Noruega, en una reserva natural. Escondidos y expuestos a la vez. ¿Pero quién nos mira? Una naturaleza salvaje, pura. Es el Juvet Landscape Hotel, un emplazamiento de hospedaje, que fue fruto de unas durísimas negociaciones con las autoridades locales. El permiso fue estricto y lo aprovechó la firma de arquitectura Jensen and Skodvin Arkitektkontor: 28 habitaciones sin necesidad de excavar o cambiar el terreno. Los habitáculos como pequeñas casas individuales. Y cada una con una o dos paredes de vidrio. Las vistas cambian con las estaciones, el clima y el momento del día. Su maqueta se puede ver en el Hotel Alma.
El Hotel Alma ha organizado junto con la Fundación Mies Van der Rohe la exposición Accommodating with care, coincidiendo con el Model, Festival d'Arquitectures que se puede ver estos días en Barcelona. Se trata de siete maquetas de edificios singulares ligados al arte del hospedaje, que se han construido en toda Europa. La selección ha sido responsabilidad de diversos arquitectos, miembros del Jurado del Premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea, los Premios Mies Van der Rohe.
HOSPEDAJE COMO ARTE
La exposición, que se puede ver durante todo el mes de mayo en el lobby del hotel Alma, busca elevar el concepto del arte ligado a la arquitectura, y al medio ambiente. Todos los edificios buscan ese difícil encaje con la naturaleza, en una simbiosis que llega a asombrar al visitante. Según el director general del Hotel Alma, Joaquín Ausejo, el concepto del hotel encaja en la filosofía de la exposición, que es la de “elevar el hospedaje a la categoría de arte y encuadrarlo en edificios singulares y excepcionales”.
Lo que se busca en esos proyectos arquitectónicos es el “bienestar del viajero”, según el comisario de la Fundación Mies Van der Rohe, Ivan Blasi. Y de ahí el título de la exposición.
Cada proyecto, sin embargo, es un mundo. Es España se encuentra el Atrio Relais Châteaux, en Cáceres. Se trata de un edificio en el entorno medieval de la ciudad, a partir de dos “volúmenes profundamente degradados tras años de abandono”.
Otro, que deja con la boca abierta al visitante, es el Poustinia Cluain Meala, en Irlanda. Se trata de un alojamiento para meditar, la Glencomeragh House, la Casa de Oración Rosminiana, ubicada en un valle entre las Montañas Comeragh y Slievenamon, a cinco kilómetros del pueblo de Kilsheelan.
También se ha elegido un edificio en Italia, el 1301iNN, Slow Horse, en Piancavallo, que juega con la naturaleza, con la nieve y el hielo, y que busca dar una nueva imagen a un pueblo desarrollado en los años 70 con fines lucrativos para el turismo.
Tal vez el más sorprendente es el Take a(I)titude Fagaras Mountain, en Rumanía. Se trata de un faro en las montañas de Fagaras. El transporte en helicóptero de toda la estructura –salvo algunas piezas para montarlas en el lugar—se convirtió en fundamental en el diseño. No se podía cometer ningún error.
CALENTANDO MOTORES
Otra maqueta hace referencia al Hostel Wadi in Hoge Rielen, en Kasterlee, en Bélgica. Es un lugar de educación cívica y ecológica en el bosque de una antigua base militar. Las habitaciones están camufladas en la naturaleza.
La última es sobre el Sotelia Hotel, en Podcetrtek, en Eslovenia, un edificio que llena el vacío de dos hoteles existentes, con el objetivo de conectarlo mejor con el paisaje.
La arquitectura en Barcelona está, de nuevo, en primer plano, con el horizonte de 2026, cuando la ciudad acogerá el Congreso de la UIA, como capital mundial de una disciplina que tiene muchos adeptos.