Agustí Benedito, candidato a la presidencia del Barça en las elecciones de 2010 y 2015, iniciará este viernes un proceso de moción de censura contra Josep Maria Bartomeu y su junta directiva y acusa al presidente azulgrana de estar “fuera de control”.
En una entrevista concedida a la Agencia EFE, Benedito recalca que las motivaciones para presentar una moción de censura “no han cambiado” en los últimos meses. Al contrario, considera que la imagen del club está muy deteriorada por la actual política deportiva del club. También cree que la marcha de Neymar ha hecho mucho daño a la entidad.
“Este verano ha reinado el desbarajuste en la planificación deportiva y Bartomeu está, hoy, fuera de control”, ha dicho Benedito.
La agenda en la que trabajan Benedito y Lluís Geli, los dos impulsores de la moción, es presentarse en las oficinas del club este viernes e informar de su cometido. Posteriormente, Benedito recogerá el viernes siguiente las papeletas que le entreguen, y a partir de entonces arrancarán los 14 días hábiles para reunir unos 18.000 apoyos entre socios. Un asunto que debe resolverse es si el sábado es considerado día hábil o no.
EL PACTO CON LA FISCALÍA
Si Benedito logra superar esta cifra en los catorce días, el club deberá validar las firmas. En el caso de ser correctas, los socios votarán en un referéndum la moción. Para que ésta triunfe, deben acudir a las urnas como mínimo 10.000 socios con derecho a voto y los favorables deben superar los dos tercios. De no ser así, la moción no prosperará. En caso contrario, automáticamente toda la junta quedará destituida.
"Se mantienen las mismas motivaciones que impulsaron la recogida de adhesiones hace meses. El voto de censura sólo se puede ejecutar ante situaciones extraordinarias, y el Barcelona se encuentra hoy en una situación institucional grave, y también en lo social, en lo económico y en lo deportivo", ha subrayado Benedito.
El impulsor ha recordado las causas que han llevado a presentar la moción: "El acuerdo con la Fiscalía, cuando Josep Maria Bartomeu, en nombre del Barcelona, hizo que el club quedase condenado por doble delito fiscal al pago de 5'5 millones de euros. Y a través de este acuerdo, él y su amigo Sandro Rosell quedaron liberados. Esto ya debió provocar una dimisión, porque generó un 'shock' en la estabilidad institucional del club".
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