Buscan a Katy, una joven desaparecida tras bajar de un bus en Barcelona

Guisell Katherine de Sousa --conocida como Katy-- de 34 años, lleva más de dos meses desaparecida. La última vez que se la vio fue el 26 de abril en la estación del Nord de Barcelona. En las imágenes captadas por las cámaras de seguridad, se la observa con una mochila pequeña y un ordenador portátil, lo que indica que no tenía planes de ausentarse por mucho tiempo. Su madre Irene asegura que Katy "no ha desaparecido de forma voluntaria".

Todo comenzó el 22 de abril, cuando Irene recibió la noticia de que la documentación de su hija -- que padece una enfermedad mental-- había sido encontrada en una calle de Valencia. Este hecho le chocó, ya que Katy se había mudado recientemente a un piso compartido en otra ciudad, y el lugar donde apareció su documentación no tenía ninguna relación con su nueva dirección.

"Me tienen secuestrada, me van a matar mamá"

La situación se volvió aún más alarmante cuando, el 27 de abril, Irene recibió un mensaje perturbador de Katy. "Me tienen secuestrada, me van a matar mamá", fue el texto que apareció en su móvil. Desesperada, Irene intentó contactar con su hija, pero el teléfono estaba apagado. "Salí del trabajo y le escribí: hija, dime la ubicación; hija, dime dónde estás... Y nada. Lo último que sé de ella es que la tenían encerrada, estaba en peligro y la iban a matar...", lamenta la madre de la desaparecida.

Cartel informativo de SOS Desaparecidos SOS DESAPARECIDOS

Desde entonces, han pasado casi dos meses sin noticias de Katy. La policía ha estado investigando los posibles movimientos de la joven. La única pista concreta ha sido un movimiento bancario que la ubicó en París, aunque no se entiende cómo pudo llegar allí sin su documentación y, por tanto, creen que alguien le pudo robar la documentación. "Hablan de un cajero, no sé si cerca de un hospital. Me parece extraño. La documentación de mi hija aparece, cinco días antes de desaparecer ella, en Valencia. ¿Cómo pudo viajar a París?", decía Irene en declaraciones al diario El Levante.

Colaboración ciudadana para encontrar a Katy

La desesperación de Irene la ha llevado a difundir la foto y el cartel de desaparición de su hija a través de diversas organizaciones como SOS Desaparecidos y la Plataforma Adonay. Aunque ha recibido apoyo, Irene siente que la labor policial es crucial para encontrar a Katy. La posibilidad de que su hija esté en París, sin documentación y en una posible crisis de salud mental, es una preocupación constante para ella.

Katy fue vista por última vez el 15 de abril. Mide 1,58 metros, tiene el pelo largo, liso, castaño y con un mechón rojo. Sus ojos son marrones y es de complexión normal. Es una persona vulnerable, cualquier persona que tenga alguna pista de su paradero, que se ponga en contacto con SOS Desaparecidos o con la policía.