Aspecto exterior del renovado mercado de Sant Antoni / HUGO FERNÁNDEZ

Aspecto exterior del renovado mercado de Sant Antoni / HUGO FERNÁNDEZ

Eixample

El nuevo mercado de Sant Antoni abrirá sus puertas en mayo

La reforma del equipamiento está a punto de concluir después de 8 largos años de obras

30 enero, 2018 15:23

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El modernizado mercado de Sant Antoni ya tiene fecha de apertura: el próximo mes de mayo. Atrás quedarán ocho interminables años de obras -repletas de contratiempos- que han hecho dispararse el gasto de dinero público hasta el lindar de los 70 millones de euros. Las obras en el interior del recinto están entrando en su tramo final así como las de urbanización del exterior del equipamiento. Por fin se ve la luz al final del túnel.

La reforma de Sant Antoni ha durado “demasiados años”. Lo ha reconocido hasta el concejal de Turismo, Comercio y Mercados, Agustí Colom (Barcelona en Comú). Por eso, el corte de la cinta inaugural se está esperando en el barrio como agua de mayo, y nunca mejor dicho. Aunque tanto técnicos como políticos coinciden en señalar que la espera habrá valido la pena porque “el renovado mercado de Sant Antoni volverá a ser pulmón que dinamizará el barrio” ha asegurado Colom, durante la que se presupone ha sido la última visita de obras con la prensa antes de la inauguración.

El director de Projectes i Estratègia de Mercats de Barcelona, Pere Xavier Sirvent,ha adelantado que durante esta semana comenzarán las obras de acondicionamiento de cada uno de los puestos de venta, tanto los interiores (producto fresco) y exteriores (complementos de hogar y moda) y de los almacenes y cámaras frigoríficas anexas al muelle de carga y descarga. Sirvent ha adelantado que estas actuaciones pueden estar listas en un plazo de 90 días, lo que dejaría todo el recinto en perfecto estado de revista en abril.

APERTURA NEGOCIADA

Los comerciantes quieren trasladarse desde la actual carpa provisional de la calle de Urgell a sus nuevos y definitivos puestos de venta aprovechando el puente del primero de mayo, pero el Ayuntamiento de Barcelona no ha confirmado que ésa sea la fecha elegida finalmente para su apertura al público. “El día de la inauguración se pactará con los comerciantes y posiblemente sea en mayo. Lo que sí que está asegurado es que la apertura del mercado será antes del verano”, se ha comprometido públicamente el concejal de Mercados.

Colom también ha confirmado que las obras del exterior del mercado (que se ejecutan de forma independiente pero coordinada) y que permitirán ganar dos plazas públicas, zonas ajardinadas y viales de prioridad peatonal- “van a buen ritmo y también podría estar acabada en mayo”, lo que aseguraría que el inicio de la actividad comercial no se vea dificultado por ningún impedimento urbanístico. El único fleco que todavía queda por ligar es saber qué marca ocupara una de las dos pequeñas superficies comerciales de la planta sótano que todavía está pendiente de adjudicación (la otra la ocupará un supermercado de Lidl). El plazo de presentación de propuestas finaliza el próximo día 7 de febrero. Solo se ha revelado que la macro-tienda no será de alimentación y que se primará que tampoco sea de prendas de moda, para que no entre en competencia con los puestos exteriores.

Los arquitectos responsables de la compleja reforma del mercado de Sant Antoni, Pere Joan Ravetllat y Carme Ribas, han destacado que lo más complejo de las obras es que han tenido que ejecutarse “primero de arriba a abajo (para consolidar la parte antigua) y después de abajo a arriba (párkings, muelles de carga, descarga y, por último la reforma de la planta de venta)”. La otra gran obra de ingeniería -por su complejidad y por sus técnicas innovadoras- ha sido la recuperación de importantes elementos del patrimonio arquitectónico de la ciudad situados en las entrañas del mercado, como el baluarte de la antigua muralla del siglo XVII, la contramuralla y la antiquísima vía augusta “por la que se accedía a la Barcelona romana hace 2.000 años”, ha subrayado Sirvent.

TRES MERCADOS QUE FUNCIONARÁN JUNTOS Y POR SEPARADO

La idea es que el renovado mercado funcione como tres espacios de venta diferentes que sean complementarios pero puedan funcionar “tanto juntos como por separado” : el mercado de producto fresco -bajo la espectacular cúpula y la estructura de forja diseñada por el arquitecto Antoni Rovira i Trias en 1882- las paradas exteriores de ropa y complementos para el hogar, y los encantes y puestos de libros dominicales, que se situarán bajo una gran marquesina en la fachada del mercado a la calle de Borrell.

El mercado moderno mantendrá las cuatro entradas originales su estructura y la configuración de sus pasillos en forma de cruz pero los puestos serán menos y completamente diferentes (mucho más grandes que sus predecesores). Así, se pasará de los 186 paradas originales a solo 52 que “solo ocupan el 60% de la superficie disponible”, ha matizado el director de Projectes i Estratègia de Mercats de Barcelona, lo que dará más amplitud a las zonas de paso.

El barrio de Sant Antoni tiene puestas sus esperanzas en este proyecto, pese a que también temen que su éxito derive en una subida de los precios de los alquileres de los pisos de la zona y de los locales comerciales de las proximidades. No obstante, tanto los responsables municipales como los comerciantes apuestan por un modelo de “mercado de barrio” y no de masas, “Solo tendrá tres bares (antes tenía ocho), sin posibilidad de terraza exterior, y solo hay tres peticiones para incorporar la degustación a la venta”, ha asegurado Sirvent, algo que blindaría el carácter más popular de la instalación si se compara con otros mercados más masificados como el de la Boquería.

ADAPTADO A LOS NUEVOS HÁBITOS DE CONSUMO

“Se trata de recuperar la capacidad de atracciones del mercado pero adaptada a las nuevas necesidades y nuevos hábitos de consumo”, ha insistido Pere Xavier Sirvent. Los comerciantes también defienden este modelo y están dispuestos a adaptarse todo lo que haga falta. Por ejemplo, los paradistas del mercado exterior se están replanteando los horarios y los días de apertura. Y hay optimismo. El nuevo equipamiento “marcará una nueva etapa en la ciudad de Barcelona. Lucharemos para que sea un punto de encuentro a nivel de barrio, a nivel de ciudad y a nivel europeo", ha declarado la presidenta del mercado de producto fresco, María Masclans. “Los comerciantes nos adaptaremos a lo que nos pida el barrio. El futuro del mercado de Sant Antoni lo marcará la gente”, ha vaticinado Masclans.