"Para mí era lo mismo hacer crónicas del pleno municipal que cubrir la muerte de Bin Laden"
Entrevista al director de la revista 5W, Agus Morales
8 marzo, 2017 20:50Agus Morales es el director de 5W, una revista/libro de periodismo internacional que se edita en Barcelona. Tras hacer de corresponsal en la Agencia Efe y trabajar para Médicos sin Fronteras, decidió, junto a una serie de compañeros de profesión, iniciar este proyecto, que también cuenta con página web y graban sus propios podcast.
¿Cómo surge 5W?
Surge de la pasión por el mundo y por el periodismo de un grupo de reporteros y reporteras de internacional, que en 2015 decide crear un nuevo medio, en este caso una revista, de crónica y fotografía. Nosotros decimos siempre que tenemos una apuesta radical por la narración y por la imagen porque son dos de las cosas que queremos fomentar y que veíamos que no se estaba haciendo o, por lo menos, no en la medida que nosotros creíamos que se podía hacer. La idea yo creo que no es demasiado original, pero sí que su aplicación era compleja. Sobre todo porque hay que tener valentía y ser un poco iluso para pensar que un proyecto así, en el que no hay ninguna pieza de opinión en la web y que te habla de las cosas que están más lejos del lector, pueda interesar. Era un sueño que muchas personas que se dedican al periodismo internacional tenían, tanto de nuestro círculo como de personas que no conocemos.
¿Por qué nace en Barcelona?
Porque la mayoría de los fundadores somos catalanes, aunque también hay una importante presencia vasca. Anna Surinyach, Quim Zudaire, Xavier Aldekoa y yo somos catalanes. Maribel Izcue, Igor Barbero y Mikel Ayestaran son vascos. Somos mayoría catalana y además también vivimos aquí la mayoría. Pablo Suanzes es de Madrid y Marta Arias de Salamanca. También es verdad que como corresponsal me he dado cuenta con el tiempo que allá donde vayas, Baluchistán o Bangladesh, sitios lejanos, si hay algún freelance, acostumbran a ser vasco, catalán o madrileño. Reflejamos un poco la situación del periodismo internacional.
Hace menos de un mes, en Barcelona se celebró una manifestación masiva para pedir la acogida de refugiados. ¿Tiene Barcelona una sensibilidad especial por los temas humanitarios o internacionales?
Aquí en Barcelona se hizo una campaña muy concreta que funcionó. Sí que creo que Barcelona siempre ha tenido esa sensibilidad o solidaridad, incluso ese cosmopolitismo, que se refleja en manifestaciones como la de febrero. Pero también pienso que la manifestación podría darse en otras ciudades, no sólo aquí. Tiene que ver con circunstancias.
Fue una manifestación muy bonita en la cual la gente iba, más que en un ambiente festivo, obligada. Los catalanes y barceloneses sabían que era su obligación estar allí, al contrario que los estados, que no sienten la obligación moral o legal de acoger a los refugiados. Y eso, para mí, aparte de la magnitud de la manifestación, fue la gran lección que dio la ciudadanía ese día.
¿Cómo deciden qué reportajes cubren?
Depende de si van para papel o para la web. El papel es un monográfico, por lo que estamos más limitados, pero somos un proyecto abierto, estamos abiertos a propuestas de todo el mundo, así que puede ser que publiquemos a un fundador, a alguien cercano o a alguien que no conozcamos de nada. Y, evidentemente, lo primero que buscamos es el componente narrativo, que cuente una historia y que tenga acompañamiento gráfico, porque pensamos que la fotografía es uno de los grandes sacrificados de la prensa. Un enfoque original, más que atrevido. Nosotros no dependemos de los clics. Estoy muy orgulloso de haber publicado reportajes que no han tenido muchas visitas. A veces cuesta, en esa relación con los periodistas que nos envían temas, que entiendan que no hace falta que sean temas que tengan mucho gancho, sino que tiene que ser una cosa que nos convenza desde el punto de visto narrativo.
Por ejemplo, publicamos un tema de Karlos Zurutuza sobre Baluchistán que estaba muy bien y es un tema bastante desconocido para el lector de aquí y que creo que es una de las cosas que tenemos que hacer. Muchas más, eh! Pero hemos de huir de la rutina de los medios de comunicación tradicionales en internacional, porque cada uno tiene su función. No es ni mejor ni peor. Nosotros no estamos pendientes de la actualidad, sino que intentamos detectar temas y desarrollarlos muy bien. El día que hagamos lo que hacen los grandes medios estamos muertos, porque no tendremos ningún sentido como medio de comunicación.
Otra cosa que sí que creo que nos diferencia es que para la mayoría de nuestros socios su continente de referencia es África. La distribución geográfica de nuestros contenidos es mucho más equilibrada que en otros medios. No tenemos una visión egocéntrica. Seguramente, África, Oriente Medio, Asia, America Latina y Europa, por este orden, son las zonas más tratadas.
¿Por qué le llaman revista si es un libro?
Esto es una discusión interesante. Uno de nuestros fundadores dice que es un libro. Yo creo que es una revista. Sí que jugamos a borrar las fronteras entre uno y otro. Pienso que es una revista por una cosa muy importante que tiene que ver mucho con el espíritu de 5W y es que detrás hay un movimiento, que apuesta por la fotografía y la crónica, y que hay una o varias generaciones. Esto, a lo largo de la historia literaria, se ha manifestado en revistas. Veo toda una red de periodistas, fotógrafos y colaboradores en todo el mundo que tenían un hilo invisible de unión y que ahora tienen algo un poco más concreto, que es 5W.
¿Qué número ha sido más difícil, el uno o el dos?
(Se piensa mucho la respuesta) Supongo que el uno, porque teníamos menos tiempo, no habíamos visto cómo iba a ser el producto, teníamos que idear la maqueta, que la hizo nuestra diseñadora, Laura Fabregat. Idear las secciones... Al final lo que se hace es un esqueleto que tiene que perdurar mucho tiempo, no sólo para el número uno. En ese sentido, más que duro porque estábamos muy ilusionados, es el que llevó más trabajo. En este segundo número hemos intentado perfeccionarlo.
¿Qué mejora o en qué se diferencian el número dos del número uno?
En primer lugar del tema. En el número uno el tema es 'después de la guerra'. Lo que intentábamos es huir de los estereotipos sobre los conflictos y hablar de qué pasa cuando se apagan los focos, cuando ya nadie mira a Afganistan o Siria. Yo creo que funcionó muy bien. Aunque no era un tema obvio, sí que era relativamente fácil conseguir fotos y reportajes de nuestros colaboradores, porque al final muchos de nosotros ya trabajamos este tipo de temas. Este número dos, hemos tenido más tiempo para pensarlo, y queríamos hacerlo menos obvio. Ya no habla solo de la relación de las leyes y las personas o de cómo las leyes oprimen a los individuos, sino de cómo las personas y las comunidades luchan contra las leyes. A primera vista, al lector le puede parecer algo abstracto, pero una vez entras, el componente humano está muy presente. Entra dentro de nuestra voluntad de capturar el alma de los tiempos. Esto fue antes de que Trump fuera presidente de los Estados Unidos, pero ya vimos que hay un intento de los estados en todo el mundo por recuperar su poder. Queríamos abordar esto a través de las leyes.
Respecto a los cambios físicos, el número dos es más largo, tiene una tipografía más grande. El diseño ha vivido pequeños cambios y la fotografía también. Son pequeños cambios que hacen que la máquina funcione mejor.
¿Tiene sentido el término periodismo internacional cuando pueden trabajar sin redacción fija desde cualquier lugar del mundo?
Usamos la palabra porque todavía es vigente, pero creo que cada vez tiene menos sentido. Siempre digo que la revista 5W es una revista de crónica y fotografía internacional, luego puedo añadir que da vueltas a todo el mundo. Al final, la esencia de 5W es la crónica, la fotografía y un espíritu de acercar lo que está más lejano, de decir a la gente que lo que está lejos también importa. Sí que consideramos que nuestro papel es cubrir temas que no tienen ninguna visibilidad en los medios. Un buen reportaje lo es en Bangui, en Huesca o en Barcelona.
Yo estaba de corresponsal en Pakistán con la agencia EFE cuando mataron a Osama Bin Laden. Mucha gente me pregunta cómo se hace esa cobertura, qué cosas cambian respecto a lo que se puede hacer en otros lugares. Yo soy de El Prat de Llobregat y empecé en la revista local Delta a hacer crónicas del pleno municipal y siempre les digo que para mí era lo mismo ir a hacer crónicas del pleno municipal o ir a hacer un reportaje sobre la construcción de la tercera pista del aeropuerto que subir a la casa de Bin Laden para cubrir el día después de su muerte. Al final, la esencia es la misma. El espíritu que nosotros queremos subrayar es el de crónica y fotografía.