El número 14 de la calle Príncep de Viana es, probablemente, el punto más negro de la venta y consumo de droga en Barcelona. El edificio alberga desde hace años la actividad de diversos grupos de narcotraficantes, que tiene a los vecinos atemorizados. En una nueva estrategia para denunciar a los delincuentes, el Ayuntamiento de Barcelona invitó este viernes al fondo inversos Cerberus, propietario del edificio, a visitar los estragos causados por el negocio de la droga.
La inédita entrada en esta narcofinca ha sido relatada por El Periódico, que acompañó a los representantes de la compañía, junto a los concejales de Barcelona en Comú, Jordi Rabassa y Lucía Martín.
UN MUERTO
La situación de degradación en este edificio alcanzó su punto álgido en noviembre de 2017 con la muerte de un hombre tras ser apuñalado.A mediadios de abril, La Vanguardia informaba sobre la muerte de un hombre por coronavirus en el interior de la narcofinca. En ese momento, el edificio estaba tomado por dos mafias de procedencia dominicana y pakistaní. También se han producido abusos sexuales y sobredosis. El 1 de septiembre una mujer moría víctima de los estragos de la droga.
Con esta visita el Ayuntamiento pretende que Cerberus conozca los efectos que causa la venta de la droga en la convivencia vecinal. El gobierno de Ada Colau quiere convencer a la multinacional para que ceda parte de las viviendas a alquiler social.
AMENAZAS
En el interior, la delegación, protegida por agentes de la Guardia Urbana, se encontró montones de basura y un fuerte olor a orín. Nada más llegar, un supuesto traficante amenazó al grupo formado por representantes municipales.
La puerta del ascensor estaba bloqueada y había ventanas tapiadas. Son el rastro de las intervenciones policiales que no han logrado, a pesar de los vecinos, desmantelar la venta de la droga. Las plataformas del barrio, como Acció Raval, hace responsables a empresas como Cerverus de la situación que viven los vecinos afectados por desentenderse de los pisos vacíos en su propiedad. Un escenario que, según los vecinos, favorece la actividad de los delincuentes.