Los picos de alta contaminación disparan los infartos mortales
Un estudio médico demuestra que un descenso de la polución reducirían en un 7% el número de fallecidos en Barcelona por un ataque al corazón
27 noviembre, 2017 17:19Noticias relacionadas
Contaminación y mala salud está claro que forman un binomio fatal. A las pruebas que vinculan las emisiones de gases y de sustancias nocivas con las enfermedades pulmonares y el cáncer se suma ahora un estudio realizado por investigadores del Campus Hospitalari Vall d'Hebron y del Centro de Investigación Biomédica en Red (Cibercv) que ha comprobado que existe relación entre los episodios de elevada contaminación y los infartos de miocardio.
El informe demuestra que los días en los que la polución se descontrola en el área metropolitana de Barcelona, se producen más ataques al corazón, entre las personas que forman parte de grupos de riesgo. El trabajo, que ha sido publicado por la prestigiosa revista cientifica International Journal of Cardiology, apunta a que los picos de alta contaminación podrían funcionar como un detonante o “como un gatillo que dispara la probabilidad de sufrir un infarto”.
El cardiólogo del Cibercv y principal autor del estudio, Jordi Bañeras, ha precisado que una contaminación elevada desencadena en las personas de riesgo "una obstrucción total de la arteria coronaria, que es la más grave" y que suele ser la antesala de los infartos de miocardio. Los datos del estudio constatan también que “los infartos que se padecen en los días con más polución conllevan un mayor índice de mortalidad". Esto es así, explica el investigador, porque este tipo de infartos "van asociados a un mayor índice de fibrilación ventricular, un tipo de arritmia letal”, sobre todo durante las primeras 24 horas desde que se alcanza la cota máxima de contaminación, advierte Bañeras.
DATOS MÉDICOS Y METEOROLÓGICOS CRUZADOS
Para llegar a esta conclusión, los investigadores cruzaron los datos del Código de Infarto de Miocardio (Código IAM) --que recoge los casos de ataques al corazón en Catalunya--, y cruzaron esta información con los registros meteorológicos y las mediciones de contaminación atmosférica recopilados por el Servicio Meteorológico y el Servicio de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat en el mismo periodo entre enero de 2010 y diciembre de 2011. El estudio comparativo de ambos conceptos ha permitido, según Jordi Bañeras, “demostrar por primera vez que la contaminación incide en la mortalidad durante las 24 horas siguientes a un infarto con obstrucción total coronaria” y también repercute en un aumento de la fibrilación ventricular.
Los investigadores detectaron que durante las puntas de máxima contaminación había presencia en la atmósfera metropolitana de sustancias en suspensión muy nocivas -como el óxido nítrico y el plomo pero sobre todo de particulars menores de 2,5 micras (las denominadas PM 2,5), y que son emitidas sobre todo por los tubos de escape de los motores diésel.
En los años 2010 y 2011, la concentración media de PM 2,5 en las zonas de Barcelona con más contaminación se situó en 20,1 microgramos por metro cúbico (mcg/m3). "El estudio demuestra que si se redujera en 10 mcg/m3 la concentración de PM 2,5, se podrían evitar al menos un 7,67% de las muertes tinen lugar en las primeras 24 horas tras un infarto" con obstrucción coronaria, asegura el cardiólogo del Cibercv, Lo que supondría, como mínimo, salvar cinco vidas al año solo en Barcelona. O incluso bastantes más, porque el informe no ha tenido en cuenta los infartos de miocardio que ocasionaron el fallecimiento del paciente antes de que puediera ser atendido por personal sanitario.
DEBATE ABIERTO SOBRE POLÍTICAS MEDIOAMEBIENTALES
La moraleja del estudio es obvia, dado que los actuales índices de contaminación atmosférica metropolitana son similares a los de hace siete años: la puesta en práctica de buenas políticas medioambientales para reducir la contaminación atmosférica "tendría un impacto muy positivo en la salud del corazón de los ciudadanos", ha concluido Bañeras.
La presentación del estudio ha coincido con unos días en los que se ha abierto en Barcelona un debate sobre las repercusiones de las emisiones de los coches en la contaminación y la medidas restrictivas a tomar. Este marco llevará su cénit el viernes con la puesta en marcha de una zona de exclusión, delimitada por las rondas de Barcelona ,a la que no podrán acceder los turismos de gasolina matriculados antes del año 2000 ni los diésel anteriores a 2006. Pero, de momento, sólo cuando se decrete un episodio de elevada contaminación. Incumplir la prohibición acarreará multas de hasta 100 euros.
Los propietarios de este tipo de vehículos han reclamado que se revise la fórmula para seleccionar los turismos que no pueden circular porque es injusta y perjudica a las personas con menos recursos. Además, han solicitado que se incentiven medidas dirigidas a que los automóviles más viejos emitan menos gases y que se aumente y mejore el transporte público.