La America's Cup Experience, que no debe confundirse con la competición deportiva de vela, desembarcó en el Port Vell de Barcelona el pasado agosto para ocupar el espacio donde antiguamente se situaban los cines Imax. Esta suerte de museo --creado ex profeso para ser visitado durante la Copa América-- fue adjudicado por la Autoridad Portuaria (APB) en marzo al empresario audiovisual Josep Gurri. El puerto contradijo a la organización de la Copa América, que anunció a través de su CEO, Grand Dalton, que el grupo Mediapro de Jaume Roures gestionaría este espacio.
No obstante, meses después entró por la puerta de atrás un polémico fondo como gestor del museo. Se trata de Varia Investment Cultural, la filial museística de Stoneweg, fondo que acumula varios escándalos urbanísticos y denuncias de ecologistas. Stoneweg se asoció con la empresa AC House Barcelona SL, creada por los empresarios Josep Gurri, Xavier Andrades y Enrique Ordoñez para poner en marcha esta exposición temporal.
Esta no es la primera incursión del fondo Stoneweg en Barcelona. Su nombre está asociado al fracasado proyecto del Hermitage, un museo que debía ubicarse en la Nova Bocana del Puerto que acabó sin levantarse por oposición del consistorio que entonces controlaba Ada Colau. Los comunes pusieron en duda la viabilidad económica de la iniciativa y las intenciones reales del fondo. Coincidían en el análisis diversos empresarios y voces autorizadas del sector museístico de la ciudad, que no vieron con buenos ojos el aterrizaje del Hermitage en Barcelona.
¿QUIÉN CONTROLA STONEWEG?
Stoneweg, que gestiona fondos por valor de casi 2.000 millones de euros, es un grupo hispanosuizo fundado por los empresarios catalanes Joaquín Castellví y Jaume Sabater, quienes actualmente ocupan los cargos de director de inversiones y consejero delegado respectivamente. Castellví, cara visible del negocio en España, proviene de una acaudalada familia barcelonesa. El ejecutivo es hijo de Joaquim Castellví Rey, uno de los pioneros de la inversión inmobiliaria en el distrito 22@, con unos activos que superan las tres cifras en la empresa familiar Grupo Castellví. Los dos socios fundadores de Stoneweg cuentan con la ayuda del empresario Xavier Pujol Coll para su filial museística Varia Investment Cultural, donde este último consta como administrador único en el registro mercantil.
En Barcelona, además del America's Cup Experience, Stoneweg entró este año en el museo Palau Martorell, la cadena de restauración The Belbo Collection y numerosas promociones inmobiliarias. Tras el fracaso del Hermitage, también se refugiaron en L'Hospitalet con la adjudicación del futuro hub cultural de la fábrica Godó i Trias, donde desembolsarán 60 millones de euros.
SONADAS POLÉMICAS
Pero si por algo se caracteriza Stoneweg es por acumular una larga lista de controversias. La más sonada fue la construcción del complejo residencial Jardines de Sa Riera Living, en Begur. El proyecto de edificación de 52 viviendas de lujo en primera línea de mar supuso la deforestación de un bosque virgen de pinos y encinas. Esta ocurrencia levantó muchas ampollas en asociaciones ecologistas, que alzaron la voz por la construcción de un bloque de hormigón en uno de los pulmones de la Costa Brava. “Estamos aquí para decir basta al urbanismo salvaje. Nos tenemos que movilizar para pararlo. Ni un palmo más de cemento en la Costa Brava”, expresaron organizaciones naturalistas, que finalmente no han podido impedir la pérdida de biodiversidad.
Otra de las polémicas de Stoneweg fue el proyecto Cosme Toda, en L'Hospitalet de Llobregat. Esta antigua fábrica de cerámica modernista fue recalificada por el consistorio local para desarrollar la construcción de 1.397 pisos repartidos en 32 bloques. Una vez comenzadas las obras, el informe pericial concluyó que la edificación incumplía la normativa urbanística. Los pisos no cuentan con la suficiente luz solar marcada por el Plan General Metropolitano (PGM) y, según los comunes de l'Hospitalet, se edificó un 34,5% más de lo permitido.
UN 'MONSTRUO' EN HORTALEZA Y UNA PLAYA EN MADRID
En el resto de España tampoco andan escasos de controversias. La gestora quiere levantar en el distrito de Hortaleza cuatro torres de 12 plantas que albergarán casi 600 apartahoteles, un proyecto que los vecinos describen como un "monstruo inmobiliario", pues triplicará la altura de los edificios colindantes. Stoneweg ha desembolsado 45 millones de euros en el cuestionado inmueble.
Asimismo, es la encargada de construir una playa en los aledaños del estadio Metropolitano del Atlético de Madrid. El fondo se ha aliado con el club rojiblanco para crear la mayor playa artificial de Europa. La instalación contará con una escuela y tienda de surf, una pista de patinaje, bares, zonas para los pequeños y otras actividades deportivas de playa en la arena. Las olas artificiales tendrán hasta dos metros de altura y los terrenos, de hasta cuatro hectáreas, han sido cedidos durante 75 años por el Ayuntamiento de la capital española.