La reforma de la calle de Balmes, entre las plazas Molina y de Joaquim Folguera, agoniza en los cajones municipales desde hace siete años. Fuentes municipales reconocen que el proyecto está aprobado pero que no se ejecuta por falta de presupuesto. "Está pendiente de dotación presupuestaria", son las palabras exactas utilizadas. La última remodelación de la arteria data del mandato de Xavier Trias en la alcaldía.
La propuesta fue consensuada con vecinos y comerciantes. En un primer momento estaba previsto que las obras se iniciaran en 2015. Posteriormente, el proyecto fue actualizado en 2018, pero cuatro años después los trabajos siguen sin empezar. Y este 2022 ya no se hará porque no se ha incluido una partida en el presupuesto aprobado por el gobierno de Ada Colau y Jaume Collboni con el apoyo de Valents y la abstención de ERC, denuncia JuntsxCat.
DOS CARRILES POR SENTIDO Y CINCO PASOS DE CEBRA
La transformación de la calle prevé ensanchar las aceras hasta los cuatro y 4,4 metros, incorporar una línea de tilos en cada lado, habilitar dos carriles de circulación en cada sentido y poner cinco nuevos pasos de peatones en las esquinas de Balmes con Bertran, Putxet, Copèrnic, Sant Elies y la plaza Molina. De esta forma, la vía tendría un entorno más amable y serviría de conexión entre los barrios de El Farró y Galvany, dice JuntsxCat. El exconcejal socialista de Sarrià, Daniel Mòdol, confirma que éste es el último dibujo consensuado con los vecinos. Al cierre de este artículo, el área de Ecología Urbana y Urbanismo de Janet Sanz no había atendido a los requerimientos informativos de este medio sobre si el proyecto citado por JuntsxCat es el que se ejecutará.
La excusa de la falta de presupuesto no es nueva. En marzo de 2021, el concejal de Sarrià-Sant Gervasi, Albert Batlle, ya se refirió a ella en la Audiencia Pública del distrito. Batlle reconoció que era una "obra pendiente" que no se ejecutaba por razones presupuestarias. El coste puede oscilar entre los 10 y 13 millones de euros. Para Elsa Artadi, presidenta de JuntsxCat, es una de las actuaciones más "urgentes y necesarias" del distrito de Sarrià-Sant Gervasi.
SI HAY PRESUPUESTO PARA EL TRANVÍA Y LA SUPERILLA
Sin embargo, este 2021 el gobierno municipal sí ha encontrado el dinero para ejecutar la conexión del tranvía por la Diagonal entre Glòries y la calle de Girona, unos 56 millones de euros en menos de dos años; la superilla del Eixample, que recibirá una inyección de 52,7 millones de euros entre junio de 2022 y el primer trimestre de 2023, y la remodelación de vía Laietana, que costará 32,9 millones hasta el 2024. La Rambla es otro de los proyectos que se tendrá que contentar con la propina municipal, con solo tres millones para una reforma presupuestada en 44,5.
El citado tramo de la calle de Balmes es uno de los pocos que quedan por reurbanizar, aunque no el único. Las mejoras empezaron con Jordi Hereu, continuaron con Trias y deberían haber culminado con Colau, pero ni el pasado mandato ni éste (por ahora) se ha hecho nada. "Con la llegada de Colau a la alcaldía se paralizó y se guardó en un cajón un proyecto de reforma acordado por Trias encaminado a ampliar las aceras y a reducir el tráfico, siguiendo el modo del tramo entre Aragó y la plaza Molina", apunta Artadi. Hace unos días, la alcaldable de JuntsxCat participó en una pegada de carteles para reclamar la reforma.
ACERAS ESTRECHAS Y MÁS ACCIDENTES
En la actualidad, esta parte de la calle de Balmes, con cerca de un kilómetro entre ambas plazas, cuenta con dos carriles de circulación de bajada (más un tercero de servicios) y tres carriles abiertos al tráfico en sentido montaña. Las aceras son muy estrechas, de unos 2,5 metros, lo que hace imposible que se puedan poner árboles ni bancos. JuntxCat denuncia que es un tramo de calle donde hay accidentes -con atropellos de personas que cruzan fuera de las zonas señalizadas; solo hay cinco pasos de peatones-, coches que circulan a altas velocidades y más contaminación y ruido.
PENDIENTES LOS TRAMOS DE GRAN VIA Y PLAZA DE KENNEDY
Además del tramo entre la plaza Molina y la plaza de Joaquim Folguera, están pendientes las obras de la calle de Balmes entre Pelai y Gran Via y entre las plazas de Joaquim Folguera y de Kennedy. La parte correspondiente al Eixample está aprobada desde 2016 y tiene un coste de 2,8 millones de euros. El objetivo era ampliar las aceras hasta los 4,6 metros y reducir un carril de circulación. Según el concejal de JuntsxCat, Jordi Martí, del tramo de la plaza de Kennedy no hay proyecto. "No está en el calendario político". Y la parte de Gran Via a Pelai está pendiente de que se le otorgue dotación presupuestaria.