Los centros comerciales han reabierto este lunes en Barcelona. Tras dos semanas de incertidumbre, el sábado pasado el Procicat aprobó su apertura con varias restricciones. El plan era que los parques comerciales pudieran volver a subir la persiana en la fase 2 del plan de desescalada pero, ante las cifras de contagios en Cataluña, los expertos prefirieron esperar un poco más.
Sin pasar de tramo, los grandes almacenes de la capital catalana y el área metropolitana han reabierto sus puertas con un aforo máximo del 30% y con el control de acceso y las condiciones de ventilación garantizadas.
La entrada en la fase 1,5 desde este lunes, 14 de diciembre, implica también que los fines de semana se permitan los desplazamientos dentro de una misma comarca. Estas medidas pretenden esponjar las aglomeraciones detectadas en espacios urbanos y permitir a los vecinos de municipios pequeños acceder durante el fin de semana a determinados servicios.
SEIS SEMANAS CERRADOS
La Generalitat anunció el cierre de todos los comercios no esenciales de más de 800 metros cuadrados de superficie el pasado 30 de octubre. Esta medida, que se aplicó para frenar la segunda ola del coronavirus, ha obligado a los establecimientos de los centros comerciales a mantener la persiana bajada durante seis semanas.
Tras un mes y medio paralizados, los comerciantes de estas superficies temen perder las ganancias que corresponden a la temporada navideña. En el centro comercial Glòries, la responsable de la tienda de bolsos y complementos Misako, afirma a este medio haber sufrido “grandes pérdidas respecto a los años anteriores” que, con las restricciones actuales, no cree “que se puedan recuperar en tan sólo un mes”.
COMERCIOS EN EL EXTERIOR: LOS GRANDES BENEFICIADOS
Por su parte, los establecimientos con mayor superficie han podido acotar su aforo para seguir abiertos, lo que ha permitido a El Corte Inglés o las macrotiendas mantener su actividad. Además, los comercios de venta de bienes esenciales y aquellos que dan a la calle han permanecido abiertos. Es el caso de Glòries, que tiene diversas tiendas en el exterior.
En este centro comercial, grandes marcas como Adidas y Hollister han aumentado potencialmente las ventas y la afluencia de clientes. Esto se debe a que el resto de sus locales de la ciudad debían permanecer cerrados por su localización.
GRAN ACOGIDA
La afluencia de clientes en los centros comerciales da un brote de esperanza a sus establecimientos. Desde las 10:00 horas de la mañana de este lunes, los centros comerciales de Glòries y La Maquinista han tenido una gran acogida en su reapertura.
Varios de los compradores que han acudido a los grandes almacenes barceloneses han afirmado a este medio que han “esperado a la reapertura de los centros comerciales” para hacer las compras de Navidad con el objetivo de "evitar las aglomeraciones” que se han vivido en los últimos días en el centro de Barcelona y otras ciudades.
Muchas de las tiendas han optado por ofrecer descuentos para “llamar la atención del público” y “recuperar el tiempo perdido lo antes posible”. En las grandes cadenas como Primark se han formado largas colas ocasionadas sobre todo por la reducción del aforo.
LOS 'STANDS': LOS GRANDES OLVIDADOS
Los stands comerciales han sido los más perjudicados durante el cierre de las grandes superficies. Múltiples marcas que ofrecen desde productos de alimentación hasta tratamientos de belleza han tenido que cesar su actividad por las restricciones de las últimas semanas.
Estos comercios están “sujetos a la actividad del resto de tiendas”, según afirma una trabajadora de Slindara, un stand de estética. Por ello, la paralización de su actividad tiene graves consecuencias, ya que la presencia en los centros comerciales es la única fuente de ingresos de muchas de las marcas.
Como consecuencia, varios de los trabajadores continúan en ERTE o se han visto obligados a reducir su horario de trabajo.