Los vecinos y comerciantes de Sant Antoni se plantan contra los problemas de incivismo y de delitos que viven. A la cronificación del mercado de la miseria, que están en la ronda de Sant Antoni, al menos desde finales de 2019, se suman las últimas semanas ruidos, peleas, robos, consumo de droga en la calle, botellones, suciedad y altercados durante las madrugadas. El mercado de la miseria es, en su mayor parte, de productos sacados de los contenedores, pero también los hay que son frutos de hurtos o de robos.
Hartos de la situación, grupos de residentes y comerciantes han iniciado este lunes una campaña para poner fin a los problemas de incivismo y delincuencia con los que tienen que convivir. La iniciativa pasa por repartir por cada comunidad de vecinos y, también en cada buzón y comercio, información para que los vecinos llamen al 112, el teléfono de emergencias, cada vez que detecten un conflicto. La situación es tan grave que los vecinos creen que si todos se comunican con el 112, este número puede recibir a diario decenas de llamadas. Paralelamente, tienen intención de poner una denuncia con firmas.
SEGUIR LOS CONSEJOS DE LA POLICÍA
Vecinos de la ronda de Sant Antoni han explicado a Metrópoli que siguen los consejos de agentes de la Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra, que de forma muy habitual tienen que actuar en la ronda de Sant Antoni tras recibir un aviso. Los propios policías les han dicho que llamar al 112 es la forma más efectiva para hacer visible el problema ante el Ayuntamiento y que éste busque una solución definitiva para "recuperar la tranquilidad en el barrio".
Los problemas han ido a más con la llegada del calor, y ni siquiera la imposición del toque de queda este julio ha puesto fin a los conflictos en la ronda de Sant Antoni, una vía que parte los barrios del Raval y Sant Antoni. La noche del viernes, varias furgonetas de la Guardia Urbana tuvieron que intervenir en la citada calle. Según testigos presenciales, los agentes se vieron obligados a pedir refuerzos porque hubo personas que se les encararon y les insultaron. En los vídeos que acompañan esta información se oyen gritos y se ve a multitud de gente agolpada en uno de los lados mientras van llegando efectivos de policía.
PELEA CON 14 PERSONAS
La noche del jueves ya fue muy movida y "dura". Los problemas se iniciaron hacia las 03.00 de la madrugada por la presencia de jóvenes que consumían cocaína en la vía pública. Según los vecinos, hay gente que se instala en unas macetas de la parte de arriba de la ronda y allí toman cerveza y drogas. Posteriormente, unos concentrados la emprendieron con un hombre que sacaba dinero en un cajero y lo empezaron a perseguir. Hubo una pelea en la que participaron unas 14 personas. Apareció una mujer que rompió una botella en el suelo y se encaró a ellos reclamando su parte. Los vecinos llamaron hasta cinco veces al 112. Finalmente, los agentes hicieron acto de presencia. Durante un par de horas hubo tranquilidad hasta que llegó un individuo que vendía droga y alcohol y varias personas que volvían de fiesta –a las tantas de madrugada y con toque de queda– se quedaron debajo de unas viviendas bebiendo cervezas hasta que se cansaron.
La pasada semana, el teniente de alcaldía de Seguridad y Prevención, Albert Batlle, visitó la zona y habló con vecinos y comerciantes. Desde entonces, la presencia de Guardia Urbana se ha intensificado, explican vecinos. El domingo por la noche, un par de patrullas vigilaron que el incivismo y los problemas no volvieran a la zona.
UN MERCADO ENQUISTADO
Tras unos dos años con el mercado de la miseria en Sant Antoni, este top manta está completamente enquistado en la zona. La asiduidad varía a lo largo del año, pero estos últimos meses el elevado número de vendedores, incluso de noche, es especialmente preocupante. Antes de Sant Antoni estuvo en Glòries y después en la plaza Reial. Los vendedores se instalan sobre la plataforma peatonal que se colocó para ubicar los módulos provisionales del mercado de Sant Antoni mientras se reformaba el histórico edificio. Pero tras la inauguración del nuevo equipamiento, hace tres años, las plataformas no se quitaron, lo que es aprovechado por el mercado de la miseria.
Una parte importante del vecindario y de los comerciantes reclama que la ronda se abra de nuevo al tráfico. La calle, que une la calle del Comte d'Urgell con la plaza de la Universitat, está pendiente de unas obras que tenían que haber empezado hace tres años. La reforma se planteaba en dos fases, la primera entre Comte d'Urgell y Floridablanca, y la segunda entre Floridablanca y plaza de Universitat, y buscaba pacificar el entorno, reduciendo el tráfico y priorizando la movilidad sostenible y a los peatones. En mayo de 2021, fuentes municipales informaban que en la remodelación hará falta tener en cuenta los cambios que a nivel de usos y de movilidad han tenido el mercado y la superilla, y las necesidades derivadas de la pandemia.
OBRAS DE MÍNIMOS
Tres semanas después de hablar con este medio, el Ayuntamiento anunció un inicio de las obras para febrero de 2022, aunque la idea no tiene no tiene nada que ver con el proyecto inicial, ya que se mantendrán las losas de hormigón donde se colocó el mercado provisional de Sant Antoni y ahora se instala el mercado de la miseria. Los trabajos apenas durarán tres meses y, además de pacificarse la vía, se harán espacios de descanso, zonas verdes y juegos infantiles. La actuación, que costará 750.000 euros, se hará entre Comte d'Urgell y Casanova, sobre una superficie de 4.500 metros cuadrados.