Cierra uno de los restaurantes más famosos de Badalona por el alquiler: "Ha sido muy duro decidirlo"

La ciudad de Badalona se despide de uno de sus restaurantes más queridos. Neruca, el mítico establecimiento situado en el número 7 del Carrer del Tei, ha anunciado su cierre definitivo tras casi cinco décadas de historia.

Lo ha hecho a través de su cuenta de Instagram, donde la propietaria ha compartido un emotivo mensaje de despedida que ha provocado una oleada de reacciones entre clientes, vecinos y otros negocios.

“Ha sido una decisión muy dura de tomar”, ha confesado la responsable del restaurante.

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Casi 50 años de vida

Fundado en 1978, Neruca se ha convertido en un punto de referencia gastronómico para varias generaciones, gracias a su cocina de proximidad, un ambiente familiar y una oferta inclusiva y moderna, con opciones veganas en colaboración con Vegans Badalona y propuestas caseras como sus fondues, que se convirtieron en sello de la casa.

Interior del restaurante El Neruca de Badalona El Neruca (Instagram)

Sin embargo, la evolución económica del entorno ha resultado insostenible para muchos comercios de larga trayectoria.

La subida de precios de los alimentos, los impuestos, la crisis económica y, especialmente, la no renovación del contrato de alquiler, han sido los factores que han forzado el cierre.

"Los factores determinantes han sido: la crisis, la subida de precios de los alimentos, los impuestos y, sobre todo, la no renovación del contrato de alquiler", detallaba la dueña.

Transformación urbana

El caso de Neruca no es aislado. Badalona, como otros municipios del área metropolitana de Barcelona, está viviendo una transformación profunda ligada a la gentrificación y a la presión inmobiliaria.

Comercios tradicionales, panaderías, mercerías o bares de toda la vida están siendo sustituidos por cafeterías de especialidad, tiendas de diseño y franquicias que buscan atraer a una clientela con mayor poder adquisitivo, muchas veces externa al barrio o incluso a la ciudad.

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Esta presión ha acelerado el cierre de negocios familiares que, como Neruca, llevan décadas resistiendo los cambios del entorno.

Tras el anuncio, las redes sociales se han llenado de mensajes de apoyo, pero también de frustración por una situación que se repite en numerosos rincones del área metropolitana de Barcelona.

Unas pizzas en el Neruca de Badalona Neruca (Instagram)

Un legado que deja huella en Badalona

A lo largo de sus casi 50 años, Neruca no solo ha servido comida. Ha sido un lugar de encuentro para vecinos, una extensión del hogar para muchas familias, y un espacio donde se combinaban tradición e innovación gastronómica con un enfoque cercano.

“Os estoy muy agradecida por vuestra fidelidad de todos estos años. Habéis sido como una familia”, finalizaba la propietaria en su comunicado.

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El cierre de Neruca supone una pérdida para el tejido social y comercial de Badalona, y es también un reflejo de los retos que enfrentan los pequeños negocios en el actual modelo económico.

Un modelo donde, cada vez más, la permanencia parece reservada a quienes pueden competir con grandes capitales, mientras que la memoria popular y el comercio de barrio desaparecen en silencio.