El Gremi de Restauració rechaza el plan de acción elaborado por el gobierno del alcalde Jaume Collboni para erradicar los problemas de orden público que arrastra el denominado Triángulo Golfo del barrio del Poblenou y reclama que no afecte a las terrazas ni a su horario.

En un comunicado, el gremio indica que el plan de acción pasa "de puntillas" y que "ninguno de los problemas a los que se refieren los informes municipales (botellones, incivismo, peleas y agresiones, etc.) tiene que ver con la restauración", ha asegurado el director del gremio, Roger Pallarols. La entidad ha explicado que ha presentado alegaciones durante el trámite de información pública del plan y está pendiente de hablar de ello con el concejal del distrito de Sant Martí, David Escudé.

SEÑALA A LAS DISCOTECAS

Pallarols ha subrayado que en el caso del polémico Triángulo Golfo, es obvio que el polo de atracción son las discotecas y que, en consecuencia, "es un problema de orden público que debe abordarse a través de la ordenanza de civismo y, por tanto, sin criminalizar a los restauradores".

TRIÁNGULO GOLFO, UN PUNTO CALIENTE

Como ya informó Metrópoli en varios artículos, el Triángulo Golfo es uno de los puntos más calientes del ocio nocturno barcelonés. Los botellones en medio de la calle siguen teniendo mucha presencia. El ruido a altas horas de la noche, los gritos y el incivismo son el pan de cada día para los vecinos, que ya están hartos y piden que el Ayuntamiento actúe de una vez.

Tras ser investido alcalde, lo primero que hizo Collboni fue reunirse con el Gremi de Restauració para acercar posturas. El cambio de Colau a Collboni representó un nuevo inicio en las relaciones bilaterales entre la patronal y la institución, por lo que ambas partes buscan reanudar las relaciones y hacerlo con buen pie.

Precisamente, el Gremi ha sido uno de los mayores enemigos declarados del consitorio durante los mandatos de Ada Colau. La ya exalcaldesa se ganó la enemistad de los empresarios al comenzar a sancionar a terrazas y locales que no complían con la normativa. A su vez, durante años redujo o mantuvo paralizado el número de asientos y sillas por local y denegó gran parte de las solicitudes de ampliación de las terrazas covid.

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