Del Partido Popular a Ciudadanos. En 2012, dos años después de su salida del PP, Carina Mejías dejó el puesto de procuradora de los tribunales y volvió a la actividad política, en el Parlament, tras una llamada de Albert Rivera. Antes de las elecciones municipales, el líder de C's le propuso que encabecera la candidatura local. Con ella repasamos el turismo en Barcelona, el conflicto de Can Vies, la supuesta instrumentalización política de algunas entidades y qué sucede con el dinero público que se embolsan los políticos.
Usted es contraria a limitar los alojamientos turísticos, ¿qué plan propone para lidiar con el turismo?
Nosotros somos partidarios de analizar las densidades poblacionales más pequeñas. Es decir, utilizar los planes de usos. Los turistas lo ocupan todo y eso hace que los barrios pierdan singularidad y originalidad. Yo habría propuesto al Four Seasons que, en lugar de instalarse en la torre Agbar, se instalara en barrios como La Sagrera, que será la gran entrada de Europa. Ahí es donde habría diseñado un espacio de centralidad para atraer inversiones.
¿Pero para eso no están ya las zonas de crecimiento sostenido de plazas hoteleras?
Sí se pueden hacer plazas hoteleras, pero tú las tienes que hacer en una zona con cierto atractivo turístico, de carácter cultural o infraestructural.
Por lo tanto, ¿invertiría en los barrios más periféricos para hacerlos más atractivos a las cadenas hoteleras?
Exacto. El Raval era un barrio absolutamente deprimido que se decidió abrir al mar y urbanizarlo para recuperar los grandes edificios. Desarrolló un plan muy concreto que convirtió el barrio en uno de los grandes atractivos turísticos de la ciudad.
Al invertir de esta forma en un determinado barrio, ¿no puede gentrificarlo?
Cuando la cosa se desvirtúa y se desparrama, sí que genera conflicto entre vecinos y turistas. Pero el presidente del Eix Comercial de Sant Andreu, por ejemplo, me dice: “ojalá a mi me llegaran los turistas, porque yo tengo un montón de establecimientos cerrados que si vinieran turistas pues ayudarían a reanimar el comercio; pero necesito algo que resulte de atractivo turístico”.
¿La generación de nuevas plazas turísticas puede aumentar los puestos de trabajo?
En Barcelona son 200.000 personas las que viven del sector turístico...
¿Y qué le parecen sus condiciones laborales?
Sí que es cierto que hay muchas denuncias que son condiciones de trabajo precario y de muchas horas intensas y mal pagadas. Hay que trabajar mucho y reivindicar unas condiciones laborales dignas para esas personas.
Entonces, ¿qué le parecen las externalizaciones que hacen algunas empresas con servicios como la limpieza?
En una empresa privada encuentro que yo no tengo por qué meterme. Ellos gestionan sus servicios internamente.
Algo que compete a la esfera política es el futuro de Can Vies. ¿Se puede repensar el proyecto o se debe de derribar toda la pieza?
Nosotros tenemos mucha relación con el presidente de la AVV de Sants. Un colectivo de vecinos que están hartos de okupas y de que les reten; les amenacen y les molesten. Se ha consolidado un fenómeno okupa que tiene más autoridad que los vecinos, que pagan sus impuestos y tienen todo el derecho a vivir tranquilos. No se puede ceder al chantaje de quien incumple la ley.
¿Que la idea venga del Secretariat d'Entitats de Sants y de la FAVB no debería dar relevancia a esta posible renegociación?
No, porque nosotros sabemos que la representatividad de algunas entidades vecinales no es tal y que responden como portavoces de algunos sectores políticos a los que les interesa utilizarlas.
¿Está diciendo que la FAVB está instrumentalizada?
El hecho que hoy haya un diputado en el Parlament de Catalunya que es el expresidente de la FAVB y que además es quien dio eco a muchas de las reivindicaciones de Ada Colau, ambos cargos públicos de la misma formación, alguna duda puede generar.
¿A usted qué le parece el activismo vecinal?
A mi me gusta cuando es real y sincero.
¿Y qué determina eso?
Esta es una ciudad tranquila y pacífica, que cuando le surge un problema, se organiza automáticamente en una entidad vecinal reivindicativa. En estos momentos hay un problema con un albergue en la Vila Olímpica, donde hay una entidad supuestamente vecinal que está generando una reivindicación que nosotros ya sabemos cuál es. Pero es que alrededor de ese albergue hay otros vecinos que se han organizado en otra entidad, la cual nos cuenta la realidad de la situación. Unos dicen: “A nosotros este albergue no nos parece bien porque plantea muchas plazas solo para gente joven, porque nos va a traer problemas”. Pero cuando vas a hablar con los otros lo que te quieren emitir es el mensaje político de que “no queremos hoteles”.
Pero la cuestión de trasfondo... siempre es política, ¿no?
Pues no, porque los vecinos del albergue no quieren hacer política. Lo único que no quieren es que se perturbe la tranquilidad de su barrio. Ellos mismos han dicho que si se acaba el problema, ellos se disolverán.
Lo que no parece desaparecer es el proceso soberanista. En el caso que Ada Colau comprometa la ciudad con el referéndum, ¿ustedes pedirán su inhabilitación?
Ada Colau ya ha comprometido la ciudad con el referéndum. Ante hechos ilegales, la justicia tiene que actuar. Nosotros no somos un bufete de abogados; somos políticos y nos dedicamos a trabajar para los ciudadanos con una vocación de servicio. Quien utiliza el cargo público para saltarse las leyes, tiene que asumir las consecuencias.
En el Pleno Extraordinario sobre el Estado de la Ciudad usted ya hizo referencia a posibles infracciones administrativas.
Me dirigí a los trabajadores y a los funcionarios del departamento de Urbanismo, porque me consta que lo están pasando fatal. Las medidas que se aprueban son absolutamente contrarias a la ley. Se les obliga y se les compromete, con decisiones políticas, a firmar y a poner en marcha planes urbanísticos que perjudican los intereses de los ciudadanos a sabiendas que están mal hechos.
Si son ilegales, ¿C's por qué no lo denuncia?
Nosotros estamos aquí para hacer política. Esa es una acción que tienen que llevar a cabo aquellos que ven perjudicados sus intereses.
A la ciudad también le interesa qué sucede con el dinero público. ¿Por qué al inicio del mandato ustedes votaron en contra de rebajar las retribuciones de los cargos públicos?
Porque sabíamos que esa era una actitud de postureo por parte de la alcaldesa. Además, era una trampa: se proponía rebajar los salarios de los regidores, pero no se proponía rebajar los salarios de los directores generales.
Según el portal de transparencia, su salario es de 92.600 euros anuales.
Brutos.
Del 1 al 10 ¿qué le parece esta retribución?
Un salario muy alto. No sabría calibrarlo del 1 al 10. Nosotros lo que proponemos es que se regule con una tabla de salarios general, porque no puede ser que el alcalde de Barcelona cobre más que el presidente del Gobierno.
¿Por qué C's votó a favor de las dietas del Consell Comarcal?, cuando es un órgano que se dedica al mantenimiento de las rondas, entre otros servicios.
¿Que votó a favor?
A favor, en el cual se celebran 11 sesiones, y por cada sesión cada representante político se lleva un talón de 815 euros, mientras su presidente se embolsa 1.500 euros.
Eso no es así. Las dietas del Consell Comarcal vienen establecidas por reglamento, y entonces los partidos tienen la posibilidad de renunciar o no renunciar.
Así se aprobaron al inicio del mandato.
No lo sé, no soy miembro del Consell Comarcal... ¿Eso es mensual?
Por asistencia a cada sesión del Consell Comarcal, y hay 11 al año.
Nosotros hemos dicho siempre lo mismo: somos partidarios de que los consells comarcals desaparezcan y así no se cobraría. Será un ahorro notable de recursos públicos en organismos absolutamente sobreros.
Hay partidos políticos que sí cogen estas dietas, otros no. ¿C's las coge?
Creo que sí.