CE Europa-Sant Andreu: el origen del verdadero derbi del fútbol modesto de Barcelona
- Los aficionados que se han interesado por este derbi han ido creciendo en estos últimos años por el desencanto con el fútbol de élite
- Llega el gran derbi de Barcelona: CE Europa y UE Sant Andreu buscan un triunfo para reinar
El fútbol barcelonés se prepara para su gran día. Unió Esportiva Sant Andreu y Club Esportiu Europa se verán las caras este domingo, 17 de noviembre, a las 18:00 horas, en el partido correspondiente a la 12ª jornada del grupo 3 de Segunda Federación.
Los dos equipos buscarán sumar los tres puntos para reinar en la ciudad de Barcelona. Para algunos el fútbol es solo un deporte, pero para estos dos equipos y sus aficiones, ganar significa mucho más: salir victorioso ante el gran rival y convertirse en el símbolo de la reivindicación del fútbol modesto.
Un derbi "reciente"
El derbi modesto de Barcelona enfrenta a dos clubes históricos que se fundaron a inicios del siglo XX, pero que no crecieron con la rivalidad que actualmente ha convertido este encuentro en uno de los partidos del año en la ciudad.
El CE Europa nació en 1907 como uno de los fundadores y participantes de la Primera División española. Aunque actualmente se encuentra en Segunda Federación, el equivalente a la cuarta división nacional, es innegable el reconocimiento como uno de los grandes equipos del fútbol catalán. Pese a que únicamente estuvo tres temporadas, su nombre ya está en la historia del deporte español.
La Unió Esportiva Sant Andreu, en cambio, fue fundada en 1909. Con sede en el Narcís Sala, los quatribarrats se han consolidado como uno de los equipos más importantes de la ciudad, ya que llegó a estar 11 campañas en Segunda División.
El derbi entre Europa y Sant Andreu no nació con la fundación de sus equipos. No fue hasta bien entrado el último tercio del siglo XX cuando los enfrentamientos entre ambos clubes se convirtieron en un habitual.
En 1970 desapareció el Fabra i Coats. El equipo, nacido a raíz de los empleados que trabajaban en la antigua fábrica que llevaba el mismo nombre, fue adquirido por el Futbol Club Barcelona para convertirlo en su filial. Este pequeño equipo era el máximo rival de los quatribarrats, mientras que el Europa siempre encontró en el Sants su archienemigo hasta que este entró en crisis y cayó a las categorías más bajas.
Huérfanos de grandes rivales, los dos equipos barceloneses fueron estableciendo una rivalidad futbolística que ha crecido hasta la actualidad.
La identidad de barrio y de pueblo
Las aficiones de Eskapulats y quatribarrats comparten el sentimiento de pertenencia, más allá del nombre de Barcelona. De hecho, muchos lo conocen como el partido de 'El poble contra la vila'. En el caso del Sant Andreu, sus aficionados siempre se han reconocido como el equipo del pueblo de Sant Andreu de Palomar. Se trata del núcleo más antiguo del distrito, y que fue un municipio independiente hasta que fue agregado a Barcelona en 1897.
En cambio, el Europa siempre se ha reivindicado como equipo de la Vila de Gràcia. Lo que hoy en día es un barrio del distrito barcelonés, durante el siglo XIX se convirtió en el núcleo del municipio de Gràcia, que fue reconocido como localidad independiente entre 1821 y 1823 y entre 1850 y 1897 antes de anexionarlo a la capital catalana.
El detonante de la rivalidad
Este enfrentamiento, que surge de una mezcla de rivalidades locales y la necesidad de un nuevo foco competitivo tras los descensos de sus rivales históricos, ha cobrado fuerza especialmente entre los jóvenes de los barrios de Gràcia y Sant Andreu.
Pese a que la rivalidad ya era notable, las dos aficiones y clubes mantuvieron una relación amistosa. El enfrentamiento entró en una nueva dimensión a finales de la década de 2000. En 2007 involucró la ya famosa pancarta del lobo y el cerdo, lo que avivó los ánimos de ambas aficiones.
Los seguidores del Sant Andreu desplegaron una pancarta en las gradas del Narcís Sala en la cual se podía ver un lobo vestido con la camiseta cuadribarrada y montado sobre un cerdo con la camiseta del Europa mientras le ponía un cuchillo en el cuello.
La pancarta no sentó bien en los de la Vila, que incluso amenazaron con romper relaciones. Incluso Joan Gaspart, presidente del Sant Andreu, salió pidiendo disculpas.
El derbi gana popularidad
Las aficiones, a menudo asociadas con posturas políticas y sociales comunes, como el catalanismo y la conciencia antifascista, han transformado este derbi en una auténtica manifestación de la lucha contra el fútbol-negocio y el distanciamiento de las grandes instituciones futbolísticas de la ciudad como son el Barça o el RCD Espanyol.
La rivalidad ha trascendido los campos de juego, dando lugar a la formación de grupos de animación como los Eskapulats en el Europa y los Desperdicis en el Sant Andreu, que han ayudado a reavivar el interés por el fútbol de barrio.
Con un público cada vez más joven, cansado de los precios exorbitantes y la deshumanización del fútbol de las grandes ligas, este derbi ha capturado la esencia del fútbol romántico, donde la identidad barrial y la pasión por el club se viven de manera auténtica.
Ambos luchan para mantener un fútbol cercano y accesible para la gente de los barrios. Los partidos se han convertido en un espectáculo que sienten como un grito de resistencia ante la globalización del deporte.
Sus enfrentamientos han llamado la atención de muchos aficionados que han huido del elitismo del fútbol moderno buscando la esencia del deporte rey.