Las manchas del sol, también llamadas manchas de la edad o léntigos solares, son aquellas que aparecen en las áreas de la piel más expuestas al sol a lo largo de los años, como la cara, el escote o el dorso de las manos.
Se trata de un mecanismo de defensa ante un exceso de melanina, que es el pigmento que le da color a la piel y es la responsable del bronceado. Son de color marrón y su tonalidad varía desde marrón claro a canela o marrón oscuro y tienen un tamaño desde pocos milímetros a pocos centímetros.
APARECEN CON LA EDAD
Estas manchas se producen por la exposición acumulada a la luz ultravioleta, tanto del sol como de las cabinas de rayos UVA. Son habituales en personas mayores de 50 años, pero también se ven con mucha frecuencia en adultos jóvenes si han tenido un exceso de exposición al sol o si tienen una piel especialmente sensible al daño solar.
Los léntigos solares pueden afectar a personas de todo tipo de piel, pero son más comunes en adultos con piel clara. A diferencia de las pecas, que son frecuentes en los niños y se aclaran cuando no hay exposición al sol, las manchas de la edad no desaparecen por sí solas.
AL ESPECIALISTA CUANTO ANTES
Estas manchas no causan ningún problema de salud ni tienen por qué transformarse en cáncer de piel. Sí pueden confundirse con un melanoma, por lo que es importante visitar al dermatólogo, especialmente si es de aparición reciente, crece en pocos meses, tiene varios colores o varios tonos de marrón, es de color negro o sangra.
Además, es una señal de que la piel ha recibido demasiado daño solar, por lo que es aconsejable realizar una revisión dermatológica. El dermatólogo puede diagnosticar fácilmente estas manchas con la inspección visual y la ayuda de un dermatoscopio de mano.
PREVENCIÓN
“La mayoría de las manchas solares son benignas, pero es posible eliminarlas y evitar que aparezcan más. El primer paso para el tratamiento es usar un protector solar de amplio espectro para evitar que aparezcan o bien para evitar que salgan más, además de gorras o sombrero, gafas de sol y evitar estar expuesto en las horas centrales del día”, explica el doctor Juan Antonio Moreno, del servicio de Dermatología del Hospital Universitari General de Catalunya.
También es posible aclararlas o eliminarlas. “El pigmento está en la base de la epidermis, la capa superior de la piel, por lo que cualquier tratamiento destinado a aclarar las manchas debe penetrar en esta capa de piel”, destaca el especialista.
TRATAMIENTO CON LÁSER
En la actualidad, se ha demostrado científicamente que el láser se trata del mejor método para la eliminación de manchas o léntigos solares. El láser dermatológico es altamente eficaz y preciso en el tratamiento de manchas de la piel. Este tratamiento se basa en el principio de la fototermolisis selectiva.
Este láser aporta energía en un periodo muy corto de tiempo, del orden de nanosegundos, de modo que destruye las lesiones pigmentadas de forma específica, respetando el tejido sano de alrededor. El desarrollo de estos láseres de pulso ultracorto, específicos para las manchas, ha permitido a los dermatólogos tratar la pigmentación cutánea con gran eficacia y un bajo riesgo de complicaciones.
CRIOTERAPIA
Otros tratamientos que son adecuados para algunos tipos de manchas son las cremas despigmentantes y la crioterapia. El tratamiento con crioterapia o congelación con nitrógeno líquido no es tan selectivo y puede irritar temporalmente la piel y presenta un riesgo de cicatrización o decoloración permanente.
“Si preocupan o desagradan las manchas, se deben comentar las opciones cuidadosamente con un médico especializado en afecciones de la piel”, concluye el doctor Juan Antonio Moreno, del servicio de Dermatología del Hospital Universitari General de Catalunya.