Badalona, la cuarta ciudad con más habitantes de Cataluña, ha tenido en los 42 años de democracia nueve alcaldes: Màrius Díaz (PSUC), Joan Blanch (PSC), Maite Arqué (PSC), Jordi Serra (PSC), Xavier Garcia Albiol (PP, que ha estado dos veces al frente del Ayuntamiento de la ciudad, entre 2011 y 2015, y entre 2020 y 2021), Dolors Sabater (Guanyem Badalona en Comú), Àlex Pastor (PSC), Aïda Llauradó (Badalona en Comú Podem, interina durante un mes) y Rubén Guijarro (PSC).
A lo largo de estas más de cuatro décadas, la gobernabilidad de Badalona ha estado marcada, salvo contadas excepciones, por la falta de un proyecto político sólido y estable que haya podido transformar la ciudad a diferencia de otras grandes ciudades metropolitanas como Barcelona, L'Hospitalet o Santa Coloma de Gramenet, afirman personas que tuvieron responsabilidades de gobierno. Solo en una ocasión, un partido, el PSC, obtuvo mayoría absoluta. Fue con Joan Blanch en la alcaldía, entre 1991 y 1995. "Blanch tenía visión estratégica, aunque no era muy popular. Durante aquellos años se hicieron las rondas y Badalona fue subsede olímpica". Y únicamente en dos mandatos, el de 1999-2003 y el de 2003-2007, con una coalición entre comunes (ICV-EA) y socialistas, la ciudad pudo desarrollar un programa de gobierno, con Arqué al frente, que culminó en la transformación del puerto y en la modernización de los servicios sociales.
MOCIÓN DE CENSURA CONTRA SABATER CON EL APOYO DE ALBIOL
Las distintas fuentes consultadas coinciden en señalar que la política municipal de Badalona ha estado marcada por la fragmentación política, los gobiernos en minoría, las divisiones internas del PSC y de gobernabilidad, según los momentos, la falta de cohesión social y algunos casos de corrupción. El PSC ha sido el partido que más años ha gobernado en Badalona. Entre 1987 y 1991, el pacto entre socialistas e ICV se saldó con numerosas tensiones y con el exalcalde Màrius Díaz nombrado primer teniente de alcaldía "sin competencias". "Tenía el despacho al lado de Blanch pero no tenía competencias. ICV hacía de gobierno y de oposición", recuerdan fuentes municipales que vivieron aquellos años.
En 1997, Blanch fue desplazado por la dirección del PSC. El gobierno de Badalona era "inestable" y la lucha interna en el PSC para hacerse con la vara de mando se la llevó Arqué, que se impuso en unas primarias internas. Blanch montó su propio partido, Coalició Socialista de Progrés, aunque el exalcalde solo logró 5.000 votos en las elecciones de 1999 y no obtuvo representación. Una década después, tras las elecciones de 2007, mientras Arqué intentaba cerrar un pacto con ICV, Jordi Serra, otro miembro del PSC, negociaba con Ferran Falcó (CiU). Finalmente, los socialistas cerraron un pacto con ICV y ERC, aunque en 2008 Arqué cedió la alcaldía a Serra. En las elecciones de 2011, Albiol "se comió" a Serra, apuntan fuentes municipales de entonces, y se hizo con la alcaldía.
UN PACTO DE IZQUIERDAS ECHA A ALBIOL DE LA ALCALDÍA
Particularmente movido ha sido el último lustro, desde 2015 hasta la actualidad. Ese año, Albiol también ganó las elecciones. El edil popular venía de cuatro años de ostentar la alcaldía (2011-2015) con el apoyo de CiU. Sin embargo, en 2015, un pacto de las fuerzas de izquierda dio la vara de mando a la cupaire Sabater. Su mandato duró tres años. Las desavenencias en el seno del gobierno eran habituales, entre otros motivos por el apoyo de Sabater a la DUI (Declaración unilateral de independencia). En 2018, una moción de censura del PSC nombró alcalde a Pastor, que contó con el apoyo del PP y Ciudadanos.
En las elecciones de 2019, Albiol se impuso de nuevo. Pero de buenas a primeras no pudo gobernar. Un nuevo pacto de las izquierdas permitió a Pastor seguir como alcalde. La vara de mando le duro menos de un año. En abril de 2020, durante el primer confinamiento por la pandemia, el edil socialista fue pillado conduciendo borracho por Barcelona. No solo se había saltado la reclusión y circulaba en un claro estado de embriaguez, sino que se enfrentó a los Mossos que le pararon, les insultó y mordió a uno de ellos.
ALBIOL, IMPLICADO EN 'LOS PAPELES DE PANDORA'
Pastor acabó detenido, el PSC le dio de baja y le obligó a renunciar a todos sus cargos. Tras un mes con Aïda Llauradó como alcaldesa interina, la vara de mando volvió a Albiol. El popular fue elegido en la sesión de investidura de mayo de 2020 por ser la lista más votada y no haber obtenido ninguno de sus adversarios la mayoría absoluta. Un año y medio después, Albiol ha sido apeado de nuevo de la alcaldía por su implicación en los papeles de Pandora. En 2005, Albiol recibió un poder general para gestionar una sociedad en Belice, un paraíso fiscal. El líder del PP en Badalona se negó a dimitir y una moción encabezada por el PSC ha hecho a Guijarro alcalde este noviembre.
A lo largo de estos más de cuarenta años de democracia, el Ayuntamiento de Badalona se ha visto salpicado por algunos casos de corrupción. Uno de los más conocidos es la Operación Pretoria, una trama de corrupción urbanística que ocurrió en Santa Coloma de Gramenet, Badalona y Sant Andreu de Llaveneres entre 2002 y 2009. El principal implicado fue Luis Andrés García, exdiputado del PSC. Y el exacalde de Santa Coloma, Bartomeu Muñoz, fue condenado a cinco años y ocho meses de cárcel. En Badalona, el caso afectó a la sociedad Marina Badalona. Una finca edificable del puerto pasó a manos privadas y los titulares obtuvieron una enorme plusvalía cuando la vendieron.
DE UNA OBRAS ILÍCITAS A LAS ANTENAS ILEGALES
El pasado enero, la Fiscalía pidió dos años y tres meses de prisión y otros nueve de inhabilitación para un exconcejal del PP, David Gómez, por unas presuntas obras ilegales por valor de 1,5 millones. Uno de los trabajos se hizo en casa de una coordinadora del PP y se intentó cargar el coste del herario público. Otro concejal de Badalona y diputado, Ferran Falcó (CiU), fue investigado por un presunto cobro de comisiones a través de la empresa pública Adigsa (de la Generalitat), pero el caso fue archivado. Y el propio alcalde Albiol se ha visto relacionado con el caso de la instalación de dos antenas de telefonía sin licencia en una comisaría de la Guardia Urbana. Recientemente, el juez ha reactivado la instrucción.
Sin duda, la política de Badalona de la última década ha estado marcada por la figura de Albiol, un alcalde muy controvertido. El popular, que es concejal en Badalona desde 1991, ha ganado las tres últimas elecciones con una clara mayoría. Antes de ser alcalde de Badalona, Albiol ya era un político conocido incluso a nivel nacional. Es presidente del PP de Badalona de manera ininterrumpida desde el 2001 --también lo fue entre el 1990 y el 1996--, y entre marzo de 2017 y noviembre de 2018 fue el presidente del PP de Cataluña. A diferencia de su partido, que se ve derrotado año tras año en todas las elecciones catalanas, y los votantes se radicalizan más hacia otros partidos, Albiol no ha bajado en intención de voto y se ha impuesto en todos los comicios de Badalona desde 2011. Metrópoli ha intentado sin éxito hablar con el PP de Badalona para elaborar esta información.
"LIMPIEMOS BADALONA"
"El Albiol que conocemos ahora, no es el mismo que el del 2011". Xavier Tomàs, asesor en redes sociales y comunicación política, comenta a Metrópoli que el discurso del popular ha cambiado a lo largo de los años. "La seguridad, la convivencia y la limpieza están presentes en su agenda, pero el mensaje es muy diferente. No sería posible que consiguiese un porcentaje tan alto de votos si el mensaje fuera tan duro".
De hecho, una simple búsqueda en Google arroja en pocos segundos el pasado de las campañas de Albiol. La más famosa, aquella que se hizo viral: Limpiando Badalona. De cara a las elecciones municipales de 2015, el edil asociaba la delincuencia con los extranjeros. No era la primera vez que lo hacía. Ya en el 2011, el entonces candidato a alcalde empezaba a generar oleadas de odio por su estrategia política. Ese año, se repartieron entre la población unos panfletos en los que vinculaba a los gitanos rumanos con la delincuencia. La correlación provocó que el colectivo gitano se desmarcase y apoyase al PP.
"SU AGENDA DIARIA ES LA CALLE"
Albiol empezó a ver el filón de la inmigración como arma electoral en 2003. Por entonces, en Badalona la población de extranjeros rondaba el 15%. Cuatro años después, en las elecciones de 2007, Albiol ya rodó un vídeo, titulado Siete minutos, en el que explotaba la causa inmigratoria, reclamaba no construir una mezquita en suelo público y poner fin a los pisos patera. El vídeo concluye con un llamamiento a los vecinos para que reaccionen.
Por aquellos años, el auge de las redes sociales no había llegado y la gente no miraba tanto las pantallas de sus móviles. Para Albiol, eso no fue un problema. "Su agenda diaria es la calle", comenta Tomàs, que fue responsable de redes sociales de Xavier Trias cuando fue alcalde de Barcelona. Albiol se dejaba ver en todos los barrios de la ciudad, especialmente en aquellos que se veían afectados por la convivencia con un mayor número de población inmigrante. La Salut, Llefià o Sant Roc eran su foco. De hecho, en este último barrio, consiguió un 50% de los votos en 2011. Mientras tanto, el resto de partidos flaqueaban. En 2011, Albiol ganó en 28 de los 34 barrios. Cuatro años antes, en 2007, solo lo había hecho en dos.
EVOLUCIÓN DE LOS MENSAJES DE ALBIOL
Actualmente, 10 años después de las elecciones de 2011, los detractores del concejal popular aún lo recuerdan por sus "xenófobas" y "racistas" campañas. Sin embargo, Albiol cambió su dinámica en 2015 y comenzó a jugar otro papel: el de víctima. Desde ese año, los pactos de izquierda lo han apartado de la alcaldía. El político ha visto frustrados hasta en tres ocasiones sus intentos de ostentar la vara de alcalde.
"Perdedores" es el calificativo que el candidato del PP ha puesto al resto de fuerzas que se han aliado para alejarlo de la alcaldía. Insistiendo en que los populares son la lista más votada, Albiol ha conseguido poner de su parte al grueso de la ciudadanía, que se ha mostrado de acuerdo en que se tenía que respetar la decisión de la mayoría de vecinos de Badalona.
"El discurso agresivo no le valdría a día de hoy. Albiol se dirige especialmente a esos votantes que tienen dudas, los llamados votantes frontera. El mensaje y el tono han evolucionado", afirma Tomàs. El cambio de estrategia parece que funciona. Elección tras elección, la participación ha subido: en 2011 votó la mitad de la población, un 52%. En 2015, subió ligeramente: un 58%. Finalmente, en los últimos comicios de 2019, la participación alcanzó el 64%. El denominador común en todas es que el PP consiguió cada vez más votos. De hecho, hay una diferencia de 10.000 votos más entre 2011 y 2019. Por el contrario, los socialistas han quedado relegados a una tercera posición, por debajo de los comunes.
EL 'EFECTO MAYORÍA'
El cara a cara y el "a pie de calle" hacen de Albiol un candidato cercano y preocupado. O así lo quiere demostrar. Fuentes con años de experiencia en el Ayuntamiento dicen que sus puntos fuertes son que es empático, comunica bien y que se ha recorrido todos los barrios de Badalona. Las redes sociales del popular están llenas de fotografías de él con vecinos. Gente que lo saluda, que se acerca a él, que le comenta sus problemas. "Si nos hacemos una foto con alguien que tiene muchos seguidores, parecerá un gesto más impactante de lo que en realidad es", subraya Tomàs. "Con las imágenes de Albiol, parece que todo el mundo en Badalona se acerque a él para felicitarlo en cuanto sale a la calle. Esto no es así, él crea el llamado efecto mayoría: proyecta que la mayoría de gente lo quiere".
Y la realidad es que no toda Badalona es azul, el color del PP. En la zona del centro, especialmente en los barrios del Centre, Dalt la Vila o Casagemes, no comparten las opiniones del hasta hace unas semanas alcalde. "Hace falta recordar las actitudes anticatalanas que su partido ha tenido desde que se aprobó el Estatut: recogida de firmas, judicialización de la política, declaraciones xenófobas contra los catalanes...", comenta a Metrópoli la presidenta de la asociación de vecinos del Centre, Conxita González. "Él sabe que no todos le apoyamos y ha intentado esconder el partido, como si se presentase por libre a la alcaldía. Y no ha colado", sentencia.
Por otra parte, la eficiencia que vende de la gestión de su gobierno --propaganda-- no afecta a todos los barrios de Badalona. Algunas vecinas de Dalt la Vila comentan a este medio lo "abandonado" que Albiol ha tenido siempre esas zonas. Conxita lo reafirma: "La movilidad, la biblioteca Can Casacuberta, las nuevas escuelas Ventós Mir, el Instituto la Riera... Todos estos temas siguen pendientes y no tienen fecha de solución".
Un exalto cargo municipal de Badalona dice que el único proyecto propio de Albiol ha sido recuperar la unidad Omega, un grupo de la policía local de actuación inmediata. "El resto ha sido propaganda y poner chapas metálicas en las puertas de los edificios vacíos para evitar que se ocupen".
Por su parte, el presidente de la FAVB, Julio Molina, afirma que "tener cerca un político que mira a la cara y que te dice las cosas que piensa, aunque no coincida contigo, es importante". Molina también insiste en que quien gana no es el PP, "es Albiol".
LA PUBLICIDAD EN REDES
En Badalona, ha quedado clara la importancia de las redes sociales a la hora de hacer política. Si no tienes cuenta en Facebook, Twitter o Instagram, no existes. Tanto es así, que los grupos municipales de Badalona gastaron dinero de su presupuesto en campaña para anunciarse en las redes. En las últimas elecciones, en 2019, el que terminó sentándose en el sillón de alcalde fue el candidato del partido que más invirtió en publicidad en redes. Pastor, del PSC, gastó ese año 3.559 euros. El socialista logró así miles de impresiones diarias. El éxito le duró menos de un año.