Turistas en Barcelona en una imagen de archivo

Turistas en Barcelona en una imagen de archivo EUROPA PRESS

Información municipal

Barcelona elevará el recargo de la tasa turística hasta los 8 euros por noche en 2029

El pleno aprueba el aumento progresivo con el apoyo de PSC, ERC y BComú, y el rechazo de PP y Vox

Barcelona reparte 2,6 millones del impuesto turístico: conciertos, fiestas y mejoras en los barrios

Leer en Catalán
Publicada
Actualizada

Noticias relacionadas

El último pleno del curso político en Barcelona ha aprobado este viernes una propuesta de incremento progresivo del recargo municipal de la tasa turística hasta alcanzar los 8 euros por noche en 2029.

La medida, impulsada por ERC, ha salido adelante con los votos favorables de PSC, ERC y Barcelona en Comú, la abstención de Junts y el voto en contra de PP y Vox.

Actualmente, el recargo municipal del Impuesto de Estancias en Establecimientos Turísticos (IEET) es de 4 euros por persona y noche.

Turismo Barcelona

Turismo Barcelona Europa Press

La propuesta plantea aumentarlo un euro por año entre 2026 y 2029: 5 euros en 2026, 6 en 2027, 7 en 2028 y finalmente 8 euros en 2029. Se trata de la parte de la tasa que recauda íntegramente el Ayuntamiento.

Más de 200 millones de euros anuales en 2029

Según cálculos de ERC, con este aumento el consistorio podría recaudar más de 200 millones de euros anuales en 2029.

En 2024, la recaudación del recargo fue de 81,5 millones, a los que se sumaron 25 millones procedentes de la parte de la tasa gestionada por la Generalitat, alcanzando un total de 106,5 millones de euros.

En la actualidad, la fiscalidad vinculada al turismo representa ya la tercera fuente de ingresos de la ciudad, solo por detrás del IBI y de las plusvalías.

Un fondo para los barrios más afectados

La iniciativa de ERC contempla también la creación de un fondo específico que destinaría parte de los ingresos a los barrios más afectados por la masificación turística.

“Queremos que la gente conozca la ciudad, pero no que el precio que paguen los barceloneses sea perder el comercio de barrio por abrelatas en forma de pene o camisetas de ‘I love MILF’s’”, ha declarado la líder republicana en Barcelona, Elisenda Alamany, en referencia al tipo de turismo que, según su formación, deteriora el tejido social local.

Desde el gobierno municipal, el teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls, ha respaldado la propuesta.

Ha recordado que el recargo actual ya financia partidas clave como el transporte público, la seguridad, el espacio público o el Pla Clima Escola, y ha anunciado que la intención del Ejecutivo local es incluir la medida en el debate de ordenanzas fiscales de octubre, para su aplicación a partir de abril de 2026.

Posturas divergentes

Barcelona en Comú ha apoyado el incremento, aunque su concejala Carolina Recio ha criticado que se tarde tanto en llegar a los 8 euros: “La situación merece celeridad y ambición”.

Desde Junts, el concejal Arnau Vives ha valorado positivamente el recargo, pero ha advertido que debe “paliar las externalidades negativas sin convertirse en un mecanismo de márketing político”.

Visitantes en Barcelona, usuarios de pisos turísticos / METRÓPOLI

Visitantes en Barcelona, usuarios de pisos turísticos / METRÓPOLI

En el bloque contrario, Juan Milián (PP) ha rechazado la medida y ha acusado a ERC de querer “convertir Barcelona en una ciudad hostil al visitante”. Gonzalo de Oro (Vox) también ha mostrado su oposición, aunque ha matizado que su grupo sí vería con buenos ojos una tasa “pequeña”, que no suponga que “una familia de cuatro personas pague 60 euros extra por noche y que el que dé la cara sea el hotel”.

Un cambio en marcha desde 2020

ERC fue el grupo que impulsó la creación del recargo municipal del IEET, en vigor desde 2020, y ha liderado el movimiento para duplicarlo.

La medida cuenta con antecedentes institucionales: en noviembre de 2023, los gobiernos de Salvador Illa y Jaume Collboni acordaron iniciar los cambios normativos para permitir subir el recargo hasta los 8 euros.

Aunque inicialmente se planteó hacerlo por decreto, la Generalitat optó por la vía legislativa ordinaria, tras la advertencia del Consell de Garanties Estatutàries, que consideró injustificado un trámite urgente sin debate parlamentario. Está previsto que el Parlament de Catalunya vote el cambio en octubre.

Con esta decisión, el Ayuntamiento afianza su apuesta por una fiscalidad turística que refuerce la financiación de servicios públicos y actúe como herramienta de redistribución territorial en una ciudad cada vez más tensionada por los efectos del turismo masivo.