Las mejores bravas de Barcelona cuestan menos de 4 euros y se sirven en este popular bar de toda la vida

Barcelona alberga una extensa red de bares y restaurantes, sumando más de siete mil establecimientos, cada uno repleto de historias y platos que satisfacen tanto a los residentes como a los curiosos turistas que buscan el lugar perfecto para un festín memorable. Destacando entre la multitud se encuentra un emblemático bar, reconocido por ofrecer las mejores bravas de Barcelona.

Se trata del Bar Marcel, situado en el centro del barrio de Sant Gervasi-Galvany, en el número 42 de la calle Santaló. Con un legado que data de los años 40, este bar ha perfeccionado su cocina tradicional y se ha posicionado como el orgulloso ganador del Premio del Público en la última edición del Brava Fest, eclipsando a otros locales de renombre en Barcelona.

Este refugio para los entusiastas de las bravas también deleita con una variedad de tapas exquisitas. Además de su aclamada receta estrella, el menú incluye platos como la ensaladilla rusa, la bomba y las alcachofas fritas, cada uno competiendo por convertirse en un imprescindible en la mesa de los comensales. También ofrecen un servicio para llevar y de delivery.

Para los interesados en disfrutar de las famosas bravas del Bar Marcel, el acceso es sencillo gracias a su ubicación privilegiada. Los comensales pueden optar por el transporte público, con paradas de autobús y metro cercanas que dejan a los visitantes a solo unos minutos a pie del establecimiento. Aquellos que prefieran la comodidad del vehículo propio encontrarán conveniencia adicional en un parking cercano al bar.

No obstante, la ruta de las bravas en Barcelona no termina en el Bar Marcel. Otros locales como el Bar Tomás, situado en la calle Major de Sarrià, y el Bar Mandri, ubicado en la calle Mandri, se han ganado un lugar en el corazón de los aficionados a esta tapa clásica. Estos bares no solo ofrecen unas bravas excepcionales por un precio asequible sino que también invitan a explorar la riqueza culinaria de Barcelona, una ciudad que celebra con pasión su patrimonio gastronómico.