Las obras para cerrar de noche las baterías antiaéreas del Carmel han dejado al descubierto fragmentos de amianto, que se están esparciendo por el Turó de la Rovira. Según denuncian los vecinos a través de un comunicado, las piezas rotas estaban junto al perímetro de la valla, y creen que la masificación turística las está moviendo: “Sólo hay que pasearse por los alrededores para darse cuenta de que hay una cantidad inadmisible de fibrocemento, y los turistas dispersan las piezas que se agolpan en el perímetro”, explica el comunicado del Consell Veïnal.

CULPAN AL AYUNTAMIENTO

La asociación de vecinos señala al Ayuntamiento al considerar que no ha tomado las precauciones necesarias durante la ejecución de las obras a pesar de tener conocimiento de la existencia de amianto en esta zona. Según detallan en el comunicado, en un espacio de las obras sí que se ha colocado una malla para evitar que el amianto penetre hacia el exterior, aunque no protege todo el perímetro. Los vecinos temen que este material cancerígeno llegue a las viviendas más cercanas y suponga un peligro para la salud.

Por este motivo, el Consell Veïnal del Turó de la Rovira pide al consistorio barcelonés que adecue la zona para evitar que se dispersen más pedazos. Quieren que se instale una reja unos metros arriba de las viviendas para que impida que las piezas con amianto entren en contacto con las casas. Según los vecinos, los fragmentos provendrían de los tejados con los que se construían las barracas que ocupaban el espacio, y que se desmantelaron a principios de los años noventa.

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