La campaña electoral obliga al enfrentamiento, aunque podría ser algo más definitorio de cara al futuro según cómo acabe. El alcaldable del PSC por Barcelona, Jaume Collboni, tras verse atacado por Ada Colau, ha entrado ya en un cuerpo a cuerpo contra la candidata de los comunes, incluso rozando algunas contradicciones. La presión del entorno de Colau, para que Collboni adopte una clara posición sobre los pactos tras las elecciones, ha llevado al candidato socialista a aceptar el reto. Y lo ha hecho con el reproche de que Colau fue elegida alcaldesa con el voto de la “derecha”, de Manuel Valls, que se presentó en una lista, Barcelona pel Canvi apoyada, inicialmente, por Ciudadanos.

Esa fue la respuesta, este lunes, frente a la interpelación directa de Colau, que señaló a Collboni como “el número dos de Xavier Trias”, en una hipotética coalición entre el PSC y Junts per Catalunya. Ese acuerdo ha planeado en los últimos meses en muchas mesas de debate sobre el futuro de Barcelona, en muy distintos foros económicos y mediáticos. Y los comunes han decidido erosionar ese flanco.

Lo señaló el catedrático de Ciencia Política Quim Brugué, con un ilustrativo mensaje: “Siempre he estado en la órbita de la tradición del PSUC, militante de ICV, y EV, con los comunes-Sumar, y con muchos amigos y también con unas cuantas afinidades con el PSC. No podría entender que el PSC eligiera gobernar Barcelona con JxC”.

El candidato del PSC a la alcaldía, Jaume Collboni / EFE

La cuestión es que para los socialistas los comunes de Ada Colau dejaron de ser los herederos de la antigua ICV, la formación con la que, históricamente, los alcaldes socialistas gobernaron la ciudad. El núcleo duro de Colau se considera como un grupo de dirigentes “activistas” que se han basado en criterios ideológicos muy duros, con decisiones unilaterales, lejos de los consensos de la izquierda de los años noventa, que se sigue idealizando en la sede del PSC.

¿QUIÉN FUE A BUSCAR A VALLS?

Pero, al mismo tiempo, la candidatura de Jaume Collboni tampoco quiere romper amarras con los comunes, aunque sí con Ada Colau. ¿Cómo se puede romper ese nudo? Todo dependerá de la fuerza electoral que consiga el PSC en la noche del 28 de mayo. En todo caso, Collboni y Colau han asumido que la pelea será dura, y que los reproches, en las siete semanas que quedan hasta las elecciones, irán subiendo de tono.

En el caso de Collboni, la acusación a Colau de que se apoyó en la “derecha” se justifica por ese golpe bajo de la candidata de los comunes, que ve al alcaldable socialista como un primer teniente de alcalde –lo que ha sido en este mandato—de Xavier Trias. Sin embargo, fue Collboni y todo el PSC quien sondeó ese apoyo de Valls en la misma noche electoral de mayo de 2019, cuando Colau ya se daba por vencida, tras la victoria del republicano Ernest Maragall. Cuando se daba por hecho que la alcaldía sería para ERC, los socialistas lograron que Valls se decidiera por Colau antes que dejar la alcadía “en manos de un independentista”.

El candidato de Junts, Xavier Trias, durante una entrevista para Metrópoli / METRÓPOLI - PABLO MIRANZO

Y, con ello, Collboni pudo formar el gobierno de coalicion en el consistorio. Esa operación fue bendecida por sectores económicos, que no querían que ERC pueda hacer de Barcelona un nuevo fortín para el independentismo. Pero esos mismos sectores económicos han reprochado a Collboni que no quisiera despegarse de Colau ni de dar una batalla interna, pese a su cargo como primer teniente de alcalde de un gobierno presidido por Colau.

EL 'PERMISO' DE TRIAS

Todas esas contradicciones surgen ahora, porque las encuestas señalan que las diferencias pueden ser mínimas, y que los acuerdos serán vitales para discernir la alcaldía de Barcelona. Collboni insistió, desde Bruselas, donde presentó su programa internacional para Barcelona, en que Colau no está “para dar lecciones”. Lo que dejó entrever el candidato socialista es que pactará con quien le ofrezca sus votos, con la línea roja siempre situada en las lindes de los “extremistas”, que para el PSC es Vox y la CUP.

Y que, por tanto, no renunciará a un posible acuerdo con Xavier Trias, si se da la oportunidad. “La señora Colau da lecciones de progresismo y es alcaldesa sin haber ganado las elecciones y gracias al voto del centro-derecha. Yo diría que más contención a la hora de hacer según qué afirmaciones, y que la inspiración nos pille trabajando”, señaló, insistiendo en que lo relevante será “el programa electoral”.

Esa es la batalla que dará Collboni, contra Colau, pero también frente a Xavier Trias, a quién retó para que presente sus propuestas, "sin pedir permiso" a los dirigentes independentistas de JxCat, comenzando por Carles Puigdemont.

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