Paul Freedman en un montaje con el Mercado de la Boquería
Un historiador estadounidense advierte sobre el futuro del mercado más famoso de Barcelona: "Está en proceso de ser destruido"
Durante su visita a la capital, Paul Freedman destacó que la cocina catalana combina innovación y tradición, y que su riqueza se mantiene gracias a un profundo entusiasmo gastronómico presente en todos los estratos de la sociedad
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El historiador estadounidense Paul Freedman, profesor en la Universidad de Yale y especialista en historia medieval y catalana, ha lanzado un contundente aviso sobre el estado del Mercado de la Boqueria en Barcelona.
Entrada al mercado de la Boqueria de Barcelona
Según Freedman, este emblemático mercado se encuentra “en proceso de ser destruido”, alertando sobre las amenazas que enfrenta uno de los pilares de la cultura culinaria catalana.
Freedman, que esta tarde será reconocido como miembro honorario de la Academia Catalana de Gastronomía y Nutrición (ACGN), asegura sentirse “medio catalán” tras cinco décadas estudiando la región.
Durante su visita a Barcelona, destacó que la cocina catalana combina innovación y tradición, y que su riqueza se mantiene gracias a un profundo entusiasmo gastronómico presente en todos los estratos de la sociedad.
La Boqueria, en riesgo
El historiador señala que, aunque la globalización puede afectar la cocina local, no es el principal peligro. Freedman advierte que los verdaderos riesgos provienen de factores demográficos y climáticos, y critica cómo el turismo masivo ha transformado espacios históricos como la Boqueria.
“Los turistas compran fruta cortada o burritos, y esto está destruyendo una de las instituciones más importantes de la gastronomía catalana”, afirma.
La Boqueria Barcelona
Además, subraya que la falta de apoyo al sector primario, los productores locales que suministran ingredientes tradicionales, pone en riesgo la autenticidad de la gastronomía catalana.
Entre tradición e innovación
Freedman recuerda que Cataluña ha sido históricamente pionera en gastronomía, desde el libro de recetas Sent Soví, de hace 700 años, hasta los restaurantes de vanguardia que hoy marcan tendencias internacionales.
La población ha sabido equilibrar tradición e innovación, lo que ha permitido a Cataluña mantenerse relevante en el panorama gastronómico mundial.
En cuanto a sus preferencias personales, Freedman destaca los caracoles en conserva como su plato catalán favorito, recomendando degustarlos en el histórico restaurante 7 Portes, que mantiene viva la tradición culinaria desde hace más de cincuenta años.
Gastronomía catalana frente a los desafíos globales
El historiador advierte que la globalización ha estandarizado la alimentación con productos como sushi y hamburguesas, pero que esto no acabará con la cocina catalana.
“La globalización puede empobrecer las cocinas locales, pero no las hará desaparecer”, asegura Freedman.
La Boqueria Barcelona
La preservación de la gastronomía catalana dependerá del apoyo institucional, el cuidado del sector primario y la conciencia cultural de los ciudadanos y visitantes.
La advertencia de Freedman pone sobre la mesa un debate crucial: cómo mantener la autenticidad de la cocina catalana y proteger instituciones históricas como la Boqueria, frente a los efectos del turismo masivo, los cambios sociales y climáticos.
