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La importancia de morder bien: la Rehabilitación Neuro Oclusal (RNO) reeduca la masticación

La boca no es un sistema aislado, sino que está íntimamente conectada con la postura, la respiración, el tono muscular e incluso con el rendimiento físico y el descanso

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La odontología moderna ha dejado atrás la visión reducida que la limitaba a la estética dental. Hoy se sabe que la boca es un eje de equilibrio corporal, una pieza clave que dialoga constantemente con la postura, la respiración, el tono muscular y hasta con el estado emocional.

Morder bien no es un detalle menor: es una forma de mantener la salud integral. En este contexto, la Rehabilitación Neuro Oclusal (RNO) emerge como una disciplina revolucionaria que reeduca la función masticatoria y devuelve al cuerpo su armonía natural.

Un enfoque más allá de los dientes

La RNO parte de una premisa simple pero poderosa: la masticación es una función neurológica, no solo mecánica. “Este tratamiento busca restablecer la función masticatoria controlando los contactos dentales, no solo al cerrar la boca, sino también durante los movimientos laterales”, explica el doctor Francisco Hernñandez, especialista en odontología y referente en RNO en la Unidad Dental del Centro Médico Quirónsalud Aribau. Es decir, no se trata únicamente de cómo encajan los dientes, sino de cómo la mandíbula se mueve, respira y se comunica con el resto del cuerpo.

Cuando este engranaje funciona bien, el resultado es un desarrollo maxilar armónico, una mordida equilibrada que protege los dientes, las articulaciones temporomandibulares (ATM), los músculos y el sistema nervioso. En la infancia, una correcta función de masticar guía el crecimiento facial; en la edad adulta, mantiene la salud oral y general.

La mordida como espejo del cuerpo

“La mordida influye mucho más que los dientes: afecta a las encías, la articulación temporomandibular, la postura corporal, la respiración, el sueño e incluso al procesamiento del dolor crónico”, detalla el doctor Hernández. Basta observar cómo cierra la boca un paciente para detectar posibles alteraciones posturales o disfunciones musculares. La boca, al fin y al cabo, habla también del cuerpo.

Una mandíbula desalineada puede enviar señales erróneas al sistema nervioso, generando tensiones que repercuten en el descanso, la concentración y el rendimiento físico. No es casual que muchos casos de fatiga, bruxismo o cefaleas persistentes tengan su origen en una mordida descompensada.

Terapia funcional, efectos reales

La Rehabilitación Neuro Oclusal no recurre a procedimientos agresivos ni invasivos. Su fuerza reside en la sutileza: pequeñas correcciones que devuelven grandes equilibrios. Basada en fuerzas pasivas y ejercicios de reeducación funcional, la RNO consigue beneficios notables. Disminuye los dolores crónicos como migrañas, cervicalgias o vértigos; mejora la postura y la coordinación corporal; previene el desgaste dental y optimiza la respiración.

“El paciente nota que deja de apretar los dientes, que duerme mejor, que su cuerpo se siente más ligero”, afirma el especialista. Con el tiempo, la mejora se vuelve visible no solo en la sonrisa, sino en la manera de caminar, hablar o incluso afrontar el estrés diario

Un tratamiento para todas las edades

La RNO está indicada para bruxismo, maloclusiones, disfunciones de la ATM, desgaste dental y problemas posturales, pero también se ha convertido en una herramienta de optimización del rendimiento deportivo.  Una mandíbula equilibrada ayuda a estabilizar el eje corporal, reduciendo el riesgo de lesiones y mejorando la coordinación motora. “Puede aplicarse a cualquier edad”, señala el doctor Hernández. “Cuanto antes se inicie, más natural será el proceso de reeducación”, sentencia.

El tratamiento se apoya en la tecnología más avanzada: dispositivos orales removibles, pistas de composite, sensores musculares y articuladores digitales que registran con precisión milimétrica los movimientos mandibulares. Pero la RNO no camina sola. Se complementa con la fisioterapia, la osteopatía, la optometría o la psicología, porque la salud oral se entiende como parte de un ecosistema corporal unificado. “Cuidar la mordida es cuidar el cuerpo entero”, resume el doctor.

Entre los muchos casos que el especialista recuerda, destaca el de una paciente que sufría dolores de cabeza, vértigos y rigidez cervical desde hacía años. Había visitado médicos, neurólogos y fisioterapeutas sin encontrar alivio. Con la aplicación de la RNO y un ajuste funcional mínimo, recuperó su bienestar y dejó atrás un sufrimiento crónico. “Su cuerpo simplemente necesitaba reencontrar su punto de equilibrio”, comenta el doctor.

Pequeños gestos, grandes resultados

Para prevenir disfunciones o alteraciones oclusales, el doctor Hernández recomienda comer alimentos duros y fibrosos, mantener una postura erguida y natural, evitar hábitos como morderse las uñas o apretar los dientes, y acudir al odontólogo si aparecen chasquidos, bloqueos o dolores mandibulares. La prevención, en este campo, es tan importante como el tratamiento.

Lo que más motiva al doctor Hernández es ver cómo mejorar la mordida puede transformar vidas. “Pacientes con migrañas, trastornos del sueño o tensión constante descubren un nuevo bienestar al recuperar la función natural de su boca”, afirma. En su experiencia, la Rehabilitación Neuro Oclusal no es solo una técnica odontológica: es una filosofía de salud integral, donde cada movimiento de la mandíbula contribuye a que el cuerpo, la mente y la energía vital vuelvan a sincronizarse.