Delgado: "Sin las ventajas de la capitalidad, Barcelona debe esforzarse más y dejar de lamentarse"
El presidente del Círculo Ecuestre teme que Barcelona "no sea capaz" de retener las empresas tecnológicas que nacen y se desarrollan en la ciudad
13 marzo, 2022 00:00Noticias relacionadas
Antonio Delgado (Barcelona, 1977), profesor de Derecho Mercantil en Esade y director de los servicios jurídicos de la escuela, quiere movimiento y menos lamentos. Delgado es presidente del Círculo Ecuestre desde octubre de 2019 y señala que optará a un segundo mandato, porque, con la pandemia, su proyecto no se ha podido implementar con toda su potencia. Asegura que el debate en el Ecuestre es constante, que hay conciencia social, y que la obsesión es Barcelona, para que recobre su internacionalización, para que asegure su crecimiento. En esta entrevista con Metrópoli, pide un esfuerzo colectivo, sin entrar en batallas políticas: "Sin las ventajas de la capitalidad, Barcelona debe esforzarse más y dejar de lamentarse".
El Círculo Ecuestre ha mantenido, pese a la pandemia, una actividad constante. ¿Qué ha promovido la entidad en estos meses?
Hemos realizado más de 30 webinars, y también una actividad presencial, que ha sido desbordante, con formatos pequeños y más grandes. Y con una enorme ilusión por parte de los socios. Lo que se pretende es colaborar y estar encima de las grandes cuestiones de la ciudad.
Barcelona ofrece, objetivamente, algunos buenos datos económicos, pero, ¿es esa la imagen que tiene el Círculo Ecuestre o es la que se transmite?
Mi sensación es que existe una percepción negativa de lo que pasa. Y lo que pretendemos, desde la entidad, es recuperar la ilusión, y dejar de lamentarnos. Lo hemos analizado en el ciclo sobre Barcelona capital. Hay que ver en qué es buena la ciudad y la verdad es que los expertos señalan una cuestión: pese a las dificultades, pese a esa percepción, si tuviéramos que partir de cero, con las cartas que tiene Barcelona, lo que debemos decir es que tiene una enorme potencialidad. Creo que no debemos pensar tanto en lo negativo como en las posiciones ganadoras que podemos tener.
Pero, ¿ha perdido posiciones Barcelona, ya antes de la pandemia?
La situación no ha venido marcada por la pandemia. Esa imagen de que tiene dificultades ya se arrastraba. Sin embargo, ahora hay menos gente que se lamenta y hay más ciudadanos que están por la acción. Nuestra posición es esa, la de colaborar y ser complementarios con otras entidades e instituciones, como Barcelona Global, o el Círculo de Economía. Estamos para lo que se necesite.
¿Esa cree que es la imagen del Círculo Ecuestre?
Nos hemos centrado en debates sobre la ciudad, en ofrecer reflexión sobre las cuestiones relevantes, que son complejas y que obligan a hablar con expertos. Hemos hablado sobre la gestión del agua, que será esencial, ahora que se teme un periodo de sequía. Hemos abordado la cuestión geopolítica, y hemos comprobado el empuje de gente más joven, de menos de cuarenta años, que, dentro del Círculo, tienen su propia junta. Somos un lugar de encuentro y de opinión. Colaboramos con el Instituto Aspen y hemos reflexionado sobre la democracia, el fenómeno de la posverdad y la sostenibilidad. En el Círculo hay gente socialmente consciente.
¿Ha cambiado la imagen del Círculo Ecuestre? ¿Es más ahora una voz activa en las cuestiones de ciudad?
Cada entidad tiene su rol. Nosotros no queremos ni podemos ser un grupo de presión. Pero sí podemos escoger bien los debates, sin ofrecer opiniones, como hace el Círculo de Economía. Nos podemos complementar bien entre todas las entidades económicas.
¿Y en Barcelona qué es lo principal?
Hemos debatido sobre la industria, como elemento fundamental, enmarcados en un proceso de globalización. La reindustrialización es necesaria, desde una apuesta por la sostenibilidad. Es Barcelona la que precisa de esa reindustrialización, pero, de hecho, todos los países de nuestro entorno están en esa situación.
¿Esa reindustrialización llega de la mano de las empresas tecnológicas?
Barcelona tiene un ecosistema tecnológico envidiable. Lo hemos vivido estos días, y también en el Círculo Ecuestre, donde celebramos el Día Internacional de la Mujer, algo, precisamente, que ha gustado mucho entre nuestros socios. En esa celebración se habló del mundo tecnológico, y del mundo privilegiado en el que se encuentra Barcelona. Pero me da miedo que no seamos capaces de retener las empresas tecnológicas, que vengan fondos de inversión y se las lleven. Creo que debemos ser capaces de retener las realidades empresariales que se puedan generar.
¿Qué representa lo que ha ocurrido con Glovo?
Uno de los fundadores estuvo en un debate en el Círculo. Glovo es un gran escaparate, que muestra los recursos que tiene la ciudad, que atrae talento y negocios. Barcelona es un referente en el campo tecnológico o en la investigación médica. Y Glovo representa que podemos poner en marcha grandes proyectos que acaben en unicornios. Es un ejemplo a seguir, para potenciar un ecosistema que genere más unicornios.
¿Entiende que puede ser considerado como un producto financiero, y que, en ese caso, Madrid tiene las de ganar, porque es donde están los inversores y el capital?
Los fondos llegan para financiar esos crecimientos empresariales. El problema no son los fondos financieros, sino que esas empresas se vayan. Debe ser un elemento de reflexión. Debemos cuidar que las empresas tecnológicas crezcan y se queden en Barcelona.
¿El Círculo Ecuestre debe presionar más para que haya más empresarios y menos ‘emprendedores’?
Es cierto que los inversores lo que quieren es entrar y luego salir. Y lo que nos interesa es el largo recorrido. Esa inversión temporal es buena, para reestructurar y reordenar. Y, en todo caso, hay fondos profesionales, family offices, que mantienen la línea de la empresa. Quiero pensar que los fondos tienen eso en cuenta, e introducen criterios de gestión. En todo caso, hay que insistir en esa dimensión, en los valores empresariales.
Al margen de valoraciones sobre los gobiernos municipales, ¿qué cree que hace bien Madrid que ha logrado esa alta valoración de los empresarios?
Las dos ciudades tienen un gran poder, pero la percepción que se ha instalado es que Madrid es más business friendly. El mensaje que ofrece, sobre la regulación de licencias, sobre las facilidades empresariales, es muy atractivo para los inversores, que no quieren sorpresas jurídicas. En Madrid se ha logrado un entorno en el que toda esa seguridad jurídica es una realidad. Y eso debería pasar también aquí. Las condiciones de mercado son muy competitivas. Sin tener las ventajas de la capitalidad, Barcelona debe esforzarse más y dejar de lamentarse.
¿Hay un problema de fiscalidad?
En parte es de fiscalidad, sí, pero hay otros factores, como la gestión de licencias. En Madrid todo es más fácil, con una mentalidad más empresarial y con más incentivos.
Esa es una cuestión que atañe al Ayuntamiento de Barcelona, pero también al Govern de la Generalitat
Las dos administraciones deben ser los primeros vendedores de la ciudad, coger la maleta e ir a vender Barcelona.
Siguiendo ese símil, la alcaldesa Colau no ejerce de comercial, entonces.
Defiende su modelo de gestión, que es cierto que, en cuestiones de sostenibilidad, se ha posicionado. Pero como ciudad, debemos vender más y ofrecer una imagen internacional que la haga atractiva. Y, de hecho, ya lo es, por lo que sería fácil venderla mejor.
¿Los Juegos Olímpicos de invierno deberían favorecer ese cambio, potenciarlo?
Es importante que se pudieran organizar. Es un tema de actitud. Barcelona no debería renunciar a ellos. Cuántos más eventos pueda organizar, mejor. Pero es que se trata, también, de ganar autoestima. Es un proyecto muy bonito, en cooperación con otros territorios, con los Pirineos, con zonas que necesitan apoyo. Es una muestra de solidaridad, también, con otros pueblos de España, si se cuenta con Aragón.
¿Puede el Círculo Ecuestre encontrar puntos en común con los comunes?
Creo que todos queremos lo mejor para Barcelona. Es bueno acercar posiciones. Estamos abiertos a contrastar propuestas con los comunes y con otras fuerzas políticas y entidades.
¿Se ha cursado una invitación a la alcaldesa, para que se explique en el Círculo Ecuestre?
La alcaldesa es socia del Ecuestre... Los alcaldes y alcaldesas de Barcelona lo son. Nos encantaría que viniera. Se la ha invitado, aunque no a través de una carta formal.
Con Madrid, el empresariado catalán señala que se debe colaborar, más que competir. ¿Pero en qué se traduce o se puede traducir ese deseo?
Hay una reflexión de fondo y es que la competencia está fuera de España. Estamos en un mundo globalizado. Y es más beneficioso colaborar entre las dos ciudades. Creo que en el ámbito cultural es de cajón. Madrid y Barcelona deben ser dos hubs culturales interconectados. Se debería poder vender un pack cultural a un visitante de Estados Unidos, por ejemplo, que tiene las dos ciudades a dos horas y media a través del AVE. El Museo del Prado puede ofrecer obras de su fondo en algún equipamiento cultural de Barcelona. Hay mil fórmulas por explorar.
¿La ampliación del aeropuerto se puede recuperar?
Tuvimos un foro de debate sobre el aeropuerto, buscando todos los ángulos, y entiendo que no se debe descartar. Se plantea en el horizonte de 2030. Y espero que se pueda recuperar, porque, en realidad, el problema se centra en el cómo, y estoy convencido de que se puede llegar a un equilibrio ecológico. No debemos perder esa oportunidad.
¿El Hermitage, sí se debería olvidar, con la guerra de Ucrania y el ataque ruso?
Dependerá de los promotores, pero es verdad que ya entró en una dinámica complicada, y está en la vía judicial. El Círculo Ecuestre está para buscar soluciones, y bajar al detalle. Pero veremos cómo se puede definir.
¿Debe haber una alternativa sólida al gobierno de Ada Colau?
No nos pronunciamos sobre el debate político. Lo que impulsaremos, como siempre, es un ciclo con todos los candidatos. Y esperamos que asista Ada Colau.
El Gobierno central, ¿debería apostar más por la segunda ciudad de España?
Debe apostar por Barcelona y por todas las ciudades, aunque la nuestra tiene unas características propias. El Gobierno, en todo caso, también es un comercial y debe ayudar en lo que pueda, y ofrecer estabilidad para que se facilite la inversión. Los Juegos Olímpicos de invierno son una gran oportunidad para mostrar, también, esa ayuda.
Usted habla de Barcelona, de su potencialidad, pero, ¿compite la ciudad a partir de talento bien formado y barato como lo había hecho en el pasado? ¿Cuál debería ser el modelo de Barcelona?
No lo creo. En Barcelona hay mucho talento que trabaja para buenas compañías que cobran sueldos altos. Es cierto que Barcelona no es Londres, que está en la cúspide. Pero es una gran ciudad europea. Milán puede ser un buen modelo, pero Barcelona tiene unas características propias, y debemos seguir nuestro estilo.
¿Los vecinos de Barcelona deberían sacrificarse para que el centro fuera el gran motor económico de toda Cataluña, con más servicios y viviendas en la primera y segunda corona de la ciudad?
No me lo parece. Tenemos una ciudad que es bastante única, con oficinas, viviendas, ocio, todo mezclado. No hay zonas desiertas después de las horas de trabajo. Hay que mantener ese modelo. No lo podemos perder.
¿Antonio Delgado se presentará a un segundo mandato en el Círculo Ecuestre?
Sí, creo que el proyecto con el que nos presentamos merece un segundo mandato, teniendo en cuenta los efectos de la pandemia, que lo paralizaron todo durante más de un año. Yo me presentaré y veremos qué otros candidatos también lo hacen.