Carme Riera, miembro de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona y de la Real Academia Española, insiste en que el extraordinario escritor Pere Gimferrer (Barcelona, 1945) “Se merece el Premio Nobel”.

Así ha titulado su artículo en La Vanguardia, con el apoyo literario e influencia cultural que ello supone. “Gimferrer es el más importante de nuestra literatura, tanto en castellano como en catalán”, sostiene Riera. 

Pere Gimferrer Torrens es poeta, prosista, crítico literario, traductor, editor... En la Real Academia Española ocupa el asiento de la letra O. El mismo donde se sentó el poeta Vicente Aleixandre, Premio Nobel de Literatura en 1977.

Premonición, o no. Duende, o no. Gimferrer ha publicado 26 poemarios, 23 ensayos, diez traducciones, tres novelas, dos dietarios, una autobiografía… Y ha sido galardonado con 18 premios de reconocido prestigio.

Deslizarse por algunos títulos de sus poemas inspira amor, belleza y sosiego. Arde el mar. Foc cec. Amor en vilo. Alma Venus. Els miralls. Marinejant. El diamante en el agua. Espejo, espacio y apariciones

Su prosa es un compendio de artes, letras y ciencia que incita a la ensoñación y a la serenidad. Los raros. Radicalidades. Interludio azul. Fortuny. La calle de la guardia prusiana.  El agente provocador. Miró y su mundo. Magritte. Toulouse-Lautrec

Personaje plurilingüe, sus traducciones de catalán, castellano, francés e italiano son obras clásicas de obligada referencia y solvencia internacional. Stendhal, Ausiàs March. Voltaire, Flaubert, Brossa, Gabriel Ferrater…

Más motivos para su Premio Nobel. De joven ya admitía la influencia de Octavio Paz (Nobel,1990). Como directivo en las editoriales Seix Barral y Planeta, editó a García Márquez (Nobel, 1982) y a Vargas Llosa (Nobel, 2010).

Era jurado del Premio Planeta cuando lo ganaron Cela (Nobel, 1989) y Vargas Llosa mucho antes de que los premiase la Academia Sueca. Su sensibilidad, cultura y sabiduría han aportado grandes autores a la literatura en catalán y en castellano.

“Gimferrer vive en poeta porque escribe en poeta y escribe así porque es poeta esencial, como Rubén, Juan Ramón o Neruda”, lo comparó Francisco Umbral.

Pero falta un Nobel catalán desde Frederic Mistral (Nobel 1904) y Claude Simón (Nobel, 1985), francés que escribía en catalán. Aunque Cela siempre nominó a Gimferrer como favorito.

Las candidaturas de Salvador Espríu y Miquel Martí Pol quedaron en nada. “Pequeño monstruo de las letras”, le llamó Jaime Salinas.  El académico Luis María Ansón augura desde hace años que “Pere Gimferrer será Premio Nobel”.

Añade Ansón que es “un poeta catalán, que escribe en los dos principales idiomas de España”. Esto no lo perdonan los talibanes del catalán. Como no perdonaron a Espríu, a Pla ni a tantos otros.

Esta vez la maquinaria cultural catalana en busca de un Nobel se ha puesto en marcha para promocionar la candidatura de Gimferrer. Ahora que cumple ochenta lúcidos años sin ser demolido por su elegante vejez.

Más motivos para su Nobel. Gimferrer ha modernizado la alta cultura y ha revalorizado la cultura popular. Sus valores literarios son muy variados. Y su bellísima poética seduce y absorbe.

Se preguntaba Gimferrer: “¿Qué puede ser el escritor sino una pasión sostenida del lenguaje?” Pues, además, un reconocido y merecido Premio Nobel de Literatura.