La fiebre es uno de los motivos frecuentes de consulta para los pediatras que ponen más atención al origen de la temperatura y al estado del niño o de la niña y tratan de relativizar la alarma que suele generar en los padres.

Suele ser muy habitual durante los tres primeros años de vida y su aparición es fundamental para ayudar a fortalecer la inmunidad del niño. Sólo es peligrosa cuando la temperatura es superior a 42 grados

LAS CAUSAS

Según explica Henry José Marcano, coordinador de urgencias del Hospital Universitari General de Catalunya, la fiebre consiste en la elevación de la temperatura normal del cuerpo: más de 38º C si se mide en el recto o más de 37,5º C si se mide en la axila y generalmente se produce como mecanismo natural del para defenderse contra infecciones: víricas, bacterianas o micóticas.

“Puede surgir por muchas causas, aunque las más comunes son las infecciones víricas, las respiratorias, que suelen ir a acompañadas de tos y mocos; las gastrointestinales, que cursan con vómitos, diarrea y dolor abdominal; o las urinarias, con vómitos y rechazo de alimentos. Incluso tras inyectarle una vacuna o cuando salen los primeros dientes suelen provocarla”, explica el especialista.

CONSEJOS

Y aunque siempre hay que prestar atención a lo que marca el termómetro, “lo más importante es tratar la causa que lo origina”, apunta este pediatra del Hospital Universitari General de Catalunya, que añade que el tratamiento irá en función del rango de temperatura que tenga el niño y del estado en el que se encuentre. Antitérmicos como ibuprofeno o paracetamol son los más utilizados para tratar el malestar producido por la fiebre.

En cualquier caso, los principales consejos para tratar la fiebre en niños serían:

  •  Ofrecer abundantes líquidos.
  • Mantenga una temperatura ambiental agradable. No ponga mucha ropa al niño.
  • Administrar antitérmico si el niño está molesto y la temperatura es elevada. No usar dos antitérmicos de forma simultánea o alternativa.
  • Bañar al niño con agua templada.
  • No usar compresas de alcohol ni agua fría ni hielo.

RECOMENDACIONES

No obstante, señala el doctor Marcano que puede ser necesario acudir a Urgencias si:

  • el niño tiene menos de 3 meses de edad
  • si está adormilado, decaído o, por el contrario, muy irritable.
  •  si ha tenido por primera vez una convulsión.
  •  si se queja de dolor de cabeza intenso y vomita varias veces.
  •  si el niño respira con dificultad.
  • cuando aparecen manchas rojas en la piel que no desaparecen al presionar.

 

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