitar que las inclemencias meteorológicas y el paso del tiempo termine destruyendo por completo las ruinas, adosadas a la actual iglesia de Sant Andreu.

Bien patrimonial

La Asociación de Vecinos del barrio ha explicado a Metrópoli que celebran los trabajos que se llevarán a cabo. No obstante, "lo verdaderamente eficaz sería restaurar la capilla por completo". Ello permitiría, además, lograr una de las máximas de entidades vecinales, que es el "poder disfrutar del patrimonio que nos queda".

La capilla 'dels Segadors' de Sant Andreu BETEVÉ

Y es que Sant Andreu era, antes de la expansión de Barcelona de entre finales del siglo XIX y principios del XX, una de las villas independientes más grandes cercanas a la capital catalana. Su patrimonio histórico es rico por el pueblo que fue antaño. Por ello, "llevamos años luchando por recuperar los restos históricos de Sant Andreu". Esta capilla, que data del siglo XVII, "carece de valor arquitectónico", según explican desde el centro de estudios Ignasi Iglesias, ya que todo lo que tenía se quemó entre la Semana Trágica de 1907 y la Guerra Civil, incluidos los archivos históricos. Sin embargo, sí tiene un valor simbólico muy fuerte, pues de aquí salieron los campesinos que dieron nombre al himno de Catalunya.

En este sentido, recuerdan que en 2022, la unión de varias asociaciones del barrio logró que se diera la consideración a estas ruinas de Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN), algo que "debería facilitar el proceso para obtener financiación para su total restauración". Sin embargo, reconocen la dificultad del proyecto, ya que "Barcelona tiene mucho patrimonio que restaurar y conservar".

Proyecto de consolidación con la creación de un cubierta Ayuntamiento de Barcelona

Obras

Por el momento, no obstante, se espera que a lo largo de 2024 se lleve a cabo esta actuación para apuntalar el espacio. Sobre una posterior rehabilitación para devolver la capilla a un estado similar al original, "todavía no nos han dicho nada". De hecho, el Ayuntamiento ha confirmado a este digital que la prioridad está ahora en asegurar y proteger lo que queda de la estructura. Todavía no hay fecha en el horizonte para devolver su antigua gloria a la que podría considerarse la cuna del nacionalismo catalán o, cuando menos, uno de sus principales símbolos.

Guerra dels Segadors

Y es que, un 22 de mayo de 1640, campesinos de toda Catalunya se conjuraron en la capilla para protestar contra los abusos de las tropas reales de la Monarquía Hispánica hacia el campesinado. Tras una larga travesía, pernoctaron y se refugiaron en la capilla para, poco después, consagrarse al Santo Cristo y dirigirse a Barcelona.

Lo que empezó como una protesta, terminó como una revuelta popular iniciada en el conocido Corpus de Sangre. Los campesinos se camuflaron entre los temporeros que venían de todo el Principado a faenar en los campos de Barcelona, se infiltraron en la ciudad y atacaron a las tropas y funcionarios reales. El 7 de junio de 1640 mataron a Dalmau de Queralt, conde de Santa Coloma y virrey de Catalunya. Estallaba así la conocida como la Guerra dels Segadors. Lo que comenzó como unos campesinos saliendo de esta capilla de Sant Andreu, terminaría dando nombre al himno de Catalunya.

Pintura dels Segadors matando al virrey de Catalunya H.Miralles

La capilla se encuentra adosada a la parroquia de Sant Andreu. La construcción actual es del siglo XIX. La capilla, sin embargo, es anterior y se sabe de una primera construcción religiosa desde el 966 después de Cristo. A lo largo de la historia, la parroquia ha sufrido varias destrucciones, incendios y reconstrucciones. La última de ellas fue durante la Guerra Civil. No obstante, en esta capilla, el paso del tiempo, la presencia de palomas y el abandono han pasado factura, pues nada queda ya salvo las cuatro paredes que forman la estructura.