
Así es la pastelería más antigua de Barcelona: fundada en 1825
La pastelería de Barcelona que cumple 200 años este 2025: en pleno centro y diseñada por Gaudí
El establecimiento, ubicado en el Raval, conserva los elementos característicos desde su apertura: suelos de mármol, molduras de madera y lámparas de época
Otros: No lo sabías: el emblemático edificio en Barcelona que inspiró a los directores de Star Wars para crear el vestuario
Noticias relacionadas
Barcelona cuenta con un rincón deliciosamente nostálgico. La pastelería Estrella, ubicada en la calle Nou de la Rambla número 32, se ha convertido en un tesoro gastronómico que ha resistido el paso del tiempo durante más de dos siglos.
La historia del emblemático comercio ha dado un giro inesperado. A punto de quedar en el olvido tras la jubilación de su última propietaria, este icónico local del Raval ha vuelto a la vida gracias a dos jóvenes emprendedoras que han decidido preservar su legado.
Anna Campos y Judit Servent, de 25 años, han reabierto la pastelería con el mismo espíritu y las recetas tradicionales que han endulzado a generaciones de barceloneses.
Un viaje al pasado
Fundada en 1825, la Pastelería Estrella es un testimonio viviente de la historia de Barcelona. Su horno de bóveda centenario sigue en funcionamiento, y su fachada, reformada en su momento por Antoni Gaudí, mantiene su esplendor. En su interior, los clientes pueden encontrar los mismos suelos de mármol, molduras de madera y lámparas de época que transportan a otro tiempo.

El horno de bóveda original
Durante casi 90 años, la familia Pujol regentó el establecimiento. Simeón Pujol convirtió la pastelería en una granja a la que acudían boxeadores y artistas de la Barcelona de principios del siglo XX. Su hijo, Ferran Pujol, consolidó el negocio con recetas que todavía hoy forman parte del repertorio de la Estrella.
Una segunda oportunidad para un emblema del Raval
La pastelería estuvo a punto de desaparecer cuando Montserrat, amiga de Ferran Pujol y propietaria en los últimos años, anunció su retiro en el verano de 2024. La falta de sucesores dejó en suspenso el futuro del local, que cerró sus puertas temporalmente.
Sin embargo, Anna Campos y Judit Servent, que trabajaron en la pastelería durante varios años, no pudieron permitir que este símbolo de la ciudad se perdiera. Contactaron con Montserrat y decidieron hacerse cargo del negocio, manteniendo sus tradiciones intactas. Con la reapertura, los brazos de gitano, las cocas "de vidre" y los cruasanes han vuelto a ocupar las vitrinas de la Estrella, recuperando el corazón de los vecinos.

La pastelería Estrella, la más antigua de Barcelona
El barrio aplaude la continuidad
Cuando las persianas de la Estrella bajaron en 2024, los vecinos temieron que el local se convirtiera en otro supermercado 24 horas, como ha ocurrido con tantos otros comercios históricos. Sin embargo, la reapertura en manos de Campos y Servent ha sido recibida con entusiasmo.