
Este era el nombre original de Barcelona cuando se fundó: la construyó un emperador romano para sus centuriones
Este era el nombre original de Barcelona cuando se fundó: la construyó un emperador romano para sus centuriones
Hoy en día, la ciudad conserva una serie de vestigios de su pasado romano que permiten entender cómo era la ciudad en aquellos tiempos
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Barcelona, una de las ciudades más dinámicas y modernas de Europa, tiene sus raíces en la antigüedad romana. Fue el emperador romano Octavio Augusto quien, entre los años 15 a.C. y 10 a.C., fundó una colonia en lo que hoy conocemos como Barcelona, bautizándola como Colonia Iulia Augusta Faventia Paterna Barcino.
Este asentamiento no solo fue una base militar, sino también un centro comercial de gran importancia estratégica en el Imperio Romano.
La ubicación estratégica de Barcino
La fundación de Barcino no fue un hecho aleatorio. El lugar elegido para el asentamiento fue el monte Táber, una colina que, además de ofrecer vistas panorámicas de la región, permitía el control de las rutas comerciales y del puerto natural, lo que facilitaba el comercio con otras zonas del imperio. Además, este emplazamiento estratégico proporcionaba una protección natural frente a posibles invasiones.
La ciudad fue inicialmente pensada como un asentamiento para veteranos de las Guerras Cántabras, quienes habían servido en el ejército romano y necesitaban un lugar para retirarse y establecerse.

Barrio Gòtic
El crecimiento de Barcino
Durante el siglo II d.C., Barcino comenzó a prosperar. Se estima que la población de la ciudad rondaba entre 3.500 y 5.000 habitantes, un número considerable para una ciudad de esa época. La economía de Barcino estaba basada principalmente en la agricultura y el comercio.
Gracias a su ubicación, la ciudad se convirtió en un importante punto de intercambio de productos, conectando el interior de la península con las rutas marítimas del Mediterráneo.
El urbanismo romano: el trazado de Barcino
El diseño urbano de Barcino seguía los principios de la planificación romana. La ciudad se estructuraba alrededor de dos ejes principales: el cardo maximus, que cruzaba la ciudad de norte a sur (actuales calles Llibreteria y Call), y el decumanus maximus, que la atravesaba de este a oeste (calles Bisbe, Ciutat y Regomir). Estos dos ejes se cruzaban en el foro, que era el centro de la vida social, política y económica de Barcino.
El foro romano estaba rodeado de edificios públicos y templos, y era el corazón del poder en la ciudad.
Restos arqueológicos
Hoy en día, Barcelona conserva una serie de vestigios de su pasado romano que permiten entender cómo era la ciudad en aquellos tiempos. Uno de los ejemplos más conocidos es la Muralla Romana de Barcelona, construida en el siglo III d.C. para proteger la ciudad de invasiones.
Aunque solo se conserva un tramo parcial, los restos de la muralla se pueden ver en varios puntos de la ciudad, especialmente en el barrio Gótico, donde se pueden observar fragmentos de la muralla en las calles de Paradís y del Bisbe.

La muralla romana de Barcelona
Más restos
Otro de los monumentos romanos más destacados es la calle del Paradís, donde se encuentra la antigua Casa de les Cendres, un edificio romano de gran tamaño que da cuenta de la arquitectura residencial de la época.
Además, el Museo de Historia de Barcelona (MUHBA) conserva en su interior una gran cantidad de objetos, esculturas y restos de la vida cotidiana de Barcino. El museo tiene varias sedes repartidas por la ciudad, incluyendo la plaza del Rei, donde se pueden explorar las excavaciones arqueológicas de la antigua ciudad romana.
La evolución a la Barcelona moderna
A medida que pasaron los siglos, Barcino se transformó en una ciudad próspera dentro del Imperio Romano. Con el declive del Imperio, la ciudad comenzó a perder importancia, pero nunca desapareció por completo.
Durante la Edad Media, los visigodos y más tarde los musulmanes continuaron habitando y modificando la ciudad, que eventualmente se consolidó como la Barcelona moderna que conocemos hoy.
Visitas actuales a los restos romanos
Si se visita Barcelona hoy, es fácil encontrar rastros de su historia romana, especialmente en el barrio Gòtic, donde se encuentran no solo los restos de la muralla, sino también columnas, fragmentos de edificios y vestigios de la antigua ciudad. Los turistas y residentes pueden caminar por las calles de la antigua Barcino y admirar cómo la ciudad romana se fusiona con la arquitectura medieval y moderna.
El MUHBA es uno de los mejores lugares para explorar la historia de la ciudad y ver de cerca los restos romanos que han permanecido enterrados por siglos.
Un vistazo a la Barcelona romana
Hoy en día, Barcelona es una ciudad vibrante y cosmopolita, pero su pasado romano sigue presente en sus piedras, en su trazado urbano y en sus museos.
La Barcino de Octavio Augusto se ha transformado, pero sigue siendo una parte esencial de la identidad de Barcelona, conectando el pasado con el presente de manera tangible y fascinante.