Chalazión: el bulto en el párpado que parece un orzuelo, pero no lo es

El chalazión es una afección ocular bastante común que puede resultar molesta, aunque en la mayoría de los casos no reviste gravedad. Se presenta como un pequeño bulto en el párpado debido a la obstrucción de las glándulas de Meibomio, que son las encargadas de producir la grasa necesaria para mantener lubricada la superficie del ojo.

Aunque a simple vista pueda confundirse con un orzuelo, la diferencia clave es que el chalazión no es una infección activa y, por lo general, no causa dolor. También existe un pequeño riesgo de confundirlo con una enfermedad o una tumoración maligna. Y que, si el chalazión persiste, es necesaria la valoración por parte de un oftalmólogo para descartarlo.

¿Cómo se desarrolla un chalazión?

El proceso suele comenzar con una leve inflamación en el párpado, que con el tiempo evoluciona hasta convertirse en un bulto más notorio. En muchos casos, el chalazión desaparece sin causar mayores molestias, pero si crece demasiado, puede ejercer presión sobre el ojo e incluso afectar la visión.

Su diagnóstico es sencillo: un oftalmólogo puede identificarlo a través de una exploración ocular sin necesidad de realizar pruebas adicionales. La apariencia y ubicación del bulto suelen ser suficientes para diferenciarlo de otras afecciones similares.

Tratamientos y cuidados en casa

Afortunadamente, la mayoría de los chalaziones se resuelven solos en el transcurso de unas semanas, aunque existen medidas que pueden acelerar la recuperación. Uno de los métodos más eficaces es la aplicación de compresas calientes sobre el párpado afectado durante unos diez minutos, varias veces al día. El calor ayuda a ablandar la grasa acumulada dentro de la glándula obstruida y facilita su drenaje natural.

Además, es fundamental mantener una buena higiene palpebral para evitar que la situación se agrave o que el problema se repita en el futuro. Para ello, se recomienda lavar los párpados con productos adecuados, como toallitas oftálmicas o soluciones específicas para la limpieza ocular. En algunos casos, el especialista puede recetar colirios o pomadas con antiinflamatorios para reducir la inflamación y aliviar las molestias.

¿Cuándo es necesaria una intervención?

En la mayoría de los casos, la paciencia y los cuidados domiciliarios son suficientes para que el chalazión desaparezca. Sin embargo, hay situaciones en las que la inflamación persiste durante demasiado tiempo o el bulto crece hasta el punto de interferir con la visión. En estos casos, se puede recurrir a una pequeña intervención quirúrgica.

Se trata de un procedimiento rápido e indoloro, según explica el doctor Carles Barnés, oftalmólogo del Hospital Universitari Dexeus. “Es una cirugía ambulatoria en la que se realiza una pequeña incisión en el párpado para drenar el contenido del chalazión”, detalla el especialista. La recuperación es sencilla y, siguiendo las indicaciones médicas, en pocos días la zona afectada vuelve a la normalidad sin dejar cicatrices visibles.

Consejos para prevenir el chalazión

Aunque no siempre es posible evitar la aparición de un chalazión, hay ciertos hábitos que pueden reducir el riesgo de desarrollarlo. Mantener una buena higiene ocular es clave. “Limpiar los párpados con frecuencia y desmaquillarse correctamente evita la acumulación de residuos que pueden obstruir las glándulas de Meibomio”, señala el doctor Barnés.

También es recomendable evitar tocarse los ojos con las manos sucias y tratar adecuadamente afecciones de la piel como la rosácea o la dermatitis seborreica, que pueden predisponer a la aparición de chalaziones recurrentes. “Con estas precauciones”, concluye el especialista del Hospital Universitari Dexeus, “se puede minimizar el riesgo de desarrollar esta afección y mantener la salud ocular en óptimas condiciones”.