Han sucedido circunstancias que no han agradado a Xavier Trias, pero su determinación ha sido clara desde antes del verano. Desea ser candidato de JxCat a la alcaldía de Barcelona, para resarcirse de los sinsabores de la campaña de 2015, cuando se quedó en la estacada. Ahora, junto con el exconsejero de Salut, Josep Maria Argimon, prepara su candidatura con la confianza en que el asunto de Francesc de Dalmases erosione la figura de Laura Borràs y el partido pueda enderezar el rumbo con los llamados dirigentes ‘políticos’, los que desean negociar, acordar y pactar desde las instituciones.
Trias cuenta con un compañero de viaje, en la figura de Argimon, que, tras salir del Govern, por la decisión de la militancia de JxCat junto al resto de consejeros, se siente con plena libertad para decir lo que piensa. Estos días se le puede ver tomando a media mañana un café en Rambla Catalunya, con la sensación de que puede ayudar en la candidatura de Trias, como número dos o en los primeros puestos de la lista. Este mismo viernes señalaba, en RAC1, que acompañará a Trias sin dudarlo cuando éste comience a activar la maquinaria electoral. “Trias es amigo mío y si he llegado a aceptar ser consejero, aceptaría otros elementos de la política pública, siempre que piense que pueda hacer un servicio”, señaló.
Y Trias piensa en él, como lo hace respecto a Neus Munté o Jordi Martí. La cuestión en la que ha dudado el exalcalde de Barcelona es el momento de hacer pública su candidatura. Ahora señala a su entorno político que lo hará a mediados de noviembre, tras constatar que el gran adversario político, pero también su posible socio de gobierno, el socialista Jaume Collboni, será elegido candidato oficial del PSC en el consejo nacional del partido del 5 de noviembre.
Con esa seguridad, de que Collboni ya será el candidato, y de que en ERC el elegido es Ernest Maragall, Trias no tendrá más espacio para la duda, aunque está convencido de que le conviene una campaña corta, intensa, dado que su grado de conocimiento es muy alto en comparación con el resto de candidatos.
La idea de que JxCat debía ser un partido ordenado, sin aspavientos ni problemas internos, se ha visto superada. También la necesidad para Trias de que los consejeros del partido se mantuvieran en el Govern del republicano Pere Aragonès. Todo eso no se ha cumplido. Pero, por ahora, JxCat no se ha roto, aunque las dos almas del partido están cada vez más enfrentadas. Trias, en cualquier caso, está dispuesto a superar todo eso, pero con la percepción ahora, como apuntan las fuentes consultadas de su entorno, de que “Borràs puede estar más tocada que nunca, y en poco tiempo su sector puede quedar derrotado”.
¿BORRÀS TOTALMENTE DERROTADA?
El asunto de Francesc de Dalmases, el ‘escudero’ de Borràs, diputado en el Parlament, que ha dejado el cargo de vicepresidente del partido tras el informe que JxCat encargó a la abogada Magda Oranich por los acosos de Dalmases a una periodista de TV3, puede ser definitivo para la suerte de la todavía presidenta de Junts. Trias cree que ese momento llegará, y eso le afianza en su decisión de ser candidato por Barcelona.
Aunque Borràs ha luchado a favor de un candidato propio en la dirección del partido en la federación de Barcelona, --y perdió las elecciones internas frente al candidato que defendía Trias y el grupo municipal—no se ha opuesto públicamente a la candidatura del que ya fue alcalde de Barcelona desde 2011 a 2015. Pero el entorno de Trias cree que lo mejor que le puede suceder es que ese sector acabe claudicando frente al secretario general de JxCat, Jordi Turull.
Todo está dispuesto. Fuentes de JxCat señalan que Trias ha buscado desde hace meses esa candidatura, cuando percibió que podía existir una gran bolsa electoral esperando su decisión. Solo un enorme cataclismo –algo que no se descarta al cien por cien por la ebullición que vive JxCat—podría alejarlo de la candidatura. Contará, para ello, con el ‘doctor’ Argimon, que sintoniza a la perfección con Trias y que ahora se ha soltado el pelo, con el deseo de “hacer política” desde el Ayuntamiento de Barcelona, como miembro del equipo de gobierno, con Trias de alcalde, o con un acuerdo con los socialistas, lo que supondría tener a Collboni como primer edil.
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