Presos y militantes: una historia de lucha en la Modelo
Una película rodada en la cárcel barcelonesa narra el origen de la Coordinadora de Presos Españoles en Lucha
24 enero, 2021 00:00Noticias relacionadas
La transición democrática también se forjó entre barrotes. La cárcel Modelo de Barcelona fue uno de los latidos de la COPEL (Coordinadora de presos españoles en lucha). Surgió a finales de 1976 —durante los últimos coletazos del franquismo— cuando los presos descubrieron que también podían ser militantes de la libertad. Una historia, que los cineastas Ales Payà y Gorka Lasaosa pensaron que merecía ser contada. El cortometraje Pocos, Buenos y Seguros, que se rueda en los muros de la histórica prisión, viaja al inicio de este movimiento reivindicativo en una institución, la cárcel, donde la dictadura mostraba su cara más amarga.
La COPEL se fundó en la prisión de Carabanchel (Madrid). Las pésimas condiciones de los reclusos encendieron la mecha de un fuego reivindicativo en forma de motines y protestas que se extendió por los centros penitenciarios de toda España. "Es interesante la evolución que se produce en ellos. Muchos entraron sin conciencia política y se acabaron considerando presos sociales. Eran víctimas del régimen, que no les había dejado otra opción que delinquir", observa Payá, director independiente (La cifra negra).
MEMORIA HISTÓRICA
En el patio de la Modelo, Pau Poch (Merlí) interpreta a Miguel, el protagonista, un personaje basado en el expreso activista Daniel Pont. Son los primeros minutos de un film que se empezó a gestar en 2017 cuando Payá leyó la noticia del cierre de la prisión barcelonesa 113 años después de su apertura. "Era una oportunidad que había que aprovechar. Conseguir grabar en una prisión nunca es fácil". Para el alicantino contar la lucha de aquellos que, privados de libertad, también contribuyeron a edificar la democracia, es una ejercicio de memoria histórica.
Los actores Ferran Vilajosana (El Cor de la Ciutat), Àlex Moreu y Albert Adrià se unieron a este proyecto participativo liderado por la productora Empatik Films que, de momento, financian más de 300 mecenas con aportaciones desde los cinco euros. En un mes y medio han conseguido 13.826 euros, pero su objetivo es alcanzar en 33 días los 25.433 euros necesarios para rodar la película en las mejores condiciones de calidad.
UNA LISTA DE REIVINDICACIONES
El equipo de la película traslada la historia a la cárcel de Carabanchel, donde nació la COPEL, aunque las escenas se ruedan en la Modelo y en la antigua cárcel de Figueres (Girona). Organizados, los internos empujaron para reclamar una amnistía total, sintiéndose discriminados respecto a los presos políticos. A esta reivindicación se le sumaron muchas otras como la abolición de torturas, una alimentación decente, el acceso a la educación y bibliotecas, el derecho a salir en libertad condicional y la reforma del Código Penal para adecuar las penas a la realidad social del momento.
Payá y Lasaosa han buceado en la tesis doctoral del historiador César Lorenzo Rubio titulada Cárcel en Llamas y han entrevistado a cuatro exmiembros de la coordinadora. Uno de ellos, José Antúnez Becerra, aun en prisión, cumple condena desde inicios de los años 70. Para los responsables del proyecto, la película busca debatir sobre la existencia de las cárceles, innecesarias, según Payá. "Deberíamos haber aprendido a solucionar los conflictos sin la necesidad de encerrar a personas en prisiones", explica.
La nuevo Modelo se empezará a construir en 2023. Ese es el calendario que fija el Ayuntamiento de Barcelona. Durante este año, los arquitectos ganadores del concurso público diseñarán el proyecto que mantendrá la forma original de la cárcel, la forma panóptica que consta de seis galerías. El espacio acogerá viviendas, equipamientos y un gran parque urbano.