La plaza Herenni de Barcelona / INMA SANTOS

La plaza Herenni de Barcelona / INMA SANTOS

Vivir en Barcelona

Plaza Herenni: la Babel de Hostafrancs

Este rincón del barrio es un cruce natural de culturas y el símbolo de una convivencia entre payos y gitanos, que se remonta a finales del siglo XIX

7 abril, 2023 00:00

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La plaza Herenni de Hostafrancs tiene seis farolas, seis bancos de madera, una veintena de edificios y otros tantos árboles que la rodean, una zona de juegos infantil y una fuente de dos caños. Es una plaza rectangular, recortada por las calles de Torre d'en Damians y de Callao. Su nombre, Herenni, podría hacer referencia, según el nomenclátor, al filósofo neoplatónico del siglo V, pero también a un general de los samnitas dels siglo IV a. C.

Lo cierto es que, aunque ese es su nombre oficial desde 1911, antes tuvo otros, entre ellos, el de plaza del Sol, mucho más fácil de justificar porque el astro rey se despacha a su gusto en este rincón. Claro que eso fue antes de que Sants y Gràcia se anexionaran a Barcelona en abril de 1897 y la ciudad descubriera que tenía dos plazas con el mismo nombre.

Qué más da, en cualquier caso, la plaza Herenni encierra detalles más interesantes que el origen de su nombre. Y es que este rincón del barrio es un cruce de culturas natural, un punto de encuentro entre gitanos y payos. La elevada presencia gitana en este punto se remonta a los orígenes de Hostafrancs, en el siglo XIX, cuando el barrio era puerta de entrada a Barcelona y un espacio con el transporte entre los pilares de su economía. Esta actividad reforzó su importancia más si cabe desde la Exposición Universal hasta principios del siglo XX, cuando se crearon en esta zona tres equipamientos básicos: el Mercado de Hostafrancs, el Escorxador (matadero) y la plaza de toros de las Arenas. El trajín de caballerías que se generó en torno a estos tres edificios atrajo a muchos gitanos que se instalaron alrededor de la plaza de Herenni −entonces del Sol− en busca de trabajo.

Esta presencia se ha prolongado en el tiempo y evolucionado junto con el barrio hasta convertir la población gitana de Hostafrancs en una de las más numerosas y más arraigadas al territorio, con una participación activa en tradiciones del barrio, como la popular fiesta de los Tres Tombs. Desde finales del siglo XX, la interculturalidad de la plaza se ha ampliado en las últimas décadas adaptándose a los nuevos flujos de población. De esta manera, gitanos y payos conviven ahora con coreanos, marroquíes, ecuatorianos, brasileños, argentinos… en esta pequeña plaza, convertida en una pequeña Babel.

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