La Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha desestimado el recurso de apelación a la sentencia del caso Maristas, que interpuso el profesor condenado a 21 años y 9 meses de prisión por cuatro delitos de abuso sexual entre 2006 y 2009.

En la sentencia, firmada el jueves, los magistrados descartan el recurso que el procesado, Joaquín B.P, presentó contra el fallo de la Audiencia de Barcelona, que en abril de 2019 le condenó por abusos sexuales a cuatro alumnos del Colegio de los Hermanos Maristas de Les Corts, donde era profesor de educación física.

"SE APROVECHABA DE SU ASCENDENCIA Y JERARQUÍA"

El hombre ha estado en libertad provisional desde el juicio el año pasado, en el que fue condenado por dos delitos continuados de abuso sexual y dos delitos de agresión, a alumnos de entre 13 y 14 años.

El TSJC también ratifica los hechos probados de la sentencia: el hombre, que era profesor en el centro barcelonés, abusó de los alumnos "aprovechando su ascendencia y jerarquía como profesor de educación física, y de la confianza que los alumnos tenían por ello depositada en él".

La principal prueba fueron las declaraciones de las víctimas, a las que el tribunal dio convicción por ser todas de "hechos todos ellos de similar naturaleza y producidos bajo unas circunstancias muy parecidas" y porque todos explicaron una actuación similar del profesor, que los llevó al mismo despacho con la misma excusa de tratarles alguna lesión.

CONFESÓ EN PARTE

En el juicio, médicos forenses certificaron que tres de las víctimas han sufrido secuelas psíquicas a raíz de los hechos, y el tribunal juzgador también valoró que el acusado confesó una parte de los hechos.

Solo contestó las preguntas de su defensa, y no negó los hechos que denunciaron las víctimas, "sino que se limitó a decir" que no lo recordaba o, en un caso, asumió que había masajeado al menor pero dijo que no recordaba si le había hecho desnudarse ni si le había hecho tocamientos.

El hombre sí reconoció que, a uno de los menores, le había citado porque el niño tenía dolor de espalda, y asumió que "en la última clase de ese primer año lo sometió a tocamientos" y una felación.

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