Filo Cañete
La voluntad está clara y no se pone en duda. Pero el resultado no llega. Hay cuestiones que no se pueden controlar, pero un Ayuntamiento debe poner todos los medios para asegurar un servicio tan importante como el de recogida de residuos y limpieza. La alcaldesa de Sant Adrià, Filo Cañete, se ha puesto a ello, con determinación, y puso en marcha la mayor licitación de la historia del municipio, con una cuantía de 34 millones de euros.
El contrato, sin embargo, no llega. Y las prórrogas se suceden, con el servicio en manos de la empresa Urbaser, que se ha presentado al concurso, y compite con otra empresa. El Ayuntamiento sostiene que nadie debe ponerse nervioso y que la adjudicación tendría que ser efectiva a partir del 1 de enero de 2025, siempre que todo salga “según lo previsto”.
Es cierto que los ayuntamientos tienen cada vez más exigencias y que deben cumplir con muchos requisitos. La celeridad en los procesos administrativos no es, precisamente, una característica del sistema que impera en Catalunya. También es verdad que el pasado mes de agosto el técnico encargado de supervisar la adjudicación del contrato sufrió un accidente durante sus vacaciones. Cogió la baja y todo se demoró, con el asunto en manos de un nuevo técnico.
Pese a todas esas circunstancias, todo Ayuntamiento debe ser más diligente en la prestación de un servicio esencial.