El 8 de agosto de 2009 fallecía, de forma súbita, Dani Jarque, el eterno capitán del Espanyol. Durante la concentración del equipo en la localidad italiana de Coverciano (Florencia), el futbolista perdió el conocimiento en la habitación de su hotel mientras hablaba por teléfono con su novia. Horas después, tras ser trasladado rápidamente al hospital, fallecía por un infarto de miocardio, en una tragedia que ha marcado, durante años, a toda la familia perica.
Los aficionados blanquiazules no olvidan a uno de sus canteranos más carismáticos y este martes, cuando se cumplen ocho años de su muerte, se están reuniendo en la puerta 21 del RCDE Stadium para rendirle homenaje. La puerta permanece abierta desde las 11 hasta las 14:00 horas. Una comitiva oficial del club, formada por jugadores y directivos, ha realizado una ofrenda en representación de toda la entidad.
Jarque permanece, ocho años después, en el recuerdo de la familia perica y del fútbol español en general. Buena prueba de ello son los aplausos que tienen lugar en el minuto 21 -el dorsal de Jarque- durante los partidos que juega el Espanyol en casa, en los que los aficionados rivales se suman siempre al tributo.
También es recordado con especial emoción, sobre todo para la familia, el sentido homenaje que le rindió el jugador del Barça, Andrés Iniesta, en la final del Mundial de Sudáfrica en 2010.
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