Irene Reus, regidora de la Misión Abandono Escolar Cero de Viladecans
El plan de Viladecans para superar la media catalana en educación: "Decidimos invertir recursos pese a no tener las competencias"
La regidora delegada de la Misión Abandono Escolar 0, Irene Reus, destaca los avances del municipio, que ya ha situado su tasa de abandono escolar por debajo del promedio catalán gracias a un modelo educativo 360
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Viladecans ha situado la educación en el centro de sus políticas municipales. Con la Misión Abandono Escolar 0, el Ayuntamiento impulsa una estrategia pionera que busca garantizar que todos los jóvenes completen, como mínimo, los estudios postobligatorios.
“El abandono escolar cero no es un sueño, es una meta alcanzable si trabajamos juntos”, sostiene Irene Reus, regidora delegada funcional de la Misión Abandono Escolar 0.
Hace veinte años, las cifras educativas del municipio no eran alentadoras. “Estábamos por debajo de la media catalana”, recuerda la regidora responsable del proyecto en conversación con Metrópoli.
Irene Reus junto con la alcaldesa de Viladecans Olga Morales
20 años de recorrido
Reus insiste en que la iniciativa no surge de un día para otro, sino de un proceso de aprendizaje institucional que lleva ya dos décadas de recorrido. “Hace 20 años los resultados educativos no eran buenos, pero decidimos invertir recursos y trabajar desde el municipio, pese a no tener las competencias directas en educación", explica la edil municipal.
"Hoy podemos decir con orgullo que estamos por encima de la media catalana en resultados académicos y por debajo en abandono escolar”, añade.
Por debajo de la media catalana
Viladecans no solo ha mejorado sus indicadores, sino que se ha convertido en una referencia en innovación educativa local. Según el Informe sobre el Abandono Escolar en Viladecans (2025), la tasa de abandono escolar prematuro ronda el 10%, frente al 13,7% de la media catalana.
En cifras, unos 547 jóvenes de entre 18 y 24 años han dejado los estudios antes de tiempo. Aun así, la tendencia es positiva y sostenida: el municipio ha conseguido reducir de forma constante la distancia respecto al resto del país.
Patio de un colegio en Viladecans
“Eso sí —advierte Reus—, todavía no estamos en el cero. Es un objetivo ambicioso, y va a requerir del trabajo de todos. Pero creemos que solo si apuntamos a ese horizonte podremos transformar de verdad la realidad de los jóvenes”.
El Ayuntamiento de Viladecans ha hecho de esta misión una de sus políticas prioritarias. A pesar de las limitaciones presupuestarias, el consistorio ha decidido actuar desde la colaboración y la innovación.
“Cuando lo trabajas en clave misión —dice Reus—, no solo defines una forma de trabajar, sino que conviertes el objetivo en una prioridad política. Y eso implica destinar recursos, tiempo y voluntad”.
Educación 360
El proyecto Abandono Escolar 0 nació en el marco del Marc Estratègic Viladecans 2030, el plan de ciudad que fija los grandes objetivos de desarrollo urbano, social y educativo.
Inspirado en las “misiones” de innovación pública que propone la economista Mariana Mazzucato, el Ayuntamiento decidió abordar el abandono escolar como un reto colectivo, no como una cuestión exclusiva de la escuela.
Irene Reus, regidora en Viladecans en una imagen de archivo
“La educación no solo ocurre en las aulas”, subraya Reus. “Un club deportivo, una entidad cultural o un centro cívico también educan. Por eso trabajamos desde una visión de educación 360, en la que todo el entorno de un niño o una niña forma parte del proceso educativo”, explica.
“Cada entidad, cada colectivo, tiene un papel en este mapa educativo”, señala Reus. “El éxito solo será posible si todos —administración, familias, entidades, empresas— estamos implicados en el mismo nivel”, añade.
En este sentido, la ciudad trabaja para que las entidades deportivas, culturales y sociales asuman un papel más activo en la formación en valores, el acompañamiento y la prevención del abandono. “Un entrenador, una monitora o una voluntaria de una entidad juvenil también son agentes educativos”, afirma Reus. “A veces son ellos quienes detectan antes que nadie cuándo un adolescente empieza a desconectarse del sistema”.
Plaza del Ayuntamiento de Viladecans
Ese planteamiento se traduce en una red de 46 organizaciones aliadas —empresas, universidades y entidades, asociaciones y servicios públicos— que colaboran bajo un modelo de cuádruple hélice. Todos comparten un mismo propósito: que los niños nacidos a partir de 2015 —la generación que hoy tiene 10 años— alcancen estudios postobligatorios.
Los primeros resultados
Los datos acompañan el optimismo. Aunque alcanzar el “cero” absoluto aún parece lejano, Viladecans se sitúa por debajo de la media catalana y española en abandono escolar temprano.
Además, los programas de orientación y acompañamiento a estudiantes de secundaria están logrando retener a jóvenes en riesgo de dejar los estudios.
El informe municipal calcula que unos 348 adolescentes de entre 12 y 16 años presentan trayectorias educativas frágiles. Para ellos, la ciudad ha reforzado los programas de mentoría, talleres de refuerzo y actividades extracurriculares que fortalecen el vínculo entre los jóvenes y su entorno educativo.
“Tenemos claro que la orientación no puede llegar tarde”, explica Reus. “Si acompañamos a los alumnos desde el inicio de la secundaria, pueden explorar sus intereses y descubrir qué caminos formativos se ajustan mejor a ellos. Es ahí donde se juega buena parte del éxito”, apunta.
Instituto Sales en Viladecans en una imagen de archivo
“Trabajamos con la esperanza y la convicción de que el abandono cero es posible”, concluye Reus. “Quizá no mañana, pero sí si seguimos caminando juntos. Porque educar no es solo enseñar, es acompañar. Y una ciudad que acompaña a sus jóvenes es una ciudad que tiene futuro", asegura.
De la guardería al instituto
Para ello, en Viladecans, la educación empieza literalmente en la cuna. El municipio gestiona cuatro escuelas municipales de educación infantil (0-3 años) y mantiene una programación constante de proyectos a lo largo de todo el ciclo formativo.
En primaria, la Mostra de Teatre fomenta la expresión oral y el uso del catalán. En secundaria, el programa Dona el Lan a les Aules acerca el mundo del emprendimiento y las empresas. También destaca la Giga de les Lletres, una iniciativa que incentiva la lectura en los más pequeños.
“Son proyectos que parecen pequeños, pero que tienen un impacto enorme en el desarrollo personal y académico de los niños y niñas”, apunta la regidora.
Además, el municipio impulsa programas de orientación académica para los jóvenes de secundaria, con el fin de que conozcan sus opciones antes de tomar decisiones clave. “Es fundamental que la orientación no llegue tarde —explica la regidora—. No se trata solo de decidir si haces bachillerato o un ciclo formativo, sino de descubrir tus intereses a tiempo, para que cada estudiante encuentre su camino”, remarca la edil municipal.
La ministra Pilar Alegría durante el 17º Encuentro de la RECE en Viladecans
Reconocimiento nacional e impulso europeo
El modelo de Viladecans ha traspasado fronteras locales. Desde 2023, el municipio coordina la Red Estatal de Ciudades Educadoras (RECE), y celebró el congreso nacional con la participación de la ministra Pilar Alegría y la consellera Esther Niubó.
Para Reus, la visita de las dos responsables políticas fue algo más que un gesto simbólico: “Fue el reconocimiento de que el trabajo que hacemos aquí, desde lo local, tiene valor en todo el país. Significa que las ciudades también somos actores educativos, aunque las competencias formales estén en otras manos”.
El Ayuntamiento quiere ahora proyectar internacionalmente la misión y acceder a fondos europeos para fortalecer los programas de inclusión, salud y participación juvenil. El reto inmediato es consolidar a Viladecans como una ciudad educadora global, abierta y cohesionada.
Para ello se está trabajando para encontrar líneas de financiación a escala europea para fortalecer este proyecto municipal, proyectarlo e integrar la participación de las
Organizaciones Aliadas en las propuestas.