Las polémicas sindicales en Bon Preu i Esclat abocan las negociaciones del convenio al tiempo de descuento. La falta de un convenio laboral azota de pleno a los trabajadores de esta cadena de supermercados y siembra las dudas sobre su futuro: ¿Se equipararán sus salarios a los del resto de empleados del sector? ¿Cobrarán lo mismo en función de la provincia donde trabajen? ¿Recuperarán las categorías? ¿Se mantendrán los pluses? Estas son algunas de las dudas que sólo el futuro convenio que se está negociando en Bon Preu puede resolver. 

La denúncia unánime de los trabajadores de CGT ha puesto el grito en el cielo. Critican que la situación que viven los empleados es límite. Este colectivo lamenta que la compañía aún no tenga un convenio justo que contemple un incremento salarial del 7% en base a la subida del IPC. Exigen que sea equiparable al de otros supermercados de la competencia, como asegura Silvia, trabajadora de uno de los centros de Barcelona desde hace más de 30 años: "Lo que no puede ser es que un trabajador de Mercadona, en la misma categoría que yo, cobre 500 euros más".  Esta situación reaviva el debate sobre las condiciones laborales en este supermercado y ha levantado la polémica entre los distintos sindicatos. Ante este escenario de crispación, la empresa señala a Metrópoli que "trabaja en estos momentos para conseguir incrementos salariales y otras mejoras sociales para los trabajadores". 

La situación económica que sufren los empleados contrasta con la del presidente del grupo de supermercados, Joan Font. El empresario ha entrado este año en la prestigiosa lista de ricos elaborada por Forbes. En el ranking de los 100 españoles con más dinero del mundo, el presidente de Bon Preu ocupa el puesto número 90. 

UGT Y CCOO LIDERAN LAS NEGOCIACIONES

El comité de empresa que negocia el futuro convenio con la dirección de Bon Preu está formado por UGT y CCOO. El principal punto de discordia entre los diferentes sindicatos de los trabajadores pone el foco en cuál es el indicador en el que se debe basar la subida del sueldo. CGT y la Intersindical - CSC reclaman que se haga en base al IPC igual que empresas como Mercadona o LIDL, mientras que UGT y CCOO aseguran que no es posible. "No nos podemos comparar con otros supermercados porque Mercadona tiene un convenio privado y el nuestro es sectorial, confiamos en que a partir de enero de 2023 el incremento salarial será del 6,5% con efectos retroactivos desde 2022", afirma Betty Costa, responsable de comercio de UGT.

La secretaria general de CCOO en Bon Preu, María Pedrola, lamenta que otros sindicatos que no forman parte del equipo negociador protesten por un convenio "que ya se está luchando". Pedrola asegura: "Los sindicatos rebotados no ayudan, lo más importante ya está negociado. No puede ser que para lo que les interese se comparen con Mercadona y para lo que no les parece bien, no lo hagan". Ambos sindicatos se muestran optimistas respecto a las negociaciones y apuntan que se están emplazando a "otra reunión con la dirección" para acabar de limar las asperezas. 

CGT Y LA INTERSINDICAL ALZAN LA VOZ

Los sindicatos CGT y la Intersindical - CSC no forman parte del comité de empresa pero buscan hacerse oír. La CGT ha protagonizado varias protestas para reclamar mejoras en las condiciones laborales. La última, bajo el lema "por un convenio justo y un salario digno" en dos centros de Barcelona. Con el paso de los años, los trabajadores denuncian haber sufrido recortes y pérdidas de permisos. Un conjunto de situaciones que se han ido agravando con el tiempo -afirman- y que han llevado a empleados como María José Martínez, delegada de CGT, a denunciar los hechos en este medio: "Soy jefa de sección, cobro cuatro cuatrienios y dos pluses y mi nómina no llega ni a los 1.300 euros. Es vergonzoso".

Marc Faustino, responsable de acción sindical de la Intersindical - CSC considera en declaraciones a Metrópoli que "el incremento del sueldo no puede ser inferior al coste de la vida". Faustino asegura que la lucha de derechos como este llevó a varios trabajadores de la empresa a crear una sección sindical el 6 de octubre. El 20 de octubre, según explica el responsable, dos trabajadores afiliados fueron despedidos después de comunicar a Bon Preu la constitución de esta sección: "En la carta de despido la empresa alegó una reordenación organizativa de los servicios logísticos, pero nosotros creemos que fue un invento para justificar una práctica ilegal de persecución sindical". 

Un encadenamiento de hechos que ha llevado a los trabajadores a organizar distintas protestas en varios puntos del territorio para pedir la readmisión de los empleados despedidos. 

LA EMPRESA SE DESMARCA DE POLÉMICAS

Fuentes de la empresa aseguran a Metrópoli que "las decisiones relacionadas con las posibles variaciones de Bon Preu con sus trabajadores están, siempre y sin excepción, vinculadas a motivos estrictamente profesionales". Lejos de entrar en polémicas entre sindicatos, la empresa se remite a las conversaciones con los sindicatos mayoritarios. Subrayan que están trabajando para conseguir incrementos salariales y otras mejoras sociales en unas negociaciones que se encuentran "en una fase bastante avanzada".

Sobre las movilizaciones impulsadas por CGT, destacan que la compañía respeta el derecho a la libertad de expresión de sus empleados y la movilización pacífica. 

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