La Diagonal estará patas arriba por obras hasta 2028
A las obras del nuevo colector, que cortan la avenida entre Roger de Llúria y Aragó, se sumará desde otoño la construcción del tranvía
18 abril, 2021 00:00Noticias relacionadas
Atravesar la Diagonal de punta a punta será una tarea prácticamente imposible los próximos años. De hecho, ya lo es ahora. Una de las arterias principales de Barcelona está cortada al tráfico, en su tramo central, desde finales de noviembre de 2020 desde Roger de Llúria hasta el eje Aragó-Sardenya. El motivo es la construcción de un nuevo colector entre el paseo de Sant Joan y la calle de Girona. Si todo transcurre según lo previsto, la fase final de estos trabajos coincidirá, el último trimestre de 2021, con el inicio de la construcción de la conexión del tranvía entre Castillejos y Girona, o lo que es lo mismo, entre Glòries y Jacint Verdaguer. Entre 2024 y 2028, todavía sin un calendario claro, se ejecutará la segunda fase del tranvía entre Girona y Francesc Macià. Si las previsiones se cumplen, en un tramo u otro, la Diagonal estará patas arriba unos siete años.
Las obras de unión del tranvía entre Castillejos y Girona se prolongarán durante 21 meses y medio. Es decir, que si empiezan a finales de 2021, deberán acabar el segundo semestre de 2023, lo que significará que la campaña municipal de las elecciones de mayo de 2023 tendrá lugar con la Diagonal levantada entre Glòries y el paseo de Sant Joan. Fuentes municipales informan que las obras del colector -que cuestan 7,7 millones- terminarán en enero de 2022, pero el tramo cortado entre Roger de Llúria hasta Aragó-Sardenya se prolongará de forma integral hasta el próximo verano. Entonces, la intención es que algunas partes de la Diagonal se vayan abriendo al tráfico aunque las obras del colector no habrán acabado.
EL TRANVÍA, HASTA FRANCESC MACIÀ ENTRE 2024 Y 2028
Así, como consecuencia de las obras del colector que se desarrollan ahora y las posteriores de la primera fase del tranvía, algún tramo importante de la Diagonal, que tiene más de 10 kilómetros desde Zona Universitària hasta el Fòrum, estará cerrado al tráfico durante unos tres años. El Ayuntamiento dice que las restricciones viarias por el tranvía todavía no se ha decidido cómo se harán y que lo decidirán el comité de obras y el área de Movilidad, que tienen que valorar, entre otros aspectos, cómo se enlazan las obras del colector y las de la infraestructura tranviaria y qué tramos se cortan a medida que se ejecutan los trabajos del tranvía.
Posteriormente, ya en el mandato 2023-2027, la intención de Ada Colau y Jaume Collboni es ejecutar las obras de la segunda fase del tranvía entre 2024 y 2028, desde la calle de Girona hasta la plaza de Francesc Macià, donde actualmente acaba la línea del TramBaix. Sobre este proyecto no hay un calendario concreto. Tampoco lo hay para la segunda fase de las obras para ampliar y desdoblar el colector de la Diagonal, que se extenderán hasta Francesc Macià, afirman fuentes municipales. Lo lógico es que se hagan primero las obras del colector y después las del tranvía. El coste de la unión del tranvía será en total de unos 175 millones de euros. La ejecución de la segunda fase dependerá de quién gane las elecciones en 2023.
LOS BUSES ELÉCTRICOS, DESCARTADOS
La Confederación General de Trabajadores (CGT) considera que las obras del tranvía por la Diagonal no serían necesarias y que el recorrido que cubrirá el tranvía se podría hacer con buses eléctricos. Hace unos días, Metrópoli Abierta recogió la denuncia de la sección sindical de CGT de bus en Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) que acusó al Ayuntamiento de Barcelona de bloquear las líneas de bus eléctrico por la Diagonal para favorecer el tranvía. CGT recuerda que la red ortogonal de buses no se ha podido completar porque el consistorio impidió la puesta en marcha de la línea D30, que debía cubrir toda la Diagonal, desde Zona Universitària hasta Roc Boronat.
La línea D30 jamás se ha implantado, a pesar de que TMB hizo un estudio [ver aquí] y el pleno municipal aprobó una prueba piloto, en febrero de 2018, pero la alcaldesa Ada Colau se negó. La propuesta, la había lanzado días atrás el PDeCAT de Xavier Trias. El estudio de TMB concluye, a nivel general, que el bus D30 es "capaz de dar respuesta a la demanda del eje con una holgura que será suficiente para los incrementos de la demanda que se puedan dar". El informe también dice que una inversión tan elevada para la implantación del tranvía no está justificada y apunta que la puesta en marcha de este medio de transporte afectará más al tráfico y aumentará la congestión "produciendo un balance medioambiental negativo".
DESVIOS EN ROGER DE LLÚRIA Y ARAGÓ
Ahora, sobre el terreno, todos los vehículos que llegan por la Diagonal hasta la calle de Sardenya en sentido Llobregat se tienen que desviar hacia la calle de Aragó -otra alternativa es ir por la calle de Mallorca-. Unos grandes bloques de hormigón, del tipo New Jersey, impiden el paso tres calles antes de donde se concentran los trabajos del colector. Lo mismo sucede en el otro extremo, en Roger de Lluria, donde los coches que van en sentido Besòs son desviados hacia Rosselló. Los que circulan por el lateral de la Diagonal, también en sentido Besòs, tienen que bajar por Pau Claris y tomar después València [ver aquí la nota municipal].
Los trabajos del nuevo colector se han visto afectados por unos hallazgos arqueológicos. Se trata de restos de la Barcelona del siglo XIX relacionados con el pasado agrícola del Eixample y de estructuras de la canalización de diversos torrentes que pasaban por la zona, subraya el servicio de arqueología del Ayuntamiento, antes de la urbanización del Eixample con el plan Cerdà y el nacimiento de la Diagonal en 1884. Los restos que más han sorprendido a los arqueólogos son los de un complejo industrial de carácter agrícola formado por 12 depósitos subterráneos.
RESTOS ARQUEOLÓGICOS EN LA DIAGONAL
Las depósitos tienen unas dimensiones totales de 14 metros de largo por cinco de ancho y que corresponden a la rasa abierta por la obra. El interior está revestido de baldosas esmaltadas, que serán los elementos que se conservarán. Los arqueólogos han documentado baldosas con 40 motivos decorativos distintos. Entre ellas, destacan tres baldosas con un fondo blanco con escenas policromadas del Vía Crucis y otra tiene una inscripción de la defunción de una persona. Cada depósito tiene tres metros de largo, dos de altura y 1,5 de ancho y están construidos con ladrillos y piedras. Fuentes del Institut de Cultura de Barcelona (Icub) explican que se recuperarán entre 600 y 700 baldosas, que se guardarán en unos almacenes municipales de la Zona Franca. En principio, el descubrimiento de los restos arqueológicos no supondrá un retraso significativo en las obras del colector.
Otra parte de la Diagonal que lleva años en obras es la plaza de les Glòries. Hay vecinos de la ciudad que han crecido con este emplazamiento en constante remodelación. Si no se produce un nuevo retraso, los túneles viarios de entrada y de salida de la ciudad estarán operativos en otoño. Según las previsiones del Ayuntamiento, la circulación de salida de Barcelona llegará a principios de septiembre (sentido Besòs), mientras que los vehículos que entren a la capital catalana podrán empezar a utilizar la nueva infraestructura desde finales de noviembre (sentido Llobregat).
90.000 VEHÍCULOS AL DÍA POR LOS TÚNELES
"La obra civil está prácticamente acabada", dijo en enero Janet Sanz, teniente de alcaldía de Ecología Urbana, Urbanismo, Infraestructuras y Moviidad. Ambas bocas de los túneles son independientes y unidireccionales y tienen 957 metros cada una que transcurren entre la calle de Castillejos y la rambla del Poblenou. El tráfico previsto será de unos 90.000 vehículos al día. La adjudicación inicial fue por 60,1 millones de euros. Los túneles, en su parte más profunda, están 25 metros por debajo de la rasante de la plaza. Lejos de lo que pueda parecer, la apertura de los túneles no supondrá el fin de las obras de Glòries, donde todavía quedarán años de trabajos para la construcción de viviendas y equipamientos y la urbanización del entorno.
La avenida de la Diagonal fue ideada por el ingeniero Ildefons Cerdà como una de las calles principales de la ciudad junto a la Meridiana. Ambas calles cortan de forma oblicua la retícula racionalista que concibió para el Eixample. Diagonal y Meridiana se cruzan en la plaza de Les Glòries Catalanes, que Cerdà concibió como el centro de Barcelona, aunque ahora ese papel lo hace la plaza de Catalunya. El primer tramo de la Diagonal se construyó entre paseo de Gràcia y Pau Claris en 1884. La avenida, que tiene unos 50 metros de ancho, va desde el Besòs hasta Les Corts. A lo largo de su cerca de siglo y medio de existencia, la Diagonal ha tenido varios nombres, entre ellos Gran Via Diagonal (en sus inicios), avenida de la Nacionalitat Catalana, avenida de Alfonso XIII y avenida del Generalísimo, duranta la dictadura franquista.